PROLOGO Desde hace dos décadas el tema de la violencia familiar se ha tornado visible frente a la crítica de la comunidad nacional y de los estudiosos de la conducta humana. Lamentablemente, la percepción que se tiene sobre ella, como fenómeno psicosocial, es aún, superficial, sensacionalista, ambigua, confusa y contingente a lo que se publica en los medios de comunicación social. Fenomenológicamente la violencia familiar siempre estuvo presente en nuestra cultura. La predominancia de una subcultura machista en la relación de género y de sistemas patriarcales de organización familiar facilitaron el desarrollo de una concepción restringida de la violencia familiar, considerándola como un acontecimiento muy privado y de intramuros, ventilable solamente a partir de influencias psicopatológicas en uno de sus actores; posibilitando, así que su existencia y manifestación permanezcan por muchos siglos invisibles al conocimiento y conciencia de su real naturaleza, dimensiones y consecuencias. Desde la perspectiva académica se acepta que la violencia familiar es un fenómeno complejo, multidimensional y extendido, que se manifiesta en todas las clases sociales y en todos los niveles socioeducativos; adoptando diversas formas: maltrato físico, maltrato psicológico, abuso sexual, abandono y negligencia. Si bien, en los últimos años, la violencia familiar ha concitado un interés creciente de parte de políticos, juristas, sociólogos, psiquiatras, educadores, antropólogos y psicólogos, por abordarla disciplinarmente, gran parte de ellos lo han hecho desde una perspectiva molecular, mecaniscista e intervencionista preocupados más por la prevención o remediación de su incidencia, prevalencia y consecuencias que, por hacerlo desde una perspectiva molar, interdisciplinaria, dialéctica e integral a partir de un análisis conceptual, caracterización y explicación científica de la misma. La presente publicación de Julio Carozzo Campos, acerca de la violencia familiar se enmarca dentro de ésta segunda perspectiva , en la cual nos da una visión de conjunto , abarcando sus aristas más relevantes y significativas como son las de tipo legal, socio-cultural y psicosocial. Otro aspecto singular en la obra de Julio Carozzo es su propuesta de explicación de la violencia familiar a través de los constructos reactancia psicológica e indefensión aprendida, los cuales no solamente complementan los diversos modelos existentes sino que dada su fecundidad conceptual enriquecen sus posibilidades de explicación de muchos comportamientos "sui generis" que suelen generarse en la dinámica del ciclo de la violencia familiar, para los cuales no siempre se encuentran marcos teóricos explicativos que satisfagan nuestra racionalidad. Por otro lado, el análisis de la violencia familiar que se realiza en esta obra está formulado en términos críticos, cuestionadores y provocadores muy al estilo de la personalidad de Julio Carozzo, términos que no hacen más que expresar su omnipresente actitud docente que suele asumir frente a la explicación de toda problemática existencial del ser humano, en especial, las de tipo psicosocial. Los que tenemos el privilegio de contarnos entre los amigos de Julio Carozzo, sabemos de los espacios de aprendizaje e interaprendizaje que suponen conversar o interactuar con él, que como siempre se construyen en un clima de cordialidad, espontaneidad, humor y contangiante entusiasmo por conocer y profundizar más sobre los temas abordados. Estoy seguro que muchas de las páginas de éste libro han sido redactadas como consecuencia de largas horas de sabrosas conversaciones académicas Agradezco a Julio Carozzo la generosa invitación para prologar su libro, la misma que he aceptado gustosamente, ya que a decir de José Luis Pinillos los libros se prologan por razones sumamente diversas, entre las cuales se cuentan, a las personales, editoriales, profesionales, el interés por el tema, su oportunidad o la forma original en que han sido tratados. Este libro de Julio Carozzo reune todas las razones para ser prologado. Mg. Luis Rodríguez de los Ríos Past—Decano Colegio de Psicólogos del Perú |
¡UNIDAD PARA LUCHAR,UNIDAD PARA VENCER!
Estimados maestros y maestras:
Estamos atravesando circunstancias difíciles para el magisterio y la educación pública. El mensaje presidencial por fiestas patrias ha hecho más evidente el abandono, por parte de Ollanta, de sus compromisos electorales y la continuidad del modelo neoliberal.
Lejos de cumplir con lo ofrecido al magisterio y lo avanzado en la mesa de diálogo, respecto del urgente incremento de remuneraciones y pensiones, así como el pago de la deuda histórica, lo que tenemos es una propuesta de una "Ley de Desarrollo Docente" que, por presión de los defensores de la mal llamada Ley de CPM, hasta le han cambiado de nombre y, hasta donde se conoce por la versión no oficial que está circulando, en el marco del ahorro fiscal que exige el Ministerio de Economía, por orden del FMI, pretende anular los más importantes beneficios económicos y hasta rebajar los niveles alcanzados por los maestros comprendidos en la Ley 24029 – 25212.
Sin embargo, el SUTEP cuenta con el Anteproyecto de Ley del Profesorado, que luego de ser aprobado en dos convenciones nacionales sucesivas y de una amplia difusión, ha sido presentado al Congreso de la República por intermedio del Colegio de Profesores del Perú. Tal como lo ha aprobado la V Asamblea Nacional de Delegados del SUTEP, del 02 de agosto, exigimos el más amplio debate de ambas propuestas con la participación de los directamente involucrados como somos los maestros.
Entre otras cosas, debemos exigir:
1) Aumento para todos los maestros (desde el piso salarial) y proporcionalmente a los niveles. ¡No a la rebaja de los sueldos!
2) Respeto a los niveles alcanzados en las respectivas leyes (24029 y 29062) no a las "reubicaciones" arbitrarias y sin criterio pedagógico. ¡No a la rebaja de niveles!
3) Carrera de 5 niveles y desarrollo meritocrático (por evaluación) para los ascensos.
4) Evaluación que incida principalmente en el desempeño en el aula o la función que se ejerza.
5) Respeto a todas las bonificaciones y asignaciones conquistadas.
6) Respeto de la estabilidad laboral.
7) Desarrollo magisterial con equidad, no a la condena del 70% de maestros a una "carrera" de dos niveles (29062).
Lamentablemente en esta lucha tenemos dos distractivos: por un lado los defensores de la mal llamada Ley de CPM de Chang y García, que plantean no tocar ese engendro y "ni un sol de aumento si no es previa evaluación"; y, por otro lado el anarquismo divisionista que le hace el juego a los enemigos del magisterio y que tras el objetivo de legitimar al movadef de sendero luminoso, para buscar la amnistía de Fujimori, Montesinos y Abimael Guzmán, han promovido una huelga de una minoría del magisterio del sur del país, generando ante la opinión pública la imagen de un sindicato dividido, que sólo favorece a los implementadores de la reforma educativa neoliberal, privatista y antimagisterial. No es la primera vez que lo hacen: en el 2003, con su accionar divisionista, dieron motivo para la declaratoria del estado de emergencia y la posterior aprobación de la Ley General de Educación 28044 que da inicio a la "evaluación para la permanencia"; en el 2007, igualmente promovieron una huelga divisionista que permitió la dación de la Ley 29062 mal llamada de CPM de Chang.
Hoy requerimos de la más amplia unidad para enfrentar esta situación. Además del amplio debate para el que debemos estar preparados, en base a nuestra propuesta, necesitamos estar mentalizados para las más diversas acciones de masas que debemos implementar en el momento oportuno, sobre todo cuando se inicie el debate en el Congreso, incluida la huelga. Participemos activamente en las reuniones de estudio y debate de la Ley el 10 de agosto y garanticemos la presencia de nuestros delegados en la Convención Nacional Extraordinaria del 18 de agosto. Pongamos en tensión todas nuestras fuerzas.
Rene Ramírez Puerta
Secretario General SUTEP