"LA INSURRECCIÓN DE LOS RICOS"
Una parte importante de los sectores sociales económicos medios y altos en Venezuela se han declarado desde el 12 de febrero en clara rebelión en contra del Gobierno Bolivariano y de inmensos sectores populares. Señoras y señores bien vestidos con zapatos de marca, costosos celulares inteligentes, en lujosas camionetas y con lentes de sol se han lanzado a las calles con el firme propósito de derrocar a la Revolución.
Los acompañan activamente un fragmento significativo de la juventud prospera en su mayoría de estudiantes de las universidades privadas y autónomas. De forma temeraria y autoritaria quieren imponerle al colectivo nacional el retorno de la vieja "partidocracia representativa" superada hace 15 años.
La historia de Venezuela registra un hecho similar en 1901, autodenominado “Revolución Libertadora”, encabezada por el próspero banquero Manuel Antonio Matos quien comandó la segunda guerra civil más sangrienta de toda nuestra historia, la cual se prolongó hasta el año 1903, fue derrotada en la Batalla de La Victoria por las fuerzas leales al Presidente Cipriano Castro.
Los soldados, contingentes y pertrechos para la “insurrección del banquero Matos” fueron financiados por las Compañías Transnacionales y los ricos caraqueños. Los medios de comunicación internacionales y las potencias mundiales para la época tuvieron una participación activa en descarado apoyo a la “Revolución Libertadora”.
Miles de venezolanos de ambos bandos murieron durante los tres años de los encarnizados combates. La historia que es como un profeta con la mirada vuelta hacia atrás, se repite como decía Carlos Marx en el 18 Brumario de Luis Bonaparte, primero como tragedia y luego como farsa.
Muchos hermanos venezolanos de a pie, cándidos y buenas personas, han creído en la cizaña inoculada desde los medios de comunicación, ellos serán la carne de cañón para alimentar las bajas de un conflicto bélico social interno en Venezuela. A la final Leopoldo López, Henrique Capriles y María Corina Machado, gente de inmensa fortuna, terminaran como Manuel Antonio Matos, quien posteriormente fue Ministro del Gobierno del General Gómez y vivió sus últimos años en Paris en medio del lujo y la opulencia.
En la “Insurrección de los Ricos” los trabajadores no tenemos nada que buscar.
LENIN AQUINO
Una parte importante de los sectores sociales económicos medios y altos en Venezuela se han declarado desde el 12 de febrero en clara rebelión en contra del Gobierno Bolivariano y de inmensos sectores populares. Señoras y señores bien vestidos con zapatos de marca, costosos celulares inteligentes, en lujosas camionetas y con lentes de sol se han lanzado a las calles con el firme propósito de derrocar a la Revolución.
Los acompañan activamente un fragmento significativo de la juventud prospera en su mayoría de estudiantes de las universidades privadas y autónomas. De forma temeraria y autoritaria quieren imponerle al colectivo nacional el retorno de la vieja "partidocracia representativa" superada hace 15 años.
La historia de Venezuela registra un hecho similar en 1901, autodenominado “Revolución Libertadora”, encabezada por el próspero banquero Manuel Antonio Matos quien comandó la segunda guerra civil más sangrienta de toda nuestra historia, la cual se prolongó hasta el año 1903, fue derrotada en la Batalla de La Victoria por las fuerzas leales al Presidente Cipriano Castro.
Los soldados, contingentes y pertrechos para la “insurrección del banquero Matos” fueron financiados por las Compañías Transnacionales y los ricos caraqueños. Los medios de comunicación internacionales y las potencias mundiales para la época tuvieron una participación activa en descarado apoyo a la “Revolución Libertadora”.
Miles de venezolanos de ambos bandos murieron durante los tres años de los encarnizados combates. La historia que es como un profeta con la mirada vuelta hacia atrás, se repite como decía Carlos Marx en el 18 Brumario de Luis Bonaparte, primero como tragedia y luego como farsa.
Muchos hermanos venezolanos de a pie, cándidos y buenas personas, han creído en la cizaña inoculada desde los medios de comunicación, ellos serán la carne de cañón para alimentar las bajas de un conflicto bélico social interno en Venezuela. A la final Leopoldo López, Henrique Capriles y María Corina Machado, gente de inmensa fortuna, terminaran como Manuel Antonio Matos, quien posteriormente fue Ministro del Gobierno del General Gómez y vivió sus últimos años en Paris en medio del lujo y la opulencia.
En la “Insurrección de los Ricos” los trabajadores no tenemos nada que buscar.
LENIN AQUINO