MARTES, OCTUBRE 01, 2013
¿Por qué Humala incumple sus promesas?
La encuesta de GFK trae una novedad inesperada. Veníamos diciendo hace tiempo que a pesar de la constante mención de los entrevistados en todos los sondeos, de que el mayor defecto de Humala es la falta de cumplimiento de sus promesas, nadie destacaba o desarrollaba este punto, tal vez porque lo que más han aplaudido los medios que los contratan es que el presidente se volteara a sus electores y a su programa.
Sin embargo es verdad que en la respuesta este tipo de pregunta tiende a resalten los asuntos más coyunturales como son los del alza de precios y la inseguridad ciudadana, seguidos por la corrupción, la mejora de los salarios, el precio del gas, los programas rurales y la defensa del pueblo frente a las industrias extractivas. Lo interesante está, en cambio en las razones por las que los encuestados creen que hay tanto incumplimiento.
Y es ahí donde se dice que "le falta mano dura para dirigir el gobierno" (52% de los que creen que no cumple sus promesas), "porque es un político igual a los anteriores (50%), "porque hay demasiada corrupción" (34%), "porque no tiene equipo humano que responda: técnicos, asesores y parlamentarios" (30%), "porque no tiene capacidad de liderazgo" (27%), "porque su mujer tiene más presencia pública" (24%), "porque no respetó la hoja de ruta" (24%), "porque se deja influenciar por grupos de poder" (21%).
Si tomar el literal de las afirmaciones que finalmente ha sido establecido como opciones por la empresa encuestadora, se puede adelantar que la percepción más fuerte es la de un gobernante sin firmeza, que no tiene liderazgo, que es rebasado por su mujer y que es influenciado por grupos de poder. La otra mirada es la de que se ha vuelto un político tradicional que miente igual que sus predecesores y que ha fallado no sólo a la gran transformación sino a la hoja de ruta. En tercer lugar está la idea de que administra un Estado corrupto, que no tiene equipo ni siquiera técnico, lo que plantea la pregunta de cómo se ve a la pandilla del MEF: o como ineficientes o como externos al gobierno.
Un poco más abajo la encueta nos revela que entre julio del 2012 e igual mes de 2013, la idea de respeto al presidente varió apenas de 52% a 51%, dos meses después ha caído hasta 36%. Es decir tenemos un presidente poco respetable, al margen de diferencias políticas (recuérdese el incidente en el Estadio). La credibilidad de Humala ha bajado a su vez de 44% en julio 2012 a 24% en septiembre del 2013. Su capacidad de generar confianza en la población ha caído de 44% a 24% en catorce meses. La autoridad reconocida ha mermado de 44% a 31%. Y el afecto ha bajado de 47% a 34%. Tenemos pues un problema con la 8imagen presidencial que vba a ser muy difícil de contrarrestar.
01.10.13