---------- Mensaje reenviado ----------
De: ALFONSO CALDERON OTOYA <saratoga_1915@hotmail.com>
Fecha: 24 de enero de 2013 21:49
De: ALFONSO CALDERON OTOYA <saratoga_1915@hotmail.com>
Fecha: 24 de enero de 2013 21:49
La riqueza extrema
Oxfam, la organización internacional que promueve el desarrollo y lucha contra el hambre, ha publicado un informe inquietante: las 100 personas más ricas del planeta obtuvieron en un año, en el 2012, ingresos netos (después de pagar impuestos) de 240 mil millones de dólares. Con esa suma, calcula Oxfam, se podría acabar cuatro veces con la pobreza extrema que sufren millones de personas
El informe precisa que el uno por ciento de las personas más ricas del mundo ha incrementado sus ingresos en un 60 por ciento en los últimos 20 años, y la crisis financiera no ha hecho más que acelerar ese proceso, en lugar de ralentizarlo.
Señala Oxfam que la riqueza y los ingresos extremos no solo no son éticos, sino que además son económicamente ineficientes, políticamente corrosivos, dividen a la sociedad y son destructivos para el medio ambiente. Se estima, expresa el texto, que cada persona del uno por ciento más rico utiliza unas diez mil veces más carbono que un ciudadano estadounidense medio.
Noam Chomsky ha publicado recientemente, con el sello editorial de Penguin Books, un libro en que, entre muchas otras cosas, se advierte sobre la catástrofe medioambiental que nos amenaza, por culpa del gran empresariado yanqui. Me refiero a Making the future (construyendo el futuro), publicado simultáneamente en varios países de habla inglesa.
Dice Chomsky: "Prácticamente todos los países del mundo están tomando medidas para por lo menos limitar el daño ambiental. Los Estados Unidos están dando pasos para atrás. Operativos de propaganda a gran escala, abiertamente promovidos por la comunidad de los negocios, buscan convencer al público de que el cambio climático es solo un engaño liberal. ¿Por qué prestar atención a esos científicos?".
El volumen de Chomsky exhibe en su portada este juicio de John Pilger: "Noam Chomsky es una inspiración en todo el mundo –para millones, sospecho– por la simple razón de que es un anunciador de la verdad a escala épica".
Oxfam afirma que los líderes deben aprender de los éxitos actuales de países como Brasil, que ha crecido rápidamente al tiempo que reducía la desigualdad – así como el éxito histórico de los Estados Unidos en los años 30 cuando se implantó el New Deal (Nuevo Trato) de Roosevelt que ayudó a reducir la desigualdad y a atajar los intereses espurios.
Acabar con los paraísos fiscales –que albergan cerca de 32 billones de dólares (o una tercera parte de la riqueza global)– podría generar, sostiene Oxfam, 189.000 millones de dólares adicionales en recaudación tributaria. Además, el New Deal debería incluir elementos como:
Señala Oxfam que la riqueza y los ingresos extremos no solo no son éticos, sino que además son económicamente ineficientes, políticamente corrosivos, dividen a la sociedad y son destructivos para el medio ambiente. Se estima, expresa el texto, que cada persona del uno por ciento más rico utiliza unas diez mil veces más carbono que un ciudadano estadounidense medio.
Noam Chomsky ha publicado recientemente, con el sello editorial de Penguin Books, un libro en que, entre muchas otras cosas, se advierte sobre la catástrofe medioambiental que nos amenaza, por culpa del gran empresariado yanqui. Me refiero a Making the future (construyendo el futuro), publicado simultáneamente en varios países de habla inglesa.
Dice Chomsky: "Prácticamente todos los países del mundo están tomando medidas para por lo menos limitar el daño ambiental. Los Estados Unidos están dando pasos para atrás. Operativos de propaganda a gran escala, abiertamente promovidos por la comunidad de los negocios, buscan convencer al público de que el cambio climático es solo un engaño liberal. ¿Por qué prestar atención a esos científicos?".
El volumen de Chomsky exhibe en su portada este juicio de John Pilger: "Noam Chomsky es una inspiración en todo el mundo –para millones, sospecho– por la simple razón de que es un anunciador de la verdad a escala épica".
Oxfam afirma que los líderes deben aprender de los éxitos actuales de países como Brasil, que ha crecido rápidamente al tiempo que reducía la desigualdad – así como el éxito histórico de los Estados Unidos en los años 30 cuando se implantó el New Deal (Nuevo Trato) de Roosevelt que ayudó a reducir la desigualdad y a atajar los intereses espurios.
Acabar con los paraísos fiscales –que albergan cerca de 32 billones de dólares (o una tercera parte de la riqueza global)– podría generar, sostiene Oxfam, 189.000 millones de dólares adicionales en recaudación tributaria. Además, el New Deal debería incluir elementos como:
- Revertir la tendencia hacia sistemas fiscales regresivos
- Medidas que incrementen los salarios en relación con los
rendimientos crecientes del capital - Incrementar las inversiones en los servicios públicos
Nuevo jale de la revocación
rendimientos crecientes del capital
Escribe César Lévano
Agustín Mantilla, brazo derecho de Alan García en el ejercicio del poder, no es un personaje recomendable, pero ahora recomienda sacar a Susana Villarán de la alcaldía.
Mantilla fue elevado a altos cargos del APRA y del gobierno por el expresidente García, de quien fue secretario privado y compañero inseparable sin interrupción.
La trayectoria de Mantilla ilustra sobre el carácter y la moral del aprismo de la era García. Fue primero viceministro del Interior y luego ministro de la misma cartera en el primer régimen del APRA. En ese lapso ocurrió la matanza de El Frontón, en 1986. Mantilla dirigió la operación, cuyo autor intelectual fue el entonces Presidente. Años más tarde, éste atribuyó a su secuaz toda la responsabilidad de la masacre.
Fue secretario general del APRA entre 1993 y 1995 y en 1995 resultó elegido congresista. Fue notoria entonces su actitud de plegarse a la bancada fujimontesinista en acuerdos destinados a impedir que se investiguen actos de corrupción.
En marzo del 2000 perpetró una hazaña descollante. Recibió 30 mil dólares de Vladimiro Montesinos para gastos de la campaña electoral del APRA, de la cual Mantilla era jefe. Cuando esta bajeza fue exhibida por televisión, la dirigencia aprista lo separó del partido. García declaró que esa acción había sido una "puñalada por la espalda". Lo que pasa es que también Mantilla cree que la plata viene sola. Sus vínculos con el APRA nunca se rompieron.
Todo el mundo se asombró cuando se reveló que en el Union Bank de Suiza existían unas cuentas de dos millones y medio de dólares a nombre de Mantilla. El dinero había sido depositado en diciembre de 1990 y enero de 1991, poco después de que García concluyera su primer periodo. Mantilla ha justificado esa fortuna con argumentos nada creíbles.
El 27 de junio de 1989, cuando García gobernaba, se hizo pública una nota de carácter secreto de la Dirección de seguridad del Estado de la Policía, que daba a conocer los nombres de altos funcionarios apristas involucrados en el robo sistemático de oro, de propiedad de Centromin. El documento atribuía protección en el delito al Ministerio del Interior, "como es el señor Mantilla, que obedecería disposiciones directas del señor Presidente Constitucional".
El gerente de Operaciones Metalúrgicas de Centromin, ingeniero Óscar Posadas, llegó a declarar que el oro "era para el presidente de la República y que no era LA PRIMERA vez que ordenaba una gestión de ese tipo".
En el poder y fuera de él, Agustín Mantilla ha demostrado constante inclinación represora y violentista. No solo El Frontón figura en su currículo. No en vano está incluido en el caso del grupo paramilitar "Rodrigo Franco", que llevó a cabo ejecuciones extrajudiciales.
La trayectoria de Mantilla ilustra sobre el carácter y la moral del aprismo de la era García. Fue primero viceministro del Interior y luego ministro de la misma cartera en el primer régimen del APRA. En ese lapso ocurrió la matanza de El Frontón, en 1986. Mantilla dirigió la operación, cuyo autor intelectual fue el entonces Presidente. Años más tarde, éste atribuyó a su secuaz toda la responsabilidad de la masacre.
Fue secretario general del APRA entre 1993 y 1995 y en 1995 resultó elegido congresista. Fue notoria entonces su actitud de plegarse a la bancada fujimontesinista en acuerdos destinados a impedir que se investiguen actos de corrupción.
En marzo del 2000 perpetró una hazaña descollante. Recibió 30 mil dólares de Vladimiro Montesinos para gastos de la campaña electoral del APRA, de la cual Mantilla era jefe. Cuando esta bajeza fue exhibida por televisión, la dirigencia aprista lo separó del partido. García declaró que esa acción había sido una "puñalada por la espalda". Lo que pasa es que también Mantilla cree que la plata viene sola. Sus vínculos con el APRA nunca se rompieron.
Todo el mundo se asombró cuando se reveló que en el Union Bank de Suiza existían unas cuentas de dos millones y medio de dólares a nombre de Mantilla. El dinero había sido depositado en diciembre de 1990 y enero de 1991, poco después de que García concluyera su primer periodo. Mantilla ha justificado esa fortuna con argumentos nada creíbles.
El 27 de junio de 1989, cuando García gobernaba, se hizo pública una nota de carácter secreto de la Dirección de seguridad del Estado de la Policía, que daba a conocer los nombres de altos funcionarios apristas involucrados en el robo sistemático de oro, de propiedad de Centromin. El documento atribuía protección en el delito al Ministerio del Interior, "como es el señor Mantilla, que obedecería disposiciones directas del señor Presidente Constitucional".
El gerente de Operaciones Metalúrgicas de Centromin, ingeniero Óscar Posadas, llegó a declarar que el oro "era para el presidente de la República y que no era LA PRIMERA vez que ordenaba una gestión de ese tipo".
En el poder y fuera de él, Agustín Mantilla ha demostrado constante inclinación represora y violentista. No solo El Frontón figura en su currículo. No en vano está incluido en el caso del grupo paramilitar "Rodrigo Franco", que llevó a cabo ejecuciones extrajudiciales.