Estos maestros están revolucionando la enseñanza de las matemáticas y de las ciencias en el Perú. Abel Ortega y Gerardo Lázaro pertenecen a una élite de docentes que busca hacer clases más dinámicas, interactivas e hipervisuales. Pregonan el uso de la web 2.0 y descubren solos las nuevas herramientas de la tecnología multimedia. Ambos fueron invitados por la Fundación Telefónica al VI Encuentro Internacional Educared 2001, realizado en Madrid, España.
Por Mario Munive
Una clase de geometría puede hundir en la más oscura confusión a cualquier adolescente, menos a los alumnos de Abel Ortega Luna. Ellos se divierten con las figuras y no les hacen asco a los números. Se han habituado a presentar sus tareas en video, algunos les ponen música y otros les dan un toque teatral a sus exposiciones. Cada bimestre forman equipos para competir en "el rally de las matemáticas". Comparten dos aulas: una física, en el colegio Mundo Mejor, de Chimbote; otra virtual, en una nube de Google. Allí suben sus tareas, bajan los ejercicios que el profe les deja cada semana y participan de un foro online. Abel está obsesionado con una idea: "Lograr un aprendizaje significativo de las matemáticas y la física". Es un hombre pequeño y macizo que se emociona cuando explica cómo contagia su interés académico a sus alumnos.
Su historia docente resume la evolución de un maestro que hoy es considerado un pionero en el uso pedagógico de las TIC, las famosas tecnologías de la información y la comunicación. Abel expone sus clases en power point, con puntero infrarrojo, control remoto y cañón multimedia. A menudo utiliza efectos visuales para sostener la atención del alumno. Desplaza figuras en la pantalla, las pinta con un simple click mientras expone conceptos y luego las desvanece con el repentino chasquido que hacen sus dedos. Su auditorio queda fascinado. Si al fondo alguien no entiende una parte, retrocede hasta el gráfico en el que el alumno se perdió y vuelve a explicar. Pensando justamente en aquellos que necesitan volver una y otra vez sobre la misma lección, hace tres años Abel concluyó que cada una de sus clases debía estar a disposición de los alumnos en cualquier momento del día.
Se propuso entonces colgarlas en Youtube. Antes debía cambiar el formato. Pasar a video cada power point. Abel se sumergió en internet, encontró los programas para registrar las imágenes y los audios con su voz, e hizo una edición prolija de cada lección. Por fin los chicos podrían repetir las clases en casa o en una cabina de barrio. Un lema empezó a guiar los pasos de Abel mientras navegaba en la web: "Lo que se tenga que aprender, lo aprendemos haciendo". Si quería clases más dinámicas e interactivas para sus alumnos necesitaba utilizar con solvencia una gama diversa de programas informáticos. Buscándolos se sumergió en una vorágine de hallazgos que ha aplicado con audacia en el blog "Las tics en la matemática-física", un formidable repositorio de pedagogía escolar.
El blog es hoy una fuente de consulta para alumnos de Chimbote, Arequipa o Guayaquil. Profesores de colegios limeños utilizan sus videos en clase y le escriben a Abel para preguntarle cómo hizo esto o aquello. Más de 28,500 visitas han quedado registradas. En julio, Educared, el portal educativo de la Fundación Telefónica, lo reconoció como la mejor experiencia pedagógica en el uso de TICs en el Perú. En su blog hay una pequeña sección titulada La frase del mes. Abel la renovó esta semana. Pensando en su desafío personal escogió un proverbio que no podía ser más certero: "Quien se atreve a enseñar nunca debe dejar de aprender".
Una clase para ser tocada
La memoria no es una de las cualidades que Gerardo Lázaro espere de sus alumnos. Más importante para él es que aprendan a manejar información, que hagan deducciones e inferencias. Prefiere que desarrollen habilidades audiovisuales, que sean capaces de convertir en una representación gráfica el concepto más duro y abstracto.
Definitivamente, este profesor de biología y ciencias nada tiene de convencional. Estudió dos carreras, tiene maestrías y diplomados, es consultor en temas educativos, pero quien lo vea explicar todo lo que se puede hacer en una clase con una pizarra digital interactiva concluirá que se siente como pez en el agua en su faceta de divulgador de nuevas tecnologías.
Cuando prepara una clase Gerardo diseña los contenidos a partir de imágenes. La verdad es que utiliza muy poco texto. Y ese detalle no incomoda a sus alumnos, al fin y al cabo son nativos digitales, han desarrollado una poderosa cultura visual y suelen aburrirse frente a una sábana de texto. Para una lección sobre genética y clonación Gerardo puede apelar a lienzos digitales o infografías, pero también a videos y diagramas. Todo en formato digital. Como pocos maestros en el Perú, este limeño de 36 años ha desarrollado habilidades para el uso de recursos multimedia. En su blog "Docentes 2.0", alojado en el portal de Educared, Gerardo pregona la organización visual de la información y el uso pedagógico de Twitter y Facebook.
"Yo pienso en una clase que también puede ser tocada", explica Gerardo mientras presiona la pantalla táctil de una pizarra digital y desplaza la figura de un crustáceo cuya dimensión aumenta o comprime ni bien estira o une las yemas de sus dedos. "En una animación de cinco minutos sobre las funciones de las enzimas –explica– se puede condensar una clase que a un profesor convencional le demandaría 45 minutos de oratoria. Ese es un lapso demasiado largo como para pedirle a un chico, de estos tiempos, que sostenga su atención y capacidad reflexiva". Gerardo está convencido de que la pizarra digital puede ser un gran aliado de los profesores en clase. Video, sonido, acceso a internet (y a la diversidad de programas gratuitos que ofrece) confluyen en este aparato sobre el cual sus alumnos hacen anotaciones que se pueden imprimir, guardar y enviar por correo electrónico.
Hace poco su hijo de siete años cogió un iPod en casa y descubrió propiedades que él desconocía. "Me enseñó aplicaciones que yo ni siquiera imaginaba podían estar aquí", recuerda Gerardo. La anécdota le confirmó una vez más que la carrera por manejar más rápido y mejor las nuevas tecnologías ya la perdimos los adultos. "Los maestros que llevan su clase escrita al salón deberían comerse sus miedos –afirma Gerardo–. Que aprendan de una vez tecnologías de la información y la comunicación". Entrenarse en el uso pedagógico de estas herramientas, reflexiona, será lo único que podrá garantizarles un espacio laboral en el futuro.
http://www.larepublica.pe/06-11-2011/profesores-20-pioneros-de-la-tecnologia-en-el-aula
