¿ES TAN DIFÍCIL GOBERNAR, SEÑOR RECTOR?
Dejémonos de eufemismos. Hay que hablar claro y con la verdad. Porque los denuestos que acaba de lanzar públicamente en una reciente conferencia de prensa, el Dr. Orlando Gonzáles Nieves, Rector de la Universidad Nacional de Trujillo, es una tremenda afrenta que la Comunidad Universitaria y la opinión pública no merecemos. Su pose lastimera, refleja orfandad en el conocimiento de los principios rectores de la gobernabilidad en un Estado de Derecho y en plena democracia.
Disparos al pie
El señor Rector dice a la prensa que el Consejo Universitario "no lo deja trabajar", porque los Decanos y consejeros estudiantiles fueron elegidos por la anterior Ley Universitaria y luego colige que "ello afecta la gobernabilidad". Dice el Rector que ha empezado "grandes reformas" en la UNT y esas iniciativas quedan "frustradas" porque no recibe el apoyo del Consejo Universitario, lo cual es falso porque los señores decanos han mostrado enorme disposición de contribuir al buen gobierno de la UNT. Y, a continuación, lanza su amenaza, a través de la prensa, que ¡ha pedido al SUNEDU y al Congreso de la República que intervengan¡
¿Por qué sale el Rector a decir tamañas barbaridades? ¿Por qué patear el tablero, invocando la intervención de terceros? Solo él lo sabe. Lo cierto es que hace pocos días estuvo por Lima, acompañado del inefable Roberto Rojas (¿ ?) buscando consejos del congresista Daniel Mora para ver cómo deshacerse de los Decanos y de la Asamblea Universitaria que, como Asamblea Estatutaria, aprobó el Estatuto vigente, y del Consejo Universitario. Es que, acaso, ¿El Rector no puede gobernar concertadamente con los demás integrantes de este órgano de gobierno?. Esto es inaceptable desde todo punto de vista. Admita, Sr. Rector, y reconozca que los decanos son docentes respetables y con excelente trayectoria académica, además, tienen la representación legal y democrática de sus Facultades, lo que no hace ni más ni menos legítima su elección aun cuando no hayan sido elegidos por voto universal; por último, son personas honorables que exigen sea respetada su dignidad como tales. Daría la impresión que los decanos, por no ser de su tendencia, son conflictivos e irreconciliables. TODO LO CONTRARIO. La intolerancia y conflictividad parte de Ud., aceptando consignas de los grupos que están en su entorno, al acecho de los cargos.
¿Hay que provocar la anarquía?
La nueva gestión presidida por el Dr. Orlando González Nieves, es cierto que no tiene mayoría en la Asamblea Universitaria ni en el Consejo Universitario. Y no lo tiene porque en aplicación de la nueva Ley Universitaria N° 30220, la UNT eligió primero a su Asamblea Estatutaria, para que dicho ente redactara un nuevo Estatuto. Esa disposición ya se cumplió. Luego, se ha procedido con elecciones universales del rector y de sus vicerrectores, con resultados por todos conocidos: la lista del actual Rector obtuvo el 53.48% de los votos válidos y la lista contraria alcanzó el 46.52%. La diferencia es 6.9%. Como se ve, su victoria no fue abrumadora, como han pretendido hacer creer. ¿Qué triunfó electoralmente?. Nadie le ha discutido. La tensión comienza cuando, sabedor que no tiene mayoría en los dos órganos centrales de la Universidad, no atina a una convocatoria amplia para gestionar la gobernabilidad que reclama. ¿Y por eso invoca la intervención del SUNEDU y del Congreso para intervenir la UNT?. Por Dios ¿Qué le pasa a nuestro Rector?. Esto es descalificador y pone de manifiesto su absoluta incapacidad en el manejo político institucional de la UNT. No debemos permitir que gente ajena a nuestra alma máter se inmiscuya en asuntos internos. Nosotros somos los únicos que, con autonomía plena, con suficiencia ética y profesional, asumiremos nuestras propias responsabilidades. Esto es madurez política.
¿Por qué no se anima a los consensos?
Para que gobierne el señor Rector no es necesario deshacerse de las actuales autoridades que representan a las Facultades; eso quisieran ciertas personas de su entorno, quienes maquinan, traman y mienten maquiavélicamente.
Constituyen de hecho prácticas condenables, porque recurren siempre al secretismo, a la deformación, cuando no la manipulación y hasta el silencio calculado. Felizmente la Comunidad Universitaria conoce quienes son, por eso no vale la pena ni nombrarlos. Pero se han convertido en compañeros de ruta del señor Rector. Ojalá que cuando se percate del espectro negativo que carga sobre sus hombros, no sea demasiado tarde para la UNT.
El señor Rector debería aprender sobre gobernabilidad nutriéndose del pensamiento de Simón Bolívar, el Integracionista, y del Tribuno de la República, José Faustino Sánchez Carrión, el sabio consejero fundador de la Universidad Nacional de Trujillo. Ambos, que bebieron de la Ilustración y del espíritu liberal europeo, nos dieron ejemplos concretos de cómo gobernar con equilibrio de poderes, sustentados en una conducta ética con tolerancia y pensando en la institucionalidad, por encima de todo. ¿Acaso quiere el señor Rector que se levanten de su tumba, Bolívar y Sánchez Carrión, y libere a su templo de mercaderes y ladinos?
¿El Rector prepara el escenario para DISOLVER al Consejo Universitario?
La gobernabilidad que invoca el señor Rector no vendrá de la mano del SUNEDU ni de los estropicios que puedan generar los consejos del congresista Mora ni de los que recibe de los inescrupulosos y calculadores que tiene a su lado. La gobernabilidad consistirá en buscar consensos para ejercer efectiva gestión académica y administrativa. Un rector debiera ser tolerante hasta con los enemigos, si los tuviera. ¿Acaso en la democracia de los Estados Unidos, los republicanos y demócratas no buscan acuerdos de consenso? ¿El equilibrio de poderes en el Perú no se sustenta- mal que bien- en los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial? ¿Y por qué, en un espacio del conocimiento y del universalismo de las ideas y del pensamiento, como lo es la Universidad, no puede existir equilibrio de poderes?. El señor Rector se va perfilando más como un "golpista" en potencia que como un líder que promueve, alienta y efectiviza ideas y estilos democráticos para gobernar la UNT.