LA UNIDAD QUE REQUERIMOS
Por Manuel Guerra
Si el neoliberalismo se ha impuesto sin mayores problemas en el país se debe, entre otras cosas, a que no ha encontrado una resistencia articulada por parte de los sectores populares. El derrumbe de Izquierda Unida en los 80, el violentismo de Sendero Luminoso, el colapso de la ex Unión Soviética y sus satélites, todo ello fue hábilmente aprovechado por el imperialismo y la derecha para desatar una ofensiva sin precedentes en el terreno de las ideas e imponer sus valores sustentados en el individualismo extremo. La fragmentación social y política resultante fue el terreno donde se impuso a rajatabla el capitalismo salvaje.
No es que durante este periodo no se luchara, pero se luchó a la defensiva, de manera dispersa, en condiciones de debilidad, sin una estrategia que colocara como eje la conquista de espacios de gobierno y poder, necesarios para llevar adelante una propuesta de desarrollo alternativa al neoliberalismo. Tanto durante el fujimorato como en el toledismo los sectores populares protagonizaron importantes medidas de lucha, Sin embargo las masas populares que sufrieron las consecuencias del neoliberalismo y mostraron su rechazo y aspiración al cambio, no tuvieron claridad respecto a las opciones políticas que representaban una salida, lo que significó una ventaja a la derecha que aprovechó para llevar adelante su proyecto continuista.
El segundo gobierno de García es también fruto de esta situación, aunque en circunstancias bastante diferentes. Su victoria se logró en medio del pánico de la derecha frente al ascenso de la candidatura de Ollanta Humala, quien había logrado canalizar las aspiraciones al cambio de vastos sectores de la población. El cierrafilas derechista alrededor del candidato aprista, la sucia campaña mediática contra el representante del nacionalismo, el fraude al que tuvieron que recurrir, no representaron sino recursos desesperados frente a la posibilidad real que pudieran ser desplazados del gobierno. Sin embargo es justo señalar que el manejo derechista fue facilitado también por las dificultades que atravesaba la oposición popular que no logró articular una propuesta unitaria con la solidez suficiente para conquistar una victoria decisiva.
Las jornadas de julio y noviembre del año pasado tuvieron la virtud de permitir una confluencia de los movimientos sociales y las organizaciones políticas que se inscriben en el cambio. En este proceso se organizó la Coordinadora Política y Social, espacio que después de muchos años integra a las organizaciones populares más representativas junto a los partidos y movimientos políticos que representan a las opciones de izquierda, democráticas y nacionalistas. La Coordinadora representa una conquista de suma importancia que hay que cuidar, ampliar y perfeccionar. Se ha avanzado en aprobar una propuesta programática y plataforma de lucha y en la participación unitaria en diversos escenarios de acción de masas y lucha política. La Coordinadora se viene construyendo en diversas bases y regiones, lo cual, junto al uso de métodos democráticos en su seno representa una garantía para su consolidación y conjurar el burocratismo.
La unidad lograda en la Coordinadora es un paso adelante, pero aun insuficiente en la tarea de lograr la gran unidad de nuestro pueblo para derrotar al neoliberalismo y realizar los cambios que el país reclama. En este sentido debemos concebir a la Coordinadora como el motor de una unidad mayor que debe plasmarse en la constitución de las asambleas de los pueblos del Perú. Las asambleas de los pueblos deben organizarse en todos los rincones del país, incorporando a las organizaciones gremiales y sindicales, a los frentes regionales, colegios profesionales, organizaciones de mujeres y juveniles, movimientos ecologistas, poblaciones étnicas, organizaciones políticas, personalidades e intelectuales, etc. La organización de las asambleas de los pueblos solo será efectiva si se pone en marcha la participación democrática de la población, su protagonismo en la toma de decisiones. Debe construirse de abajo hacia arriba, cerrándole el paso a la manipulación, al cuoteo, a la componenda en las alturas, métodos nefastos que tanto daño han hecho a las organizaciones populares
El reto consiste en construir la unidad que no se agote en la coyuntura, ni en las necesidades particulares. Hay que proyectar esta unidad hacia el futuro, consolidarla con la claridad y voluntad de llevar adelante las grandes transformaciones alternativas a las que implementan las clases dominantes.
¡UNIDAD PARA LUCHAR,UNIDAD PARA VENCER!
Estimados maestros y maestras:
Estamos atravesando circunstancias difíciles para el magisterio y la educación pública. El mensaje presidencial por fiestas patrias ha hecho más evidente el abandono, por parte de Ollanta, de sus compromisos electorales y la continuidad del modelo neoliberal.
Lejos de cumplir con lo ofrecido al magisterio y lo avanzado en la mesa de diálogo, respecto del urgente incremento de remuneraciones y pensiones, así como el pago de la deuda histórica, lo que tenemos es una propuesta de una "Ley de Desarrollo Docente" que, por presión de los defensores de la mal llamada Ley de CPM, hasta le han cambiado de nombre y, hasta donde se conoce por la versión no oficial que está circulando, en el marco del ahorro fiscal que exige el Ministerio de Economía, por orden del FMI, pretende anular los más importantes beneficios económicos y hasta rebajar los niveles alcanzados por los maestros comprendidos en la Ley 24029 – 25212.
Sin embargo, el SUTEP cuenta con el Anteproyecto de Ley del Profesorado, que luego de ser aprobado en dos convenciones nacionales sucesivas y de una amplia difusión, ha sido presentado al Congreso de la República por intermedio del Colegio de Profesores del Perú. Tal como lo ha aprobado la V Asamblea Nacional de Delegados del SUTEP, del 02 de agosto, exigimos el más amplio debate de ambas propuestas con la participación de los directamente involucrados como somos los maestros.
Entre otras cosas, debemos exigir:
1) Aumento para todos los maestros (desde el piso salarial) y proporcionalmente a los niveles. ¡No a la rebaja de los sueldos!
2) Respeto a los niveles alcanzados en las respectivas leyes (24029 y 29062) no a las "reubicaciones" arbitrarias y sin criterio pedagógico. ¡No a la rebaja de niveles!
3) Carrera de 5 niveles y desarrollo meritocrático (por evaluación) para los ascensos.
4) Evaluación que incida principalmente en el desempeño en el aula o la función que se ejerza.
5) Respeto a todas las bonificaciones y asignaciones conquistadas.
6) Respeto de la estabilidad laboral.
7) Desarrollo magisterial con equidad, no a la condena del 70% de maestros a una "carrera" de dos niveles (29062).
Lamentablemente en esta lucha tenemos dos distractivos: por un lado los defensores de la mal llamada Ley de CPM de Chang y García, que plantean no tocar ese engendro y "ni un sol de aumento si no es previa evaluación"; y, por otro lado el anarquismo divisionista que le hace el juego a los enemigos del magisterio y que tras el objetivo de legitimar al movadef de sendero luminoso, para buscar la amnistía de Fujimori, Montesinos y Abimael Guzmán, han promovido una huelga de una minoría del magisterio del sur del país, generando ante la opinión pública la imagen de un sindicato dividido, que sólo favorece a los implementadores de la reforma educativa neoliberal, privatista y antimagisterial. No es la primera vez que lo hacen: en el 2003, con su accionar divisionista, dieron motivo para la declaratoria del estado de emergencia y la posterior aprobación de la Ley General de Educación 28044 que da inicio a la "evaluación para la permanencia"; en el 2007, igualmente promovieron una huelga divisionista que permitió la dación de la Ley 29062 mal llamada de CPM de Chang.
Hoy requerimos de la más amplia unidad para enfrentar esta situación. Además del amplio debate para el que debemos estar preparados, en base a nuestra propuesta, necesitamos estar mentalizados para las más diversas acciones de masas que debemos implementar en el momento oportuno, sobre todo cuando se inicie el debate en el Congreso, incluida la huelga. Participemos activamente en las reuniones de estudio y debate de la Ley el 10 de agosto y garanticemos la presencia de nuestros delegados en la Convención Nacional Extraordinaria del 18 de agosto. Pongamos en tensión todas nuestras fuerzas.
Rene Ramírez Puerta
Secretario General SUTEP