Mensaje
. La tragedia de Haití (un terremoto que fuera estimado por algunos científicos treinta y cinco veces más potente que la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima) ha generado, además de los gestos de solidaridad internacional, las sospechas de ser víctima de una ocupación militar inusual por parte de Estados Unidos con el despliegue en puntos estratégicos de tropas fuertemente armadas de su 82ª División Aerotransportada, la cual ostenta -por cierto- el macabro registro histórico de haber intervenido en las operaciones de invasión a República Dominicana, Vietnam, Grenada, Panamá, Bosnia-Herzegovina, Afganistán e Iraq. De este modo, Estados Unidos -al igual que lo hiciera durante la invasión a la isla de Grenada bajo la presidencia de Ronald Reagan- estaría justificando su excesivo y unilateral despliegue militar mediante la estrategia del caos, haciéndola ver como necesaria frente a la situación incontrolable que allí se desataría, ante la mirada cómplice o resignada de la ONU, la OEA y demás autoridades internacionales que, tácitamente, le estarían reconociendo al gobierno estadounidense la jurisdicción autoimpuesta. De tal suerte que las tareas de rescate en Haití no son ninguna prioridad para el gobierno de Barack Obama (como se puede deducir de algunas imágenes televisivas), lo que obviamente nos conduciría a pensar que el imperialismo yanqui estaría apoderándose implícitamente de dicho país, siendo éste un punto estratégico en el mar Caribe, sin fuerzas armadas que lo defiendan y con un gobierno carente de todo. Según lo expresado por el portavoz del Departamento de Estado y corroborado por su titular, Estados Unidos no tiene planeado abandonar suelo haitiano, una vez que comience a restablecerse la situación en éste, lo cual supone que su interés primordial es, sin lugar a dudas, meramente militar y no humanitario como quieren hacerlo ver ante la opinión pública mundial. De hecho, la manipulación y transmisión de imágenes que dan cuenta de una realidad desquiciada ante la falta de atención médica, de tareas de salvamento y de alimentos, le permite a Estados Unidos convencer a todos de la necesidad de implantar un régimen marcial bajo su mando y coordinación, obviando la participación y presencia de la ONU y de aquellas naciones que, desde un primer momento, como Venezuela y Cuba, extendieron su mano solidaria al sufrido pueblo de Haití. Además, su control del aeropuerto de Port Au Prince, negándose a admitir el aterrizaje de aeronaves provenientes de otros países, establece el hecho indudable que Estados Unidos está protagonizando una invasión militar camuflada de ayuda humanitaria a los haitianos, lo cual debiera preocupar a los gobiernos de la región, por lo que ello implica para el necesario equilibrio de fuerzas y la autodeterminación de los pueblos de nuestra América. Asimismo, llama la atención la suspicacia divulgada en algunos medios, especialmente por Internet, sobre que este terremoto sería consecuencia de un bombardeo ionosférico de la Marina estadounidense que formaría parte del Proyecto de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia, mejor conocido como HAARP, por sus siglas en inglés, cuyas instalaciones están ubicadas en Alaska y que compone el arsenal de armas del Nuevo Orden Mundial bajo la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), diseñada por Estados Unidos durante la Guerra Fría; una cuestión que empieza a preocupar a Rusia y Europa, dado que le daría mayor preponderancia en sus propósitos de controlar el planeta entero, con todos los recursos naturales y energéticos a su completa disposición.- Foto: Haití, Terremoto - Pobladores del barrio Cité Soleil, en la capital haitiana Puerto Príncipe, esperan la distribución de alimentos. / Autor: Marcello Casal - ABR http://www.argenpress.info/2010/01/haiti-victima-de-una-ocupacion-militar.html
Enviado por http://blog.unijimpe.net
¡UNIDAD PARA LUCHAR,UNIDAD PARA VENCER!
Estimados maestros y maestras:
Estamos atravesando circunstancias difíciles para el magisterio y la educación pública. El mensaje presidencial por fiestas patrias ha hecho más evidente el abandono, por parte de Ollanta, de sus compromisos electorales y la continuidad del modelo neoliberal.
Lejos de cumplir con lo ofrecido al magisterio y lo avanzado en la mesa de diálogo, respecto del urgente incremento de remuneraciones y pensiones, así como el pago de la deuda histórica, lo que tenemos es una propuesta de una "Ley de Desarrollo Docente" que, por presión de los defensores de la mal llamada Ley de CPM, hasta le han cambiado de nombre y, hasta donde se conoce por la versión no oficial que está circulando, en el marco del ahorro fiscal que exige el Ministerio de Economía, por orden del FMI, pretende anular los más importantes beneficios económicos y hasta rebajar los niveles alcanzados por los maestros comprendidos en la Ley 24029 – 25212.
Sin embargo, el SUTEP cuenta con el Anteproyecto de Ley del Profesorado, que luego de ser aprobado en dos convenciones nacionales sucesivas y de una amplia difusión, ha sido presentado al Congreso de la República por intermedio del Colegio de Profesores del Perú. Tal como lo ha aprobado la V Asamblea Nacional de Delegados del SUTEP, del 02 de agosto, exigimos el más amplio debate de ambas propuestas con la participación de los directamente involucrados como somos los maestros.
Entre otras cosas, debemos exigir:
1) Aumento para todos los maestros (desde el piso salarial) y proporcionalmente a los niveles. ¡No a la rebaja de los sueldos!
2) Respeto a los niveles alcanzados en las respectivas leyes (24029 y 29062) no a las "reubicaciones" arbitrarias y sin criterio pedagógico. ¡No a la rebaja de niveles!
3) Carrera de 5 niveles y desarrollo meritocrático (por evaluación) para los ascensos.
4) Evaluación que incida principalmente en el desempeño en el aula o la función que se ejerza.
5) Respeto a todas las bonificaciones y asignaciones conquistadas.
6) Respeto de la estabilidad laboral.
7) Desarrollo magisterial con equidad, no a la condena del 70% de maestros a una "carrera" de dos niveles (29062).
Lamentablemente en esta lucha tenemos dos distractivos: por un lado los defensores de la mal llamada Ley de CPM de Chang y García, que plantean no tocar ese engendro y "ni un sol de aumento si no es previa evaluación"; y, por otro lado el anarquismo divisionista que le hace el juego a los enemigos del magisterio y que tras el objetivo de legitimar al movadef de sendero luminoso, para buscar la amnistía de Fujimori, Montesinos y Abimael Guzmán, han promovido una huelga de una minoría del magisterio del sur del país, generando ante la opinión pública la imagen de un sindicato dividido, que sólo favorece a los implementadores de la reforma educativa neoliberal, privatista y antimagisterial. No es la primera vez que lo hacen: en el 2003, con su accionar divisionista, dieron motivo para la declaratoria del estado de emergencia y la posterior aprobación de la Ley General de Educación 28044 que da inicio a la "evaluación para la permanencia"; en el 2007, igualmente promovieron una huelga divisionista que permitió la dación de la Ley 29062 mal llamada de CPM de Chang.
Hoy requerimos de la más amplia unidad para enfrentar esta situación. Además del amplio debate para el que debemos estar preparados, en base a nuestra propuesta, necesitamos estar mentalizados para las más diversas acciones de masas que debemos implementar en el momento oportuno, sobre todo cuando se inicie el debate en el Congreso, incluida la huelga. Participemos activamente en las reuniones de estudio y debate de la Ley el 10 de agosto y garanticemos la presencia de nuestros delegados en la Convención Nacional Extraordinaria del 18 de agosto. Pongamos en tensión todas nuestras fuerzas.
Rene Ramírez Puerta
Secretario General SUTEP