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miércoles, 27 de febrero de 2008

CONSULTA POPULAR EN LORETO: POR LA DEFENSA Y EL DESARROLLO DE LA AMAZONIA PERUANA

José Ramos Bosmediano, miembro investigador la Red social para la Escuela Pública en América (Red SEPA), Ex Secretario General del SUTEP


I. EL CONTEXTO

El domingo 24 de febrero del 2008 debe quedar grabado en la conciencia de los loretanos, de los habitantes de la Amazonía peruana y de todos los peruanos como la fecha en que los primeros votaron en la Consulta Popular convocada por el Frente Patriótico de Loreto para que el pueblo loretano diga SI o NO a la propuesta neoliberal del gobierno aprista de vender al sector privado las “tierras eriazas” de la Amazonía, habiéndose ya adelantado con una Resolución Ministerial que autoriza a COFOPRI vender tierras eriazas de Costa, Sierra y Selva, indudablemente, previendo una posible oposición al Proyecto de Ley 840, expresión concreta de la deleznable tesis del “perro del hortelano”, que es, en realidad, la ambición rentista del gato despensero en que se ha convertido la administración aprista del Estado. Y el pueblo dijo, abrumadoramente, no a la propuesta del gobierno.

Cuando gran parte del país esperaba la aprobación del Proyecto por el Congreso y la inmediata promulgación de la Ley correspondiente por el Ejecutivo, el Frente Patriótico de Loreto, dirigido por la Comisión Organizadora del Congreso que elegirá a la nueva dirigencia regional, convocó a la Consulta Popular sobre tres temas puntuales que son de evidente preocupación por su relación con el futuro de la Amazonía peruana y, por ende, con las perspectivas de la vida y el desarrollo del 60% del territorio nacional, preocupación que no es nueva, pero que a partir de las últimas dos décadas se ha convertido en un sentimiento de incertidumbre frente a los arrebatos del proyecto neoliberal y la presencia indiscriminada de las transnacionales petroleras, de la privatización de puertos y aeropuertos y de la lacra el narcotráfico, que ocupa los espacios naturales, sociales (ciudades y población rural) e institucionales como si no hubiese quien lo detenga.

Después de un gran mitin popular (30 de enero 2008), el FPL, cuya presidencia temporal está bajo la responsabilidad del Profesor Gildrel Torres Rodríguez, Secretario General el SUTE Regional Loreto, debió tomar la decisión de enfrentar al autoritario Proyecto 840 con una posición democrática, directa y organizada desde abajo, desde las masas y sus organizaciones naturales. Lo que no era fácil si tenemos en cuenta que desde el segundo semestre del 2007 el FPL ingresó a una de las tantas crisis que ha tenido a lo largo de su gloriosa existencia. En esta oportunidad, la crisis fue creada desde la propia dirigencia regional por un pequeño grupo que pretendía concentrar la atención del Frente en la búsqueda de la revocatoria del actual Presidente Regional de Loreto, decisión que no tenía en cuenta la necesidad de luchar contra las medidas neoliberales del gobierno aprista, entre ellas, la eliminación de las exoneraciones tributarias, la privatización de los puertos y aeropuertos, la permanente contaminación de la Amazonía por las transnacionales del petróleo; y lo que es peor, una decisión que no fue consultada ni en el propio Ejecutivo de la organización, mucho menos en el seno de las organizaciones políticas, gremiales, populares y bases provinciales. Porque uno de los integrantes del Ejecutivo se opuso a esa decisión inconsulta y políticamente improvisada, la entonces Presidenta del FPL, Eva Matute, estalló con los calificativos de “traidor” y “vendido” contra uno de los dirigentes más honestos y consecuentes que, desde la década de los 70, ha ejercido la dirigencia magisterial, así como la del otrora Frente de Defensa de Loreto y en el Frente Patriótico de estos últimos años, el Profesor Eloy Pizango Paima. Hoy está claro que la decisión de “revocar” al actual Presidente Regional, que por lo demás no ha calado en el pueblo, obedeció a los intereses políticos de uno de los grupos regionales que perdió el 2006 y que necesita nuevamente el poder político para enfrentar los problemas judiciales en curso. Pero aún cuando los intereses políticos no estuvieran detrás de los arrebatos revocatorios de Eva Matute, más su interés de perfilarse como candidata del humalismo en la Región, el afán de revocar a una autoridad sin que se den condiciones políticas y sociales, incluso jurídico-administrativas, que sirvan para convencer al pueblo de la necesidad de este objetivo de lucha, carece de justificación como para que se convierta en una tendencia popular mayoritaria. Este análisis de la realidad, elemental para trazar las tácticas de lucha, no fue tenido en cuenta por una dirigente que, sin proponerse conscientemente, sí estaba llevando al FPL a un peligroso debilitamiento de su capacidad de convocatoria, así como a su eventual división, que felizmente no prosperó porque las organizaciones que lo conforman, las más importantes, tuvieron el acierto de convocar a una Asamblea Regional que, finalmente, decidió elegir una Comisión Organizadora encargada de llevar a cabo el I Congreso Regional Extraordinario, a la vez que tomar decisiones de lucha como la movilización exitosa del 30 de enero y la Consulta Popular. Lo que sorprende, frente a este problema del FPL, es observar conductas políticas y gremiales que se sitúan en el “medio” de “ambos grupos”, como si la decisión de una Asamblea Regional y las razones de sus acuerdos no fueran claras, y como si las actitudes de desconocimiento de los acuerdos por Eva Matute fueran dignas de otorgarlas el beneficio de la duda.

Para oponerse mejor situada a la Consulta Popular, la ex Presidenta asistió al Foro de Pichanaki, cuyos organizadores invitaron a “ambos presidentes”, desconociendo lo que venía ocurriendo en Loreto, específicamente la situación de la ex Presienta del FPL Eva Matute, que asistió a ese Foro.

Tal es el panorama de fondo de la Consulta Popular del 24 de enero. Su realización es importante y debe ser evaluada como se merece para trazar las nuevas perspectivas de lucha y otras propuestas en defensa de la Amazonía peruana.

II. RAZONES PARA UNA CONSULTA

La Cédula de votación preparada por la dirección del FPL contiene tres preguntas. La primera se refiere a la opción por la venta o no de las tierras de la Amazonía peruana, incluyendo los bosques y las aguas, lo que podría considerarse una exageración por motivos de propaganda, y que muchos opositores a la consulta venían denunciando como “interesada”, por tanto, “mentirosa”. Pero es fácil comprender que quien compra un terreno no va a eximirse de disponer de sus bosques y aguas, amén de sus demás elementos silvestres, aun cuando en el contrato de compraventa diga lo contrario. Las transnacionales del petróleo y de los minerales metálicos nos dan la mejor lección del uso indiscriminado de las aguas, afectando también los bosques, la ecología toda. Este hecho no puede estar ausente cuando se trata de terrenos para la forestación, reforestación o para la agricultura. La segunda pregunta toca la aprobación o no de la presencia indiscriminada de las transnacionales petroleras y sus resultados de envenenamiento del medio ambiente, lógicamente de peligro real para la biodiversidad. Esta proposición se enfrenta a la existencia de un plan de mayores explotaciones petrolíferas a futuro, casi sin límites, como el plan e perforaciones de PERUPETRO, lo que hará de la Amazonía peruana una región en proceso de mayor debilitamiento ecológico. ¿De qué servirán los conocimientos sobre esa biodiversidad y la afirmación reiterada de que nuestra Amazonía es la reserva de oxígeno y de agua dulce más importante del planeta, si los mismos estudiosos, como Brack Egg, están empeñados en entregar con ciertas “condiciones” los recursos naturales a las transnacionales, a cambio, supuestamente, de “ingresar al lucrativo negocio de la venta de certificados de carbono por la captura de CO2” (Brack, 28 de diciembre del 2007)? ¿Y quiénes se beneficiarán, señor Brack, con ese “lucrativo negocio”, los miles de campesinos ribereños, las comunidades indígenas, los pobres de las ciudades amazónicas? Por la experiencia histórica y porque al frente de todo este proyecto de subasta está el neoliberalismo, sabemos quiénes serán los beneficiados.. La tercera pregunta tiene que ver con la venta de los puertos y aeropuertos. Aquí no solamente hay asuntos de interés puramente económico y de servicios públicos, cuyos precios se elevarán con la privatización y “modernización”, sino también el problema de que son elementos estratégicos de la economía, con incidencia en el plano de la defensa nacional fronteriza en el caso de la Amazonía peruana. Como para los adoradores de la globalización neoliberal “ya no hay fronteras”, las inversiones transnacionales deben tener un libre acceso a la propiedad de estas tierras, ignorando, incluso, su ocupación milenaria por las poblaciones originarias y por un campesinado que trabaja para proveer gran parte de la alimentación a las ciudades amazónicas y para su propia subsistencia.

Las tres razones no interesan a los neoliberales ni a ciertos empresarios regionales que solamente se vuelven regionalistas y patriotas cuando tienen que cuidar sus intereses individuales. En lugar de que en Loreto surja un empresariado nacionalista y patriota, venimos asistiendo a una especie de réplica de la burguesía empresarial peruana afincada en Lima, criolla y subordinada a la gran burguesía imperialista, intermediaria de ésta, sin autonomía como para emprender el desarrollo autónomo de la economía nacional. Este carácter de subordinación le impide ser clase dirigente del país. Apenas es clase dominante, como lo afirman todos los historiadores y sociólogos que desde el siglo XIX han estudiado el Perú. De seguir este camino, nuestra burguesía regional emergente, rasgo que le asignamos provisionalmente, seguirá siendo un apéndice de la gran burguesía peruana dominante. Lo más lamentable es que los propios gobernantes regionales y municipales aspiran, antes que buscar el progreso de su pueblo, a convertirse en los nuevos empresarios cuyo capital inicial debiera de ser objeto de investigación. Hay, pues, en consecuencia, una razón democrática, una razón patriótica, y una razón practica para la realización de la Consulta Popular. Estas razones explican los objetivos centrales de la lucha:

a) Impedir la aprobación y promulgación del Proyecto de venta y subasta de las tierras amazónicas;

b) Reafirmar la conciencia de defensa de la Amazonía peruana y, en particular, del medio ambiente frente a su brutal depredación por parte de las trasnacionales petroleras;

c) Defender la propiedad de los puertos y aeropuertos loretanos para ponerlos al servicio del desarrollo regional y no de empresarios que solamente utilizarán la mano de obra barata para llevarse casi todas las utilidades a sus países de origen, sin interesarse en contribuir con la integración y comunicación entre las poblaciones amazónicas, como viene ocurriendo con el transporte aéreo de absoluta propiedad privada;

d) Fortalecer la conciencia democrática y patriótica (vale decir, nacionalista) del pueblo loretano, tradición cívica en defensa de la integridad territorial corroborada por conocidos hechos históricos de indudable raigambre popular;

e) Afianzar la unidad del pueblo en torno al FPL frente a sectores que pretenden su división y su eventual desaparición, lo que les permitiría moverse con más facilidad en la malagua del mercenarismo electoral.

El primer objetivo merece una acotación sucinta. El ahora funcionario del gobierno aprista Antonio Brack Egg, elaboró una especie de cartilla para explicar las bondades del Proyecto de Ley 840. Lo primero que hace Brack es citar los artículos 66 y 88 de la Constitución Política vigente, para demostrar que el proyecto es constitucional y, por tanto, plausible. Por supuesto que sí, el proyecto es constitucional en concordancia con la Constitución fujimorista neoliberal, que el gobierno aprista ha elegido defender y aplicar a pie juntillas, abandonando para las calendas griegas la Constitución de 1979 que reservaba para el Estado la propiedad de los recursos naturales. ¡Por supuesto que la Constitución de 1993 ha sido elaborada para satisfacer los intereses del gran capital privado! En esto el proyecto 840 es impecable, señor Brack, como lo es también el nuevo proyecto que pone en subasta las restingas y las tierras que emergen con la vaciante de los ríos (barriales). Pero nuestro ecologista comete otro error con sus ejemplos de países que están atrayendo la “inversión privada” para la explotación de sus bosques, por lo menos cuando se refiere a Chile y Brasil. ¿No es verdad que los mapuches (“araucanos”) han sido arrinconados en Chile por las transnacionales de los negocios forestales y de la hidroeléctrica, un millón de mapuches que están luchando por la recuperación de sus tierras? ¿No es verdad también que en Brasil, con Lula y todo, hay un proceso de sobreexplotación para millones de trabajadores en las plantaciones de caña de azúcar para la fabricación del etanol? Los ejemplos que invoca el señor Brack no favorecen a su propuesta de subasta de la Amazonía peruana.

Acaso la premura de los acontecimientos no haya permitido reflexionar y explicar mejor el contenido y los objetivos de la lucha democrática que se ha librado en Loreto, sobre todo frente a los sectores populares que debieron de participar con mayor fuerza. Pero leyendo los comunicados y las cuartillas, escuchando a los dirigentes y activistas en los programas radiales, percibimos que su discurso contenía los planteamientos fundamentales que estamos tratando de sintetizar. Una explicación más clara de los objetivos de la lucha, sin embargo, hubiese comprometido a los más amplios sectores del pueblo y hubiese enfrentado mejor a los enemigos de esta lucha.

Con la APEC y su Foro en el Perú, se ha desatado la ilusión de que su presencia nos garantiza granes inversiones para el “desarrollo” del país, cuando de lo que se trata es de otra avanzada del gran capital extranjero, con los Estados Unidos como fuerza principal, que retardará más el proceso de integración de nuestros pueblos latino y sudamericanos, como lo demuestra el economista Alain Fairlie Reynoso (La República, 28 de enero del 2008, p. 13: Bilateralismo y cumbres: ¿cuál es el rumbo?). A los capitalistas que manejan el APEC no les interesa sino los convenios bilaterales para dividir, por lo tanto debilitar, las posibilidades de negociación de cada país. En consecuencia, todos los proyectos de integración como la CAN y el propio MERCOSUR perderán la dinámica que han venido desarrollando en los últimos años. Lo que decimos para Latinoamérica vale también para la Amazonía peruana. Sin embargo, para las autoridades regionales, hay que limpiar Iquitos y cerrar los innumerables baches y rajaduras de pistas para que los empresarios que visitan esta ciudad se sientan contentos como para regresar con sus inversiones, vendiendo al pueblo un verdadero “sebo de culebra”.

III. FACTORES EN CONTRA, DESARROLLO Y RESULTADOS DE LA LUCHA

Uno de los problemas que se presentó fue el poco tiempo para explicar, difundir y comprometer a los más amplios sectores populares, dispersos en una geografía de difícil acceso. Bien se conoce que el propio Estado, pese al manejo de una logística de gran alcance, tiene dificultades para cubrir los desplazamientos administrativos por todos los distritos de las provincias de Loreto.

Al problema del tiempo limitado de que se disponía, se une la escasez de los recursos materiales para el trabajo de preparación e implementación de la consulta. Esta escasez de recursos obligó a un desplazamiento a través del sistema de transporte más barato, que es el más lento.

A los dos obstáculos arriba señalados hay que agregar la oposición de sectores políticos y de la base regional de la CGTP. A decir verdad, los dirigentes del Partido Nacionalista, los del UNIPOL, los del denominado Bloque Popular Amazónico y la dirigencia regional de Loreto de la CGTP, en realidad, desarrollaron una campaña contraria a la Consulta Popular, con argumentos de que ya no era necesaria una consulta cuando todo el pueblo estaba en contra del proyecto gubernamental, tratando de ocultar el hecho de que los apristas trataban de boicotear la lucha y que un grueso sector de empresarios también se mostraban favorables al proyecto 840, al cual habría que “perfeccionarlo”, jugando a ocasionar confusión en el pueblo y crear ilusiones en torno a las bondades de la subasta respecto a la “creación de puestos de trabajo para los loretanos”. A decir verdad, los tradicionales colegios profesionales se han puesto al margen de esta lucha. Un grupo aliado del anterior gobierno regional del UNIPOL, el Bloque Popular Amazónico, responsable también de la sospechosas concesiones forestales, después de “guardar silencio” durante toda la campaña, se pronunció, oportunistamente, la víspera de la consulta anunciando su “apoyo” y una movilización ¡en Lima!, en fecha posterior a la consulta. El Secretario General de la CGTP Loreto, casi todos los días cubría espacios en “La Región”, diario que se edita en Iquitos, anunciado su “neutralidad” frente a la supuesta lucha de las “dos facciones” del FPL, dedicándose solamente a pedir al gobierno regional solución al petitorio de los trabajadores, como si los dirigentes del SUTE Loreto y sus bases provinciales no hubiesen enfrentado también la lucha contra el vapuleado “tercio superior”, lo que no les impidió, sin embargo, convertirse en los puntales de la Consulta Popular. Este obstáculo político constituye un elemento que debe ser suficientemente enjuiciado por la ciudadanía, especialmente el generado por quienes dicen preocuparse por los intereses del pueblo y de la Amazonía. Podemos justificar la oposición de aquellos empresarios regionales que anhelan ser también los beneficiarios de la invasión inversionista de las transnacionales; pero es más delicado incluso explicar el comportamiento de personas y grupos que dicen situarse en el campo popular.

Hemos observado también la nula preocupación de los demás gobiernos regionales, con argumentos de supuestas diferencias entre una región y otra, con una concepción errónea de la Amazonía peruana, como si no se tratase de un extenso e integral sistema ecológico, cuyo futuro debe ser abordado con visión totalizadora y no disgregadora, cada uno con “su Amazonía”. La unidad amazónica parece ser solamente un ruido de foros, encuentros y conferencias, no de defensa concreta ni de un proyecto común de desarrollo. Este será, de no cambiar el rumbo, el seguro camino a un mayor atraso de la región y de las específicas regiones que se han establecido arbitrariamente, con indicios de regiones más pequeñas todavía ante el fracaso del proceso descentralizador actual.

Sin embargo, la Consulta Popular se realizó con el entusiasmo de las fuerzas que han participado conscientemente en ella. El primer factor positivo fue, efectivamente, el entusiasmo de los dirigentes, activistas y masas que organizaron, impulsaron e implementaron todo el trabajo. El entusiasmo no es solamente un problema emotivo de las personas que se entregan a una tarea. Esa emoción se guía por convicciones firmes en lo que nos proponemos y consideramos lo más adecuado para el cumplimiento de los objetivos de la lucha. Esto es lo que se notó en las cuatro semanas de preparación y de impulso.

Hay que valorar el trabajo permanente de los maestros del SUTE Loreto y de sus bases provinciales, verdaderos ejes e la movilización en torno a la Consulta Popular, con excepción de un ex Secretario General el SUTE Maynas, cuya licencia por “motivos familiares” le alejó de su responsabilidad cuando, precisamente, Eva Matute arremetía contra el FPL; cuando el magisterio se enfrentaba al tercio superior y cuando se volvía más necesaria la lucha contra el proyecto de subasta de la Amazonía peruana. Pero los “motivos familiares” no impidieron al ex dirigente acudir frecuentemente a la radio y a los periódicos para “convocar a la unidad” del FPL, adoptando, supuestamente, una actitud “neutral” frente a los “dos grupos”, cuando sabido es que apoyó a Eva Matute en su propuesta de expulsar a un dirigente de izquierda del Comité Ejecutivo del Frente. Estas cuestiones, aparentemente “menudas”, necesitan ser esclarecidas para comprender mejor los problemas de esta lucha. Casi semejante es el caso del ex Presidente del Frente de Alto Amazonas (FREDESAA), Pedro Tello, quien estaba boicoteando la Consulta Popular, por lo que las bases de ese Frente le relevaron en el cargo a pocos días del evento, lo que coadyuvó a su realización exitosa.

Importante, aunque pudo ser mayor, ha sido la participación de Fuerza Loretana, especialmente en la cobertura de las mesas de votación.

La Juventud Popular de Maynas desplegó su contingente de estudiantes universitarios en el trabajo de propaganda y de implementación de las mesas de votación.

Como lo menciona el diario La República en su editorial (edición del 26 e febrero), la lucha del pueblo de Loreto ha merecido, indirectamente, el apoyo de los vicariatos de Madre de Dios, San Ramón, Pucallpa y San José de Amazonas, que en comunicado público reclaman al gobierno considerar los intereses y la voz de los pueblos amazónicos en decisiones que afectan su vida, su cultura y su futuro. Es una parte de la Iglesia Católica que manifiesta su punto de vista a favor de los oprimidos.

Y una fuerza que se jugó con todas sus posibilidades de movilización es el Movimiento Nueva Izquierda en toda la Región. No es la primera vez que esto ocurre, pues generalmente es la izquierda la que viene sosteniendo, con más responsabilidad y energía, la lucha por la vigencia y la unidad del FPL.

Hay varios criterios para evaluar y señalar los resultaos de la Consulta Popular del 24 de febrero.

Uno es el criterio cuantitativo. Este criterio nos lleva a indicar que la Consulta Popular ha dado un resultado de importante participación en la votación ciudadana, superando el 25% del universo de electores en Loreto. Esta votación corresponde al % promedio que se obtiene en países donde la votación es libre y voluntaria. Para el caso de Loreto es más aceptable aún si tenemos en cuenta los factores geográficos que limitan grandemente el desplazamiento de las masas rurales y de la mayoría de los distritos esparcidos en la vasta floresta amazónica. Algún desprevenido o mal intencionado enemigo de la Consulta Popular podría señalar que la votación ha sido pobre. Este avieso crítico olvida que en la votación a que se refiere no han funcionado los mecanismos de compra de votos, de borracheras para inducir el voto ciudadano, ni el traslado gratuito de votantes, ni cambios de residencia de un distrito a otro para obtener mayores votaciones; no ocurrió todo lo que acontece en la podrida democracia electoral peruana. La votación del 24 de febrero fue libre, consciente, comprometida con una causa noble y digna y no con prebendas. Aquí radica su valor, su significado democrático, su contenido patriótico. Ya dijeron los leguleyos y tinterillos que, como no participó la ONPE y el JNE, la votación carece de validez y no tiene “efecto vinculante”. ¿Y para qué sirve ese efecto vinculante si el gobierno aprista no cumple ni con sus promesas electorales? Los dirigentes del FPL no han creído nunca que el gobierno y las instituciones oficiales iban a legalizar la Consulta Popular. El significado positivo de esta consulta reside en otro elemento difícil de entender para los espíritus filisteos y las burocracias satisfechas: en el ejercicio consciente del derecho que tiene el pueblo para tomar decisiones sobre los problemas que le conciernen.

Por eso es necesario apelar al criterio político para evaluar uno de los logros de la Consulta Popular. Esta logró detener la aprobación del Proyecto, su conversión en ley y su promulgación. Es un triunfo parcial, temporal, del FPL. Depende de las luchas siguientes para obtener o no una victoria más significativa. Si al pueblo del Cusco y a los agricultores que están luchando se les acusa e promover la “violencia irracional” para desacreditar sus justos reclamos y reprimirlos hasta con el asesinato de campesinos, esos acusadores no tendrán motivo para censurar la Consulta Popular del FPL. Pero si más adelante la población loretana se levanta para impedir la presencia de los grandes compradores de tierras, si es que el gobierno mantiene su irracional posición, no sabemos cuánta sangre podría derramarse por la represión policial.

Desde un criterio organizativo, la Consulta Popular ha fortalecido la posición del FPL frente a la posición gubernamental de pretender imponer medidas al margen de las aspiraciones y la voz de los pueblos amazónicos. La autoridad que ha ganado el FPL le servirá para plantear nuevas iniciativas, nuevos procesos de lucha, y le permitirá realizar el Congreso Extraordinario en mejores condiciones de unidad. Para amedrentar a los dirigentes, Eva Matute ha presentado una demanda penal contra dos de ellos por “falsedad ideológica” delito “contra la fe pública”, confundiendo los problemas organizativos con el uso del Poder Judicial, lo que expresa su impotencia y su desesperación.

IV. PERSPECTIVAS PARA LA LUCHA DEL FPL

Son muchas las perspectivas que se abren, a partir de la Consulta Popular, para el Frente Patriótico de Loreto. Nos ocuparemos de algunas de ellas, acaso las más fundamentales.

1. La primera cuestión importante es la perspectiva del fortalecimiento del Frente, tomando como punto de partida, en esta etapa, la realización del Congreso Regional Extraordinario que se realizará en estos días, a condición de que en su realización participen delegados con suficiente representación; que el nuevo Ejecutivo esté conformado por dirigentes que, sin dejar de mantener sus convicciones ideológicas y políticas, apliquen los principios de la unidad en el frente único, sean capaces de unir al pueblo en torno al programa común de lucha. Las expectativas para generar una renovada dirección del Frente existen en la propia población loretana, que está dispuesta a integrarse a la organización y a la lucha bajo una dirección capaz, honesta y, sobre todo, consecuente. Hay una tradición importante y positiva, pero hay también errores que deben ser resueltos adecuadamente, con métodos democráticos y no impositivos. El fortalecimiento del FPL es una necesidad urgente y eso depende, en gran parte, de las organizaciones que la conforman, de su participación democrática en los eventos del Frente y en la adopción de acuerdos previamente discutidos.

2. El Frente Patriótico de Loreto requiere dar un salto cualitativo en lo programático, desde la plataforma de lucha que levanta como conjunto de reivindicaciones y reclamos concretos al gobierno central y al gobierno regional, sin abandonar esta plataforma o programa concreto, debe pasar a discutir, elaborar y levantar un proyecto regional de desarrollo integral de la región, que contemple los problemas fundamentales y los ejes básicos para ese proyecto, articulándolos en una visión de conjunto y no en forma dispersa como se viene concibiendo el “desarrollo” desde los gobiernos regionales. El proyecto debe convertirse en un instrumento para que la población participe en la lucha con la conciencia de saber hacia dónde queremos ir, qué entendemos por desarrollo de la Amazonía y de Loreto en particular. Servirá también para emplazar al gobierno central y a los eventuales gobiernos regionales, exigiendo a la fuerzas políticas que pretenden gobernar Loreto plantear su programa de gobierno y cambiar el contenido y las formas de la lucha electoral, tan venida a menos con esa fanfarria de la “inversión electoral” para recuperar después lo que se ha gastado. No tendría sentido tanto sacrificio desplegado en las luchas del FPL si no se pone en el centro de nuestras preocupaciones un proyecto de mayor significación.

Sobre la base de estas dos perspectivas generales, se puede planificar las actividades y luchas del FPL, entre ellas, proseguir la lucha en defensa e la Amazonía peruana, tomar posición frente al APEC, así como frente a la aplicación de los acuerdos de Itamaratí, etc.

Sin oponer a los propósitos del FPL, cuyo carácter de frente único debe ser preservado, respetado y fortalecido, consideramos que Loreto requiere una propuesta política de carácter popular y de izquierda, basada en un programa de desarrollo para Loreto; una alternativa política que haga frente a las concepciones y a los métodos de la unidad desde arriba, entre algunos dirigentes cuyos objetivos comunes no son otros que distribuirse los puestos electorales como si fuera una torta y, en algunos casos, comprando el lugar en la lista para tener la mejor seguridad de captar la mayoría de los votos. Requerimos para Loreto una propuesta democrática y de izquierda. Que esta propuesta tenga un alcance nacional, es lo más adecuado, pero si en el plano nacional se siguen reproduciendo las taras del pasado, con representaciones casi personales de grupos y movimientos o de caudillos sin un proyecto programático claro, es legítimo dar paso a una propuesta regional democrática, de izquierda, popular y fundamentada en una alternativa programática de renovación y transformación. Se habla hoy mucho del cambio, palabra utilizada hasta por los más recalcitrantes defensores el neoliberalismo, lo que convierte al término en una realidad casi vacía para el pueblo. Del “cambio” Alan García pasó al “cambio responsable”, y hoy la propia Lourdes Flores Nano le pide también otro cambio. El Perú, por ende Loreto, necesitan una transformación profunda, un cambio revolucionario, proceso que debe enfrentarse al neoliberalismo y al capitalismo que aquél refleja en sus expresiones más salvajes para nuestros pueblos; perfilar una nueva economía que se entronque con la construcción del socialismo en el Perú. Las posibilidades de trabajar en esa perspectiva desde las regiones existen. Hay una nueva generación de izquierdistas que marchan en esa dirección, que buscan un nuevo camino para que el socialismo peruano sea, verdaderamente, la “creación heroica” del pueblo peruano, de la clase obrera, de los campesinos, del amplio sector oprimido, de los profesionales progresistas y de los empresarios nacionalistas que pueden y deben participar en un proyecto de renovación y transformación del país.

En la tarea de construir una nueva alternativa tienen su puesto de lucha los maestros y estudiantes, así como todos los profesionales dispuestos a comprometerse con un proyecto de renovación y transformación. Estos sectores de la población, por su acceso a un grado superior de educación, tienen mejores posibilidades de apoyar la organización, educación y lucha del pueblo. Los maestros y estudiantes han dado muestras de su potencialidad para integrarse a la lucha, como la formación de los frentes de defensa lo ha demostrado desde la década de los 70.

El trabajo programado por el SUTE Loreto para la elaboración, desde abajo, de un proyecto educativo regional en el presente año, constituye un elemento importante de proyección programática por una nueva educación que supere el continuismo de la reforma neoliberal que está aplicando el gobierno aprista con todas las barbaridades que viene imponiendo el Ministerio de Educación.

Falta, en Loreto, un replanteamiento de los problemas del desarrollo, del papel de los campesinos y de la incipiente clase obrera, de los industriales y demás empresarios que quieran ir más allá de la defensa de sus propios intereses, de los intelectuales loretanos, de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP), del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP), de los profesionales que no encuentran más incentivos de trabajo que un puesto burocrático al servicio de administraciones regionales que no tienen otro horizonte que conseguir una nueva reelección.

El tiempo es corto si pensamos que las transnacionales han alineado su ejército de burócratas para apoderarse de la Amazonía, dentro de un proyecto imperialista que Estados Unidos desarrolla para frenar la nueva tendencia antiimperialista en América del Sur. La seudo teoría del “perro del hortelano” es un libreto que se inserta en ese proyecto hemisférico de Washington.

Iquitos, febrero 27 del 2008
24 DE JULIO: V ASAMBLEA NAC. DE DELEGADOS DEL SUTEP(LIMA)
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