Oscar Felipe Ventura
Es un asunto de sentido común que el Congreso de la República está desprestigiado. Aún cuando su origen es legal, carece de legitimidad, pues ésta significa el grado de correspondencia entre la función legislativa y la conformidad y aceptación de la población sobre el desempeño de la función parlamentaria. El congreso no tiene la aceptación de la población. Se ha llegado a un nivel de envilecimiento de la política, desacreditándola y degradándola.
¿Qué hacer con el Congreso de la República?. Hay diversas opiniones. Algunos proponen promover un debate nacional en serio sobre varios temas como: conveniencia o no de la bicamericalidad, tamaño de los distritos electorales, la obligatoriedad del voto; también, la renovación por mitades, el voto preferencial, la democracia interna de los partidos, el financiamiento de las campañas, etc. Recientemente el expresidente del Tribunal Constitucional Javier Alva Orlandini ha propuesto incluir como requisito para postular al Congreso, tener educación secundaria completa, lo que implicaría una reforma constitucional. Todos los puntos de vista anteriores son interesantes, pero no resuelven los problemas de fondo del Congreso, pues no van a las causas profundas de la crisis del mismo. Mientras tanto, exijamos que el Congreso debata los grandes problemas del país.
El Congreso ha llegado a la situación de hoy producto de la acumulación de viejos problemas estructurales no resueltos a lo largo de la vida republicana. El Congreso está en crisis, pero ésta no hay que analizarla solo a través del marco jurídico - constitucional, sino también en su interrelación con los otros poderes del Estado e instituciones y el conjunto de la sociedad. Al hacer el análisis de conjunto llegamos a la conclusión de que la crisis no es solo del Poder Legislativo, sino que se trata de la crisis histórica del Estado Peruano. Cualquier reforma del Congreso en forma aislada será insuficiente. Se requiere cambios de fondo en toda la estructura del Estado.
Es lamentable que los partidos políticos no debatan sobre la gravedad de los problemas del país, los que se han profundizado con la imposición del modelo neoliberal en la época de la mafia fujimontesinista. El neoliberalismo no es solo un modelo de economía; es un engranaje muy complejo que ha debilitado el rol social del Estado, de la institucionalidad y de la democracia. El neoliberalismo ha profundizado la crisis moral y la corrupción en la sociedad peruana; ha acentuado las condiciones para la violencia social. El neoliberalismo introdujo el estilo lumpen y mafioso de gobernar como lo hicieron Fujimori y Montesinos, cuyos rezagos aun perduran. El neoliberalismo ha reforzado el cinismo y la mentira como estilo de gobierno, a la vez que ha devaluado la educación, la salud y los valores morales. El narcotráfico, la corrupción, la arbitrariedad, las mafias organizadas con el consentimiento oficial, son parte de este escenario. El Congreso de la República es parte de esta crisis del Estado Peruano. Estos son los problemas de fondo que tenemos que discutir. Propongo que se abra el debate. Cualquier reforma del Poder Legislativo en forma aislada serán solo paliativos.
Por eso mi insistencia en que el Perú requiere cambios profundos y radicales, con un programa y una propuesta integral que permita abrir un nuevo camino histórico. Para ello se requiere contar con un Proyecto Nacional, entendido como visión de país, lo que debe conducirnos a fundar una nueva República que tenga como sustento jurídico una nueva Constitución, lo que será posible con un Gobierno democrático, patriótico, descentralista, de regeneración moral y unidad popular. Este es el reto. No perdamos el tiempo en temas secundarios.
Trujillo, 15 de enero del 2013
OSCAR FELIPE VENTURA
Ex-diputado IU (1985-1990)
Fuente: http://maslalibertad.blogspot.com/2013/01/la-crisis-es-del-estado-y-no-solo-del.html
