Texto. Emilio Camacho.
Foto. Musuk Nolte.
Nidia Vílchez prefiere decir solo lo necesario. Cada vez que siente que saca el pie del tema de la revocatoria a Susana Villarán, no responde, toma un respiro y vuelve con el discurso que tiene bastante aprendido. Claro que hay otros temas que hacen que guarde silencio, como el recuerdo de su padre, el desaparecido dirigente aprista Abdón Vílchez.
-¿Está cómoda como vocera de la revocatoria o lo hace para cumplir con una consigna de su partido?
Lo hago por convicción, como militante, como dirigente y miembro de la Comisión Política del partido, y como vocera del tema de la revocatoria.
-¿Usted conoce a Susana Villarán?
La conozco, por supuesto.
-¿Desde cuándo la conoce?
Tuvimos la oportunidad de compartir en el año 90, cuando ella era directora ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y yo trabajaba con viudas y huérfanos víctimas del terrorismo, de las distintas zonas de la región centro. Me acerqué para ver si era real que el apoyo era a todas las víctimas del terrorismo y encontramos apertura. A las viudas y huérfanos les dieron alguna ayuda de la cooperación internacional que recibía la coordinadora.
-Entonces Susana Villarán la ayudó.
A mí no. En lo personal, a mí no. A las viudas y huérfanos, con un fondo que tenía la coordinadora.
-Pero tienen una relación cordial.
Siempre ha sido cordial, y quiero puntualizar: la presencia del Partido Aprista (en la revocatoria) no es un tema personal contra la señora Villarán; nosotros vamos a ver su gestión.
-Quisiera ver qué coincidencias tienen ustedes con los otros miembros del comité revocador. Puntualmente, ¿qué tienen en común, por ejemplo, con el grupo de transportistas que lidera el señor (Julio) Rau Rau?
Yo no vería algo en común. La revocatoria es una consulta popular, es un sentimiento popular y vecinal. Y el Partido Aprista se suma a ese sentimiento. La revocatoria no es monopolio de nadie en particular; cada quien se representa, cada ciudadano tiene su propia respuesta a esta revocatoria. Además, siendo un derecho ciudadano, no se necesita mayor expresión de razones por las cuales se está (por la revocatoria). Eso se expresa al momento del voto.
-¿Me está diciendo que no se necesita una justificación para intentar revocar a una autoridad?
Cada persona tiene una razón distinta. Y la revocatoria, en la Constitución y en la norma, no dice que se debe expresar una razón.
-De acuerdo, cada quien tiene sus motivos. ¿Y ustedes se sienten cómodos de compartir la mesa con personas que quieren la revocatoria porque sienten que la señora Villarán los perjudica económicamente? El señor Rau Rau, por ejemplo, se opone a la reforma del transporte porque siente que la formalización acabará con su negocio.
A diferencia de los que sustentan (su posición) en el lado de la gestión de la señora Villarán, nosotros expresamos el sentimiento popular. Tendrán sus razones los transportistas, los taxistas, los microbuseros, los mototaxistas, y, por tanto, cada quien lo expresará donde lo desee. Estuve caminando ayer por Villa El Salvador y ellos tienen un sentimiento contrario a la señora Villarán por las promesas incumplidas. Los de Lurigancho también tienen sus propios reclamos. Nadie tiene el monopolio de este sentimiento popular.
-De acuerdo, estos vecinos de Villa El Salvador quieren la revocatoria porque no se cumplieron promesas de campaña, pero qué pasa cuando se avala a gente como el señor Marco Tulio Gutiérrez, que dice que él busca la revocatoria para promover su instituto y porque quiere volver a cobrar consultorías de 70 mil soles. ¿A ustedes no les incomoda estar al lado de estos personajes?
Yo creo que aquí han traído a Terminator. Todo aquel que está en contra de la señora Villarán es deslegitimado.
-No, le acabo de decir que es legítimo el reclamo de los vecinos de Villa El Salvador.
Yo creo que no podemos deslegitimar a ningún vecino, cada quien tiene una razón.
-¿Todas las razones para intentar la revocatoria son válidas?
Se lo pongo de esta manera: el Partido Aprista recibió el año pasado tanto al señor (Gustavo) Guerra García como a Marco
Tulio Gutiérrez. Hubo más de 500 dirigentes y militantes, a los que dejamos en libertad mientras se recogían las firmas. Luego, dijimos que si se aceptaba el proceso de revocatoria nos manifestaríamos. Cuando ya tenían la resolución del jurado, empezamos un debate en los distritos, con los secretarios distritales. Esto es un proceso. Cada quien tiene su razón, yo no deslegitimo a nadie.
-Entonces, el fin justifica los medios. No importa sentarse junto a alguien que probablemente tiene intereses oscuros.
A ver, hablemos de la vereda del frente: la ciudadanía ve mal que se pretendan colgar del cariño que la población les tiene a los artistas y deportistas. Pero no por eso vamos a dejar de querer a los deportistas y artistas. Lima tiene dos posiciones que seguirán madurando hasta el 17 de marzo.
-¿Qué podría hacer que el Apra retire el respaldo a la intención de revocar a la señora Villarán? Porque lo que se está conociendo es que los financistas del señor Gutiérrez no tenían solvencia o están vinculados al SIN deMontesinos.
La revocatoria es para la alcaldesa y los regidores. La convocatoria es para una consulta popular, en tal medida no está en tela de juicio lo que se hizo o se dejó de hacer.
-¿No importa lo que se hizo para conseguir las firmas (con las que se aprobó la revocatoria)?
Cada quien responderá por su responsabilidad. Nosotros nos hemos sumado ante una resolución del Jurado Nacional de Elecciones en la que se convoca a una consulta popular. Si hay observaciones contra alguien, eso lo responderá esa persona. Los partidos políticos participamos en esta revocatoria porque Susana Villarán también representa a otro grupo político. Los que integran la lista municipal también representan partidos, por lo tanto este proceso también es político...
-Claro, está lleno de intereses políticos.
Usted es el que dice eso. Nosotros nos sumamos al sentimiento popular de indignación por la incapacidad en la gestión pública.
-¿El doctor (Alan) García está a favor de la revocatoria?
No hemos conversado con él al respecto. Este es un proceso que viene de abajo hacia arriba y se expresa en una decisión, que ya ha dado a conocer Javier Velásquez Quesquén como presidente de la Dirección Política del Apra. Trabajamos institucionalmente, no somos un partido que nació hace una semana. Vamos a cumplir 90 años, hemos participado en distintos procesos y todo lo que hacemos tiene carácter institucional.
-Su compañero Mauricio Mulder dice que los que respaldan a la señora Villarán son un grupo de pituquitos y blanquitos. ¿Esa también es la posición institucional del Apra?
El Apra es un partido del frente único de trabajadores manuales e intelectuales. Y los representamos a ellos, al ciudadano de Ate Vitarte, que es eminentemente provinciano, como yo, que ha venido a Lima por distintas circunstancias. Representamos a un Cono Norte que va emergiendo con su propio esfuerzo. Aquí no hay una discusión de quién es A o B; lo que se ve es la gestión.
-De acuerdo, pero la discusión entre quién es A y B la ha iniciado el señor Mulder. No sé si esa es la contribución real del Apra a este debate: hacer la diferencia entre los que son pitucos y no lo son.
Lo que yo quiero decir es que Lima tiene dos opciones para elegir, y lo que nosotros recogemos es un gran sentimiento de indignación.
-¿Usted qué siente cuando el debate se pone en esos términos, cuando se trata de introducir un tema de clase en la revocatoria?
Yo creo que aquí entramos a una discusión...
-Iniciada por el señor Mulder...
Y alimentada por la señora (Claudia) Dammert...
-De acuerdo.
Pero esa no es la discusión. El tema de fondo es la gestión y la indignación de la población.
-El señor Carlos Roca, que también es dirigente de su partido, se ha molestado por las expresiones de Mulder. Él ha dicho que el Apra "no puede argumentar con tonteras".
Yo le reitero que ese no es el tema de fondo.
-Usted dijo que la municipalidad había gastado 270 millones de soles en consultorías en dos años. ¿Se ratifica en eso?
Por supuesto.
-¿Tiene el documento que lo pruebe?
(Me muestra una decena de páginas impresas con cuadros de OSCE). Por supuesto, y he entregado esa información a los medios. Mire, yo he manifestado que el presupuesto de la municipalidad del 2013 es 1.900 millones de soles, y en servicios profesionales y técnicos, que son las consultorías, hay 264 millones. Y en la página del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estad (OSCE) está el detalle de estas consultorías. Son miles de hojas de todo el año, de las cuales yo he impreso algunas. Pero todo es verificable.
-Bueno, debe saber que la municipalidad niega esa información. Le han pedido que lea mejor los datos de OSCE porque en el rubro Servicios Profesionales y Técnicos también se incluye, por ejemplo, el pago por servicios de limpieza a Relima. ¿Usted cree que un pago por limpieza a Relima es una consultoría?
Mire, estos son servicios profesionales o de personas jurídicas que terminan siendo consultorías. Ahora, no está mal que se hagan consultorías. Lo que está mal es gastar tanto, 264 millones, y destinar 60 millones a Orden Público y Seguridad.
-Pero usted está incluyendo en sus cifras algunos servicios que no son consultorías.
Esto no lo digo yo, estas son cifras del MEF. Discútale usted al ministerio. Y revise la página de la OSCE.
-Cuando usted era ministra, ¿no contrataba consultorías?
Pero por supuesto. Pero lo que aquí cuestionamos es que se gaste tanto en consultorías o servicios, como usted menciona, faltando tanto por hacer en materia de seguridad. Ahora, los colores del serenazgo son celeste y blanco, y curiosamente los colores de la campaña por el No también lo son. ¿Es casualidad? Es una pregunta que yo lanzo y espero que usted la tenga en cuenta, tal vez lo considere.
-¿Qué piensa usted de la gestión del señor Castañeda en la Municipalidad de Lima?
Hoy está en proceso de revocatoria la gestión de la señora Villarán y sus regidores.
-Pero respóndame: ¿qué piensa de la gestión que hizo Castañeda?
La revocatoria es una convocatoria para evaluar la gestión de la señora Villarán. Sobre eso me expreso y sobre eso estamos trabajando.
-¿No me va a decir nada de Castañeda?
Hoy la convocatoria es por el tema de la señora Villarán.
-Están un poco parametrados.
Ese es su punto de vista.
-Pero no pueden hablar de otro tema.
Hablemos de otros temas que estén dentro de la revocatoria.
-¿Usted diría que fue una ministra que se dedicó las 24 horas a su despacho, que estuvo todo el tiempo pendiente de su sector?
Yo dejaría a las personas que evalúen mi gestión en los dos ministerios (Vivienda y Mujer) en los que estuve, y a mi región. No es bueno autoevaluarse. Pero en este momento no estamos en la revocatoria de Nidia Vílchez, sino de la señora Villarán.
-Lo que quería conocer era su percepción sobre su propio trabajo.
La percepción debe ser de afuera. Uno mismo puede tener un sesgo.
-Me hubiera gustado saber, y no me ha respondido, qué evaluación hace de su propio trabajo en el gabinete porque, si hubiera sido una ministra que trabajaba a tiempo completo, probablemente no hubiera tenido tiempo para cumplir con su función congresal. Sin embargo, usted pidió a la Mesa Directiva del Congreso, al término de su mandato como ministra, que le reintegraran lo que en ese momento eran los gastos de representación. ¿Por qué lo hizo?
Vayamos a ese tema.
-¿Ahora sí nos salimos de la revocatoria?
Es que es un tema que me concierne en lo personal. Al finalizar, no mi mandato como ministra sino mis funciones como congresista, y esto ya lo he declarado a La República, pero si usted lo toca nuevamente con mucho gusto le respondo: fue el Parlamento el que atendió un pedido.
-De acuerdo. Lo que no entiendo es si usted considera que mientras era ministra también cumplía funciones congresales y que por eso también le tocaba esa asignación.
Yo le pregunto a usted: ¿la revocatoria también incluye a Nidia Vílchez?
-No, pero la entrevista no debe tratar únicamente sobre la revocatoria.
Yo le respondo que quienes están en la revocatoria son la señora Villarán y sus regidores, y si quieren evaluar mi gestión, con mucho gusto, procedamos, que sea el Parlamento el que defina. Y, felizmente, tanto el presidente de la República como el presidente del Congreso y el presidente de la Comisión de Ética han reconocido que aquí (en el cobro de los gastos de representación) hay un vacío en la ley.
-Sin embargo, hay gestos interesantes como el de la ministra Ana Jara, quien devolvió lo que cobró por gastos de representación. ¿Usted haría lo mismo? ¿Devolvería lo que cobró?
Dejemos que el Parlamento decida qué es lo que corresponde.
-Volvamos a la revocatoria. Si la señora Villarán deja la alcaldía se llamarán a elecciones municipales. ¿El Partido Aprista presentará candidato o se pondrá la camiseta amarilla del señor Castañeda?
Hablaremos el 18 (de marzo).
-¿Y usted se presentaría a la presidencia regional de Junín?
Hablaremos el 18. Hoy soy vocera del partido en la revocatoria.
-Hay un dato que quería comentarle. Su padre, Abdón Vílchez, fue presidente de la comisión que investigó en 1989 la presunta existencia del comando Rodrigo Franco. Uno de los integrantes de ese grupo fue Manuel Piqueras, esposo de la alcaldesa Villarán. Obviamente, ambos mantuvieron posiciones distintas. Hoy la historia ha puesto frente a frente a la hija del diputado Vílchez y a la esposa del diputado Piqueras. ¿Se ha puesto a pensar en eso?
(Se queda callada varios segundos). Yo prefiero no responderle. Le pediría que deje descansar a mi padre, que ya ha fallecido.
-Le pido disculpas si la he ofendido.
No, no lo ha hecho. Pero prefiero dejar ese tema.
