De: ALFONSO CALDERON OTOYA <saratoga_1915@hotmail.com>
MANIPULARON CASO BTR
'Había un audio con la voz de Alan García'
Declaración. Según Carlos Tomasio grabación fue encontrada por la policía. Ex agente de inteligencia naval reveló que el 2000 compró dos equipos de interceptación de teléfonos celulares para la Marina.
César Romero C.
El capitán de fragata en retiro y segundo en el mando de la empresa Business Track (BTR), Carlos Tomasio de Lambarri, contó que cuando la Dirandro revisaba los bienes incautados, en presencia de Elías Ponce Feijóo, se escuchó un audio con la voz del presidente Alan García.
"Un policía dijo: Esa es la voz del presidente García. En ese momento se paralizó todo, incluso los fiscales salieron del lugar, empezaron a llamar por teléfono y la diligencia nunca se reanudó", precisó el ex oficial de inteligencia naval.
Carlos Tomasio indicó que los detalles de ese suceso y el contenido del audio los dará el mismo Ponce Feijóo, cuando le toque declarar. El ex oficial de inteligencia hizo dicha revelación al conversar con los periodistas al final de la audiencia del juicio a BTR donde él es uno de los acusados.
En el material revisado por el Poder Judicial y la fiscalía no apareció ningún audio con la voz del presidente García. Una fuente judicial indicó que durante la investigación policial se habló de supuestos audios de conversaciones telefónicas del presidente García con Rómulo León Alegría, pero que estas no aparecieron.
Tomasio enfatizó que el caso BTR fue manipulado por orden del presidente Alan García. "Todas las órdenes venían de arriba. El general (Miguel) Hidalgo lo ha dicho, por eso hemos pedido que venga a declarar como testigo", refirió.
Anotó que el tribunal ha reconocido que le pusieron más CDs de los que él tenía al momento de ser detenido y que una de las computadoras personales que tenía en su oficina en BTR desapareció.
En otro momento, cuando le preguntaron si le gustaba escuchar conversaciones ajenas, respondió que eso era una afición, un pasatiempo para él.
"Es un hobby, sale desde que era un niño, mi abuelo escuchaba radio, yo escuchaba la BBC de Londres, Cooperativa de Chile, en el Cusco llegaban los periódicos cuatros días después, y usted debía escuchar la noticia antes", afirmó.
Anotó que a pesar de haberse retirado de la Marina de Guerra seguía realizando análisis de inteligencia, con información de prensa, que hacía llegar a las autoridades respectivas, porque él consideraba que el país estaba en riesgo.
El juicio
En la audiencia, al ser interrogado por el fiscal, Tomasio afirmó que el año 2000, estando de agregado naval en Washington, compró dos equipos de chuponeo de teléfonos celulares, Tigerfish, para la Marina de Guerra del Perú.
"La Marina lo va a negar, pero yo me siento orgulloso de haber comprado esos equipos", refirió. Al ser detenido Tomasio, la policía encontró en su casa las facturas y otros documentos de la compra de los Tigerfish.
También afirmó que se compró un equipo receptor de comunicaciones de uso personal; "lo utilizaba por hobbie, porque me gusta escuchar", pero, dijo, estaba bloqueado para escuchar celulares.
Igualmente, reconoció que por órdenes de Ponce Feijóo le entregó dos computadoras marca Bell al ex agente de inteligencia naval Martín Fernández Vírhuez, pero que no le preguntó para qué era ese equipo. Fernández declaró en una audiencia anterior que esas computadoras se utilizaron en el chuponeo de los teléfonos del abogado Alberto Químper Herrera y Rómulo León Alegría.
Tomasio declaró que BTR solo brindaba servicios de informática, seguridad, barrido electrónico y que su coacusada Giselle Gianotti se encargaba de trabajos de free lance como representante de ventas.
El ex oficial de inteligencia se negó a responder una pregunta del fiscal sobre la capacitación que recibió en la Marina, porque, dijo, eso afectaba la seguridad nacional.
Audios pudieron desaparecer
Carlos Tomasio seguirá siendo interrogado el próximo martes 21 de junio, a partir de las 9:30 de la mañana. Primero es interrogado por el fiscal, luego lo será por el procurador, los abogados defensores y, por último, los tres magistrados que integran el tribunal: Iván Sequeiros, Antonia Saquicuray y Aissa Mendoza.
La audiencia de ayer se interrumpió a las 2:00 de la tarde, porque la defensa de Tomasio reclamó que debía tomar su médicina y alimentos a una hora prudencial, en el penal Miguel Castro Castro, donde su cliente se encuentra recluido.
Luego del interrogatorio de Tomasio, corresponderá el turno al gerente general de BTR, Luis Ponce Feijóo y después a Giselle Gianotti. Después empezarán a desfilar los testigos.
Oficialmente, entre los audios de chuponeo que revisó la jueza María Martínez no aparecieron grabaciones con la voz del presidente de la República, Alan García. Aunque es de recordar que cuatro USBs que contenían supuestas grabaciones de conversaciones telefónicas, incautadas a Giselle Gianotti, se perdieron o fueron cambiados por otros, durante la etapa de investigación policial y judicial. Solo un pequeño grupo de audios fue evaluado por las autoridades.
La controvertida trayectoria de Ketín Vidal
César Romero C.
El capitán de fragata en retiro y segundo en el mando de la empresa Business Track (BTR), Carlos Tomasio de Lambarri, contó que cuando la Dirandro revisaba los bienes incautados, en presencia de Elías Ponce Feijóo, se escuchó un audio con la voz del presidente Alan García.
"Un policía dijo: Esa es la voz del presidente García. En ese momento se paralizó todo, incluso los fiscales salieron del lugar, empezaron a llamar por teléfono y la diligencia nunca se reanudó", precisó el ex oficial de inteligencia naval.
Carlos Tomasio indicó que los detalles de ese suceso y el contenido del audio los dará el mismo Ponce Feijóo, cuando le toque declarar. El ex oficial de inteligencia hizo dicha revelación al conversar con los periodistas al final de la audiencia del juicio a BTR donde él es uno de los acusados.
En el material revisado por el Poder Judicial y la fiscalía no apareció ningún audio con la voz del presidente García. Una fuente judicial indicó que durante la investigación policial se habló de supuestos audios de conversaciones telefónicas del presidente García con Rómulo León Alegría, pero que estas no aparecieron.
Tomasio enfatizó que el caso BTR fue manipulado por orden del presidente Alan García. "Todas las órdenes venían de arriba. El general (Miguel) Hidalgo lo ha dicho, por eso hemos pedido que venga a declarar como testigo", refirió.
Anotó que el tribunal ha reconocido que le pusieron más CDs de los que él tenía al momento de ser detenido y que una de las computadoras personales que tenía en su oficina en BTR desapareció.
En otro momento, cuando le preguntaron si le gustaba escuchar conversaciones ajenas, respondió que eso era una afición, un pasatiempo para él.
"Es un hobby, sale desde que era un niño, mi abuelo escuchaba radio, yo escuchaba la BBC de Londres, Cooperativa de Chile, en el Cusco llegaban los periódicos cuatros días después, y usted debía escuchar la noticia antes", afirmó.
Anotó que a pesar de haberse retirado de la Marina de Guerra seguía realizando análisis de inteligencia, con información de prensa, que hacía llegar a las autoridades respectivas, porque él consideraba que el país estaba en riesgo.
El juicio
En la audiencia, al ser interrogado por el fiscal, Tomasio afirmó que el año 2000, estando de agregado naval en Washington, compró dos equipos de chuponeo de teléfonos celulares, Tigerfish, para la Marina de Guerra del Perú.
"La Marina lo va a negar, pero yo me siento orgulloso de haber comprado esos equipos", refirió. Al ser detenido Tomasio, la policía encontró en su casa las facturas y otros documentos de la compra de los Tigerfish.
También afirmó que se compró un equipo receptor de comunicaciones de uso personal; "lo utilizaba por hobbie, porque me gusta escuchar", pero, dijo, estaba bloqueado para escuchar celulares.
Igualmente, reconoció que por órdenes de Ponce Feijóo le entregó dos computadoras marca Bell al ex agente de inteligencia naval Martín Fernández Vírhuez, pero que no le preguntó para qué era ese equipo. Fernández declaró en una audiencia anterior que esas computadoras se utilizaron en el chuponeo de los teléfonos del abogado Alberto Químper Herrera y Rómulo León Alegría.
Tomasio declaró que BTR solo brindaba servicios de informática, seguridad, barrido electrónico y que su coacusada Giselle Gianotti se encargaba de trabajos de free lance como representante de ventas.
El ex oficial de inteligencia se negó a responder una pregunta del fiscal sobre la capacitación que recibió en la Marina, porque, dijo, eso afectaba la seguridad nacional.
Audios pudieron desaparecer
Carlos Tomasio seguirá siendo interrogado el próximo martes 21 de junio, a partir de las 9:30 de la mañana. Primero es interrogado por el fiscal, luego lo será por el procurador, los abogados defensores y, por último, los tres magistrados que integran el tribunal: Iván Sequeiros, Antonia Saquicuray y Aissa Mendoza.
La audiencia de ayer se interrumpió a las 2:00 de la tarde, porque la defensa de Tomasio reclamó que debía tomar su médicina y alimentos a una hora prudencial, en el penal Miguel Castro Castro, donde su cliente se encuentra recluido.
Luego del interrogatorio de Tomasio, corresponderá el turno al gerente general de BTR, Luis Ponce Feijóo y después a Giselle Gianotti. Después empezarán a desfilar los testigos.
Oficialmente, entre los audios de chuponeo que revisó la jueza María Martínez no aparecieron grabaciones con la voz del presidente de la República, Alan García. Aunque es de recordar que cuatro USBs que contenían supuestas grabaciones de conversaciones telefónicas, incautadas a Giselle Gianotti, se perdieron o fueron cambiados por otros, durante la etapa de investigación policial y judicial. Solo un pequeño grupo de audios fue evaluado por las autoridades.
García manipuló las pruebas del caso BTR | |||||||||||
Exdirectivo de empresa chuponeadora Carlos Tomasio acusa al presidente y asegura que su laptop desapareció misteriosamente en investigaciones. Miguel Hidalgo fue el que ejecutó las órdenes de Palacio. El exdirectivo de Business Track Carlos Tomasio, procesado por espionaje telefónico, acusó directamente al presidente Alan García de haber ordenado la manipulación de las pruebas del caso, como la desaparición de su laptop, y de haberle atribuido falsamente la posesión de numerosos discos compactos, por intereses políticos ocultos y con el objeto de perjudicarlo. "Mi laptop estaba en mi oficina y hasta hoy no la veo y en ninguna de las actas aparece (confiscada). Han aumentado pruebas, han quitado cosas y ya no puedo dar fe de lo que yo tengo. Es obvio que ha habido manipulación: aparecieron CD, por ejemplo. Han hecho un cambalache de CD para usarlos en mi contra", dijo. Tomasio aseguró que denuncia ahora el hecho porque la justicia y la prensa lo permiten, ya que antes no podía hacerlo. Reveló que, por orden directa de García, el exdirector general de la Policía y actual ministro del Interior, Miguel Hidalgo, realizó un manejo irregular de las pruebas del caso, que fueron manipuladas en la etapa anterior al juicio oral, que se lleva a cabo en la Segunda Sala Penal de reos en cárcel, que preside el juez Iván Sequeiros. "En este caso hubo una orden desde arriba. La Dirandro trabajó como si fuera un caso de narcotráfico en que te tiran polvo blanco y no importa lo que digas. Y la Dirandro no es la unidad especializada para este caso, es la Dirincri. (Su intervención) fue una orden directa del presidente de la República", declaró. Tomasio acusó también a los jefes de la Dirandro de romper la cadena de custodia, al permitir la realización de llamadas telefónicas a otros coprocesados, como Manuel Elías Ponce Feijoó, desde la Dirandro. El almirante de navío retirado refirió también que a algunas de sus pertenencias no le aplicaron en la Dirandro "hash", el código de seguridad de material informático que impide que manos extrañas "puedan manipular las pruebas y hacer aparecer cosas que no eran suyas". "Por eso me negué a participar en las diligencias de la Dirandro porque sabía que estaban manipulando las pruebas, como lo hicieron con los otros coprocesados, a pesar que solicité la presencia de un perito a quien no lo dejaron entrar", expresó. Tomasio dio a entender que recibe amenazas de los altos círculos de poder debido a los grandes temores de personajes políticos que están involucrados en el caso BTR. Admitió, también, que tenía en su casa una relación de números telefónicos de congresistas nacionalistas y de Unión por el Perú (UPP); no obstante, dijo que esta información era pública y que la tenía para cualquier contacto. | |||||||||||
(IDL Reporteros)
Antonio Ketín Vidal: una larga y compleja relación con Montesinos. Memorias de otra incómoda vinculación con Reynaldo Rodríguez López (Foto: La República).
En 1996, el narcotraficante Demetrio Chávez Peñaherrera sorprendió a todos con su estentórea confesión en el juzgado, de los sobornos mensuales que había tenido que pagar a Vladimiro Montesinos desde julio de 1991 hasta junio de 1992, cuando éste quiso duplicar el cupo de 50 a 100 mil dólares mensuales.
El gobierno de Fujimori quedó aturdido en medio del resonante escándalo. Mientras encerraban a Vaticano y lo 'preparaban' para que saliera días después a retractarse, con la cara de zombi y la pronunciación de quien ha pasado por sesiones de electroshock sin transformador, varios de los personajes del régimen de Fujimori y Montesinos salieron a defender a éste. Blanca Nélida Colán, la entonces fiscal de la Nación, fue una de ellos. Se la conocía bien. Era de esperar.
Pero hubo un personaje cuya defensa de Montesinos sí que sorprendió. Fue el general PNP Antonio Ketín Vidal, entonces jefe de la Policía, quien salió a respaldar a Montesinos en una entrevista hecha con el entonces periodista de televisión Gonzalo Quijandría.
"A mí me parece francamente inverosímil [la acusación de Vaticano]" dijo Vidal, "… yo no puedo pensar que una persona que tiene una responsabilidad tan alta en el país [como el doctor Montesinos] esté involucrado en estas cosas".
Quienes veían entonces –y hasta vieron después– a Ketín Vidal como una suerte de alternativa democrática al montesinismo, tuvieron entonces lo que caritativamente se puede llamar una disonancia cognitiva. ¿Cómo? ¿El perícleo "Cazador" avalando al corrupto Svengali de Fujimori?
El futuro les iba a deparar una conmoción todavía mayor. El 25 de diciembre de 1999, cuando ya todo estaba dicho, violentado y, sobre todo, robado, Ketín Vidal y Montesinos se reunieron en la sala con truco del SIN. El video grabado subrepticiamente quedaría luego registrado con el número 1809 en el Congreso. Ahí, los viejos conocidos se hablan en diminutivo (de 'Antoñito' a 'Vladicito") , rajan de enemigos comunes, coinciden en la aparente inevitabilidad de la re-reelección de Fujimori.
Una parte del diálogo es memorable:
– Y sobre todo trabajé con lealtad, con lealtad, siempre – dice Ketín Vidal.
– Solamente hay dos cosas que no nos pueden decir, hermano –repone Montesinos –, ni que somos homosexuales ni que somos rateros.
…
La relación entre Ketín Vidal y Montesinos es no solo antigua sino que cruzó a través de los momentos más controvertidos y reveladores en la vida de ambos, sobre todo en la de Vidal.
Ambos se conocieron muy jóvenes, como cadetes, en el primer año de la Escuela Militar de Chorrillos, en 1962. Vidal abandonó la Escuela Militar a fines de año y pasó a la de la entonces Policía de Investigaciones del Perú (PIP). Luego, como oficial de la Policía, se especializó en inteligencia.
En 1985, cuando era un coronel PIP, Vidal fue comprendido en la investigación a la que quizá haya sido la mayor organización peruana de narcotráfico, la de Reynaldo Rodríguez López. Ninguna otra organización llegó a penetrar tanto a las autoridades del Estado, sobre todo a la Policía y, en especial, a la de Investigaciones.
El atestado policial describe las responsabilidades de Vidal en las páginas 85 y 86. Ahí está no solo la evidencia de una relación continua entre Vidal y Rodríguez López, documentado en la agenda de éste, sino hasta gestiones realizadas por Vidal pidiendo visas para Estados Unidos a gente designada por Rodríguez López.
Reynaldo Rodríguez López (Foto: La República).
En el derrame informativo que siguió a nuestra primera publicación, vi que Vidal, quien había sido una de mis fuentes durante el largo y difícil proceso de investigación, había informado a la vez sobre el desarrollo de ésta a los generales de la Policía cómplices de Rodríguez López (sobre todo a José Jorge) y a éste. Confrontado con los hechos, Vidal lo reconoció pero me dijo que lo había hecho porque no tenía alternativa.
Le dieron de baja. Y pasó a trabajar en el estudio de su ex compañero de la EMCH, Vladimiro Montesinos, quien entonces ya llevaba algunos años como abogado especializado en la defensa de narcotraficantes. En el caso de la organización de Rodríguez López, Montesinos se convirtió en su estratega de defensa, en lo legal y fuera de ello. Y defendió a Vidal quien por un buen tiempo trabajó en el estudio de Montesinos.
Aunque Montesinos afirma que Vidal pudo reingresar a la Policía gracias a sus gestiones, eso no me consta. Lo cierto es que trabajó muy cerca de él desde la victoria de Fujimori en 1990.
Montesinos, que terminó controlando todo el país empezó el proceso controlando el Servicio de Inteligencia (SIN). Tuvo ahí a Vidal como jefe de contrainteligencia hasta 1991, cuando fue enviado a la Dincote, primero como subdirector y luego como director.
Ahí, gracias a los logros del GEIN, Vidal estableció una cierta autonomía y luego un gran prestigio propio cuando los policías bajo su comando capturaron a Abimael Guzmán.
La visión que tuvo la gente del general 'demócrata', no fue obstáculo para que, como queda dicho, Vidal defendiera a Montesinos en 1996 de una acusación que él tenía que saber que era cierta.
Ni fue obstáculo tampoco para que a fines de diciembre de 1999, le asegurara a su amigo 'Vladicito' haber trabajado "con lealtad, siempre".
Antes que pasaran dos años desde ese momento, cuando el entonces fugitivo Montesinos fue capturado en Caracas, Vidal, convertido en ministro del Interior del régimen democrático de Valentín Paniagua, fue a Iquitos, a darle alcance al vuelo que traía a Montesinos.
Flanqueado por dos policías, Montesinos estaba sentado al medio del avión, contándole historias a sus custodios, que estos escuchaban muy divertidos. Y sus grabadoras también.
Entonces subió Vidal al avión y cruzó por un momento miradas con Montesinos. La de éste fue tan burlona y despectiva que el camarógrafo que filmó todo el retorno hizo un close-up que permitió ver cómo la sola expresión de Montesinos relataba una historia entre sorprendente y esperpéntica que abarcaba varias décadas y cambios de roles y personajes.
Circunspecto, no sé si contrito, Vidal se sentó en primera fila y no volteó, según testigos del vuelo, hasta aterrizar en Lima.
La historia no terminó entonces. Ahora, Vidal es mencionado como candidato para ser ministro del Interior en el gobierno de Ollanta Humala.
Que Humala sepa a qué se atiene si opta por esa elección. En todo caso, si precisa alguna información adicional, se la puede preguntar al periodista Carlos Paredes, autor del premiado libro "La caída del héroe: La verdadera historia de Ketín Vidal" (Planeta. Lima, 2006), quien llega a Lima este lunes 20 desde México, para declarar, defenderse y quizá contraatacar en el juicio que Ketín Vidal le tiene abierto.
Ketín Vidal sobre Montesinos: "Es una persona consumida por la ambición" (La Republica 18/6/11)
Ketín vidal opina sobre el ex presidente. En 1993 Vidal habló de Fujimori y Montesinos en la Embajada de EEUU, según recoge IDL-Reporteros.
Corría enero de 1993 cuando Charles Brayshaw, encargado de negocios de la Embajada de los Estados Unidos en Perú, envió un cable al Departamento de Estado que pasó años en secreto hasta que fue parcialmente desclasificado, aunque para ello se borraran páginas enteras de información privilegiada.
Ahora, el director del portal IDL-Reporteros, Gustavo Gorriti, ha rescatado algunas partes de ese documento en el que se presenta la conversación que mantuvieron Brayshay y el entonces general PNP Ketín Vidal, a quien se le atribuyó buena parte del éxito de la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán.
Según la filtración de 'Wikileaks' recogida por Gorriti, Vidal mostró reticencias sobre los principios y estrategias apoyadas por el ex presidente Alberto Fujimori en la lucha contra el terrorismo.
"Fujimori comprende bien teóricamente la importancia de los derechos humanos, pero en los hechos está dispuesto a sacrificar principios para lograr una rápida victoria contra el terrorismo", confió el que sería ex ministro de Interior con Valentín Paniagua.
Según Vidal, Fujimori estaba dispuesto a "tolerar cualquier método que le permita destruir a Sendero Luminoso y el MRTA", y está "convencido de que la única manera de erradicar a Sendero era mediante "la eliminación física de los miembros de la organización", tal como lo reflejaba –dijo– la política contraterrorista de su gobierno.
Este último aspecto no era compartido por Vidal, que abogaba por acciones de largo plazo y no por "arreglos superficiales", ya que, a su juicio, Sendero tenía "profundas raíces y no podía ser derrotado fácilmente".
Llegados a un punto del diálogo, Brayshaw le preguntó al general por el significado de Barrios Altos y la posible vinculación del ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos con esta masacre.
"Ese es un asunto muy sensible, quizá pueda ser discutido en alguna otra ocasión", se limitó a decir Vidal, en un tono más incómodo.
Resalta ambición de Montesinos
Ketín Vidal describió a Vladimiro Montesinos como una persona "consumida por la ambición". Según la transcripción del cable, el general consideraba que el equipo que formaban Fujimori y Montesinos se guiaba por una "obsesión por resultados rápidos que con frecuencia llevan a acciones políticas desacertadas".
El ex jefe de la Dincote mencionó que Montesinos había tratado de "asociarse con el poder desde muy temprano". "Montesinos se enfocó en una sola cosa: el poder, político y económico. (…) Eso lo llevó a los narcotraficantes, que siempre pagaban bien", agregó Vidal sobre el asesor, quien sentía "celos" de las demás personas cercanas al ex presidente y se había convertido en alguien "peligroso porque Fujimori se lo había permitido".
