La disciplina de los hijos es un tema muy profundo que no debería tomarse a la ligera. De hecho, en calidad de padre, tal vez te preguntes cuál es la mejor manera de disciplinar a tus hijos sin convertirte en su enemigo. Los siguientes son algunos factores a tener en cuenta, que pueden serte de utilidad a la hora de reprender o disciplinar a tus chicos:1. Practica la crítica constructiva: cuando tus hijos toman decisiones no muy apropiadas o demuestran comportamientos inconvenientes, intenta buscar la manera de criticarles constructivamente. Utiliza preguntas de reflexión, tales como, por ejemplo: "¿te parece que esa es una vestimenta adecuada para una fiesta?", "¿por qué te enojaste con tu hermano?", "¿cómo podrías comunicar que algo te molesta?" o "¿qué crees que lograrás al reaccionar de esta forma?" El hacer preguntas a tus hijos utilizando crítica que construye, en lugar de humillarles, es muy valioso, porque evita el tener que aplicar un sermón que puede ser ineficaz. Al mismo tiempo, prepara a tus hijos para, en el futuro, recibir crítica de otra persona sin sentirse ofendidos y a escuchar para su propio bienestar individual.
2. Elogia en público, amonesta en privado: ten presente que como padre debes tomar provecho de toda ocasión apropiada en que tus hijos merezcan un elogio para hacerlo público o aún en voz alta. Asegúrate de que ellos sepan que aprecias sus buenas decisiones. Por otro lado, cuando tomen una decisión desagradable, evita indicarlo en público, porque el hacer esto carece de efectos positivos. Busca un lugar apartado (cuando esto suceda en casa, pueden ir al patio, un dormitorio o aún la sala de estar y si sucede en un lugar público pueden ir al auto, o a un lugar aparte) para hablar con tu hijo sobre lo que ha hecho. En lugar de utilizar la expresión "no hagas tal cosa", intenta comunicarle que te ha decepcionado con frases tales como "me sentí muy triste cuando hiciste…" o "me ofende cuando dices…" y explícale por qué te sientes así. Esto facilitará a tu hijo el hecho de que pueda pensar y reflexionar sobre cómo va a cambiar su comportamiento y a expresarte por qué hizo o dijo tal o cual cosa.
3. Manifiesta tu autoridad con calidad: evita la agresividad cuando estás enfadado. Si estás airado o has perdido la paciencia, toma un tiempo para pensar sobre cómo vas a reaccionar. Si respondes con impaciencia y con agresividad, lamentarás tu manera de reaccionar, pero será muy tarde porque el daño habrá sido hecho. Hazle saber a tu hijo que mereces ser respetado en cuanto a tu autoridad, demuéstrala sin soberbia y al mismo tiempo reprende con firmeza. El balance entre estas habilidades hará que tu hijo te respete y sienta deseos de hacer el bien no sólo por complacerte, sino porque es lo correcto.
4. Cumple tus promesas: esto es esencial para que tus hijos puedan apreciar tu consistencia como padre. Si les has prometido que vas a quitar privilegios si no cumplen con su parte o si desobedecen, entonces ten la consistencia de hacerlo. Cuando te reclamen por qué les has privado de tal privilegio, toma provecho de esa oportunidad para hacer hincapié en el hecho de que tú cumples tus promesas. Si, por el contrario, les has prometido algún evento o salida especial por su buen comportamiento, también asegúrate de hacerlo. Evita prometer algo que no puedes cumplir. Recuerda que el cumplir con lo que has prometido será un gran aliado a la hora de disciplinar positivamente a tus hijos.
Finalmente, no olvides que a pesar de que no hay sólo un medio concreto de hacerlo correctamente, existen modos de ejercer la disciplina en el hogar eficazmente y al mismo tiempo ayudando a los hijos a aprender día a día en una manera positiva.
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