La primera vez que aprecié crudamente la mezquindad de Luis Castañeda
fue durante el debate en Manchay contra Alberto Andrade. Ya entonces
había en sus palabras y en sus gestos una incapacidad absoluta para
respetar el esfuerzo del otro, aún cuando era evidente que el
criollísimo alcalde tenía una obra respetable y había logrado el
milagro de reubicar a los vendedores ambulantes que asfixiaban a Lima
y que otras autoridades habían declarado un problema irresoluble por
sus implicancias políticas y sociales.
Había más. Tanto Andrade como Castañeda habían sido candidatos
presidenciales en el año 2000 y sufrido las consecuencias de la
maquinaria fuji-montesinista que se encargó de eliminarlos uno por uno
con el mecanismo de la prensa chicha y de las desfiguración política
que es casi idéntico al que la actual revocatoria propulsada por
Castañeda utiliza en contra de la alcaldesa Villarán. Pero al mudo no
le conmovían esos recuerdos y se enfrentó a su exaliado de los días de
la lucha contra la re-reelección y el fraude fujimorista como si se
tratara de su peor enemigo. Tiempo después, además, se reconciliaría
con el fujimorismo.
Y ganó, favoreciéndose por el desgaste de dos gestiones municipales
que llevó a mucha gente a apostar por el cambio. Castañeda entonces
inició una gestión autoritaria de la ciudad, en la que el sólo decidía
las obras que se hacían, disponía con quién se contrataba y quién era
el que realizaba la supervisión, manejaba las ampliaciones
presupuestales y los cronogramas de acuerdo a sus intereses políticas.
Las obras físicas pudieron ser muchas en una etapa en que había
abundante dinero y muchos intereses en juego, pero ninguna significó
un viraje en los puntos críticos que mantienen a la ciudad rezagada
respeto a sus similares del continente: nada sobre seguridad
ciudadana, ordenamiento del transporte, comercialización mayorista.
Cada obra representó sobrecostos escandalosos y retrasos notables.
El alcalde además se convirtió casi en un complemento del presidente
García que también usó el territorio de Lima para hacer obras desde el
Ejecutivo y jamás tuvo una sola diferencia política. En octubre del
2010, Castañeda dejó la Municipalidad en manos de su personal más
cercano para postular a la presidencia con lo que hizo evidente que
consideraba agotada una etapa e imaginaba que con los votos de Lima y
de otras regiones podía llegar a la cabeza de la nación. Tanta era la
personificación de su proyecto que no hubo candidato propio para
sucederlo, como hoy mismo, de regreso al tema municipal, el tipo se
estima algo así como el salvador de la ciudad en manos de los
"incapaces".
Y, otra vez, volvemos a ver al mismo tipo de Manchay, nulo en ideas
políticas, inconsecuente con su propia historia y absolutamente
mezquino con el esfuerzo ajeno.
18.02.12
www.rwiener.blogspot.com
¡UNIDAD PARA LUCHAR,UNIDAD PARA VENCER!
Estimados maestros y maestras:
Estamos atravesando circunstancias difíciles para el magisterio y la educación pública. El mensaje presidencial por fiestas patrias ha hecho más evidente el abandono, por parte de Ollanta, de sus compromisos electorales y la continuidad del modelo neoliberal.
Lejos de cumplir con lo ofrecido al magisterio y lo avanzado en la mesa de diálogo, respecto del urgente incremento de remuneraciones y pensiones, así como el pago de la deuda histórica, lo que tenemos es una propuesta de una "Ley de Desarrollo Docente" que, por presión de los defensores de la mal llamada Ley de CPM, hasta le han cambiado de nombre y, hasta donde se conoce por la versión no oficial que está circulando, en el marco del ahorro fiscal que exige el Ministerio de Economía, por orden del FMI, pretende anular los más importantes beneficios económicos y hasta rebajar los niveles alcanzados por los maestros comprendidos en la Ley 24029 – 25212.
Sin embargo, el SUTEP cuenta con el Anteproyecto de Ley del Profesorado, que luego de ser aprobado en dos convenciones nacionales sucesivas y de una amplia difusión, ha sido presentado al Congreso de la República por intermedio del Colegio de Profesores del Perú. Tal como lo ha aprobado la V Asamblea Nacional de Delegados del SUTEP, del 02 de agosto, exigimos el más amplio debate de ambas propuestas con la participación de los directamente involucrados como somos los maestros.
Entre otras cosas, debemos exigir:
1) Aumento para todos los maestros (desde el piso salarial) y proporcionalmente a los niveles. ¡No a la rebaja de los sueldos!
2) Respeto a los niveles alcanzados en las respectivas leyes (24029 y 29062) no a las "reubicaciones" arbitrarias y sin criterio pedagógico. ¡No a la rebaja de niveles!
3) Carrera de 5 niveles y desarrollo meritocrático (por evaluación) para los ascensos.
4) Evaluación que incida principalmente en el desempeño en el aula o la función que se ejerza.
5) Respeto a todas las bonificaciones y asignaciones conquistadas.
6) Respeto de la estabilidad laboral.
7) Desarrollo magisterial con equidad, no a la condena del 70% de maestros a una "carrera" de dos niveles (29062).
Lamentablemente en esta lucha tenemos dos distractivos: por un lado los defensores de la mal llamada Ley de CPM de Chang y García, que plantean no tocar ese engendro y "ni un sol de aumento si no es previa evaluación"; y, por otro lado el anarquismo divisionista que le hace el juego a los enemigos del magisterio y que tras el objetivo de legitimar al movadef de sendero luminoso, para buscar la amnistía de Fujimori, Montesinos y Abimael Guzmán, han promovido una huelga de una minoría del magisterio del sur del país, generando ante la opinión pública la imagen de un sindicato dividido, que sólo favorece a los implementadores de la reforma educativa neoliberal, privatista y antimagisterial. No es la primera vez que lo hacen: en el 2003, con su accionar divisionista, dieron motivo para la declaratoria del estado de emergencia y la posterior aprobación de la Ley General de Educación 28044 que da inicio a la "evaluación para la permanencia"; en el 2007, igualmente promovieron una huelga divisionista que permitió la dación de la Ley 29062 mal llamada de CPM de Chang.
Hoy requerimos de la más amplia unidad para enfrentar esta situación. Además del amplio debate para el que debemos estar preparados, en base a nuestra propuesta, necesitamos estar mentalizados para las más diversas acciones de masas que debemos implementar en el momento oportuno, sobre todo cuando se inicie el debate en el Congreso, incluida la huelga. Participemos activamente en las reuniones de estudio y debate de la Ley el 10 de agosto y garanticemos la presencia de nuestros delegados en la Convención Nacional Extraordinaria del 18 de agosto. Pongamos en tensión todas nuestras fuerzas.
Rene Ramírez Puerta
Secretario General SUTEP