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martes, 24 de febrero de 2015

EN HUACHO: ASÍ NOS QUITARON NUESTRA SAL/ Nacionalismo e izquierda/ DM Formación: Descargue gratis este material de consulta para docentes




A PROPÓSITO DE PROPPÓSITOS¡¡¡
Invariablemente, es de suma importancia tener claro si lo que se debe construir es un objetivo, un propósito o una competencia; y tener en cuenta que una postura simplista y reduccionista, desdeñaría tal reflexión, lo que demeritará la formalidad de todo proceso en su fase de planeación y sistematización.
Ante la reflexión realizada, se clarifica que, de acuerdo al contexto y de la postura crítica, es pertinente la formulación de propósitos, no de objetivos ni de competencias, al iniciar los procesos de planeación de la práctica educativa, y que esto le dará congruencia desde el discurso a la didáctica del docente.
 (Johnny Medina Arias)

. . ¡¡¡ NO PUEDE MEJORARSE EL APRENDIZAJE SIN MEJORAR LA MANERA COMO SE ENSEÑA !!!


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EL 5 DE MARZO TODOS SOMOS LISTA 3 PARA LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

Joan A. Ruiz : Compromiso demostrado!
Plena identificación Institucional con nuestra UNT!!
Continúe Dr Carlos Vasquez 

#AccionesClaras
#PropuestasClaras
#SomosLista3



Fragmento poema "FAREWELL" de Pablo Neruda y recitado por Ernesto Guevara "El Che"


EN IQUITOS: HOY

Imágenes integradas 1

Concerto nº 4 de Mozart para trompa





Sonría que es bueno para la salud.


Nacionalismo e izquierda
Por Raúl Wiener
En estos días la izquierda ha estado tratando de superar las confusiones que se creó ella misma, al llamar "amplio", a lo que no era sino una coordinadora de pequeños partidos, creándose un obstáculo para actuar con mayor amplitud real, y al entregar a uno de sus miembros, el único con inscripción legal, el encargo de adoptar el nombre de "el frente", que al explotar durante las regionales y municipales terminó por enredar las cosas, ya que el Frente Amplio se convirtió en el nuevo nombre de Tierra y Libertad, en su actuación por su cuenta.
Pues bien, el calendario electoral empieza a apretar y los militantes entienden que se acaba el tiempo para decidir un política ante una elección en la que la ultraderecha (fujimorismo, aprismo, PPK) apuesta claramente a copar el poder. ¿Puede hacer algo la izquierda para cambiar este destino? Sin que nadie se haya encargado de sistematizarlo, hay por lo menos tres tácticas que se vislumbran como actitudes ante el actual escenario político:
(a) La que entiende la disputa del 2016, como un escenario de "acumulación de fuerzas", para una izquierda cuya hora puede estar llegando entre el 2021 y 2026, o después. Esta posición se expresa en fórmulas como hay que tener paciencia para construir a la izquierda, lo que interesa es sacar un perfil izquierdista, no hay que desesperarse por unas elecciones más, etc.
(b) La que busca un candidato de izquierda o cercano a ella que realmente compita en las elecciones y pueda sacar alguna posición honrosa, acompañado de un paquete de puestos parlamentarios. Su manera de ver las cosas es que deberíamos jugarnos a reconstruir la izquierda que echamos a perder en las elecciones del 2014, y abrirnos lo más posible, que es lo que siempre va a atraer controversias, sobre con quién sí y con quién no.
(c) La que considera que la elección no puede ser ganable sin una alianza del centro (partidos neoliberales, que no entran en el trío de extrema derecha) con la izquierda. Es la idea de que frente a la amenaza de restauración fujimorista, aprista y pepekausista, sólo cabe apuntar a un candidato que les pueda cerrar el paso efectivamente. Los cortejos alrededor de Gastón Acurio que hace como que va o no va, reflejan este proyecto. Pero no sería el único sobre la mesa.
Hasta ahora el camino no se define. El fin de semana anterior una parte de la izquierda se reunió y mandó el mensaje de que todo volvía a su cauce y que si no se regresaba al camino unitario todo estaría perdido. Sectores que se mueven entre la táctica (a) y la (b) debatieron la situación del país y como otras veces volvieron a hablar de mecanismos democráticos internos (un militante un voto) y se pusieron de acuerdo en un programa básico de dos puntos: defensa de los recursos naturales y cambio de Constitución, que no se puede decir que sean fáciles de traducir al lenguaje de la agitación de masas. Al decir de los que participaron de la experiencia, los que no estaban ahí andaban buscando alianzas por fuera de la izquierda y por eso se habían autoexcluidos.
Nacionalismo
Mientras la izquierda trata de superar sus contradicciones, y busca conexiones con el movimiento juvenil antipulpín, que en su mayoría no está convencido que su lucha lo emparenta con los discursos de la izquierda, y con otras manifestaciones de masas, el partido de gobierno se desgrana cada día más y surgen agrupamientos postnacionalistas que también se proponen lograr mayor vigencia política.
La ruptura más importante ha sido la Sergio Tejada expresidente de la Megacomisión que investigó a Alan García y titular de las principales acusaciones que recaen sobre el ego colosal. Más aún, con un pie afuera, pero sin decidir su destino, la vicepresidente Marisol Espinoza, es perfectamente consciente que su camino se bifurca del de Ollanta y Nadine aún antes del recambio de gobierno del 2016. Pero todo esto que pasa y que la derecha trata de aprovechar al máximo para lograr mayorías circunstanciales que pongan en aprietos al gobierno, parece no existir en las tácticas y los debates de la izquierda.
Para algunos, no son sino una expresión de descomposición y fracaso, que nada tiene que ver con nosotros que nunca nos creímos a Humala (allá 8 millones de tontonazos); para un sector es algo que ocurre en "otro partido", con el que pudimos estar aliados, pero eso ya acabó, y su crisis no tiene que ver con nosotros; finalmente están los que ven al nacionalismo, como otro de los factores de centro que podría formar parte de un bloque contra la ultraderecha, sin nada en particular. Estas miradas reproducen un viejo dilema en las relaciones entre la izquierda y el nacionalismo.
Lo que muchas veces se pierde de vista es que el nacionalismo y el izquierdismo tenemos una raíz común en la idea que la situación existente es intolerable para las mayorías y que se requiere una fuerza de cambio, que represente a los que niegan el actual sistema. Nacionalismo e izquierda son competitivos. Uno más emocional en sus propuestas y otro más racional-programático. Uno casi instantáneo en sus éxitos y fracasos políticos, y otro siempre preparándose para una futura victoria. La izquierda quiso cerrarle el paso a Humala en el 2006 y se ligó como un mero mecanismo electoral en el 2011. Pero nunca quiso ser parte del fenómeno de masas que encarnaba Humala, y tampoco tratar de orientar el desencanto de las bases que se sintieron traicionadas por el comandante que usaba polo rojo y lo cambió a blanco.
Una corriente que reunía el 31% de la votación nacional y que en segunda vuelta arrastró a un 20% adicional y ganó la elección, se congeló y diluyó por la traición de Humala, pero no sólo por esto, sino porque nadie quiso acerca cargo de ellos. La izquierda siguió pensando que el tema era de un programa inteligente para mover gente que no tenía mayor historia. Y hoy que el nacionalismo de Humala se extingue, y se reagrupa su ala antineoliberal y democrático, tampoco se ve una invitación al diálogo y a crear es primer eslabón hacia una amplitud verdadera que sería forjar un bloque nacional popular (nacionalismo-izquierda) que renueve las esperanzas de cambio que existían hasta el 2011. Con ese núcleo se pueden hacer nuevas aperturas para detener a los candidatos de las encuestas.
Lo que es claro es que la táctica del perfil no va a llevar sino a crisis e insatisfacciones, cuando produzca su resultado de facilitarle el camino a los peores enemigos; la del buen candidato electo por los izquierdistas, nos pondrá de todos modos bien lejos de los ganadores, como una fuerza menor que no amenaza el orden actual; y la de izquierda-centro, le dará ventaja a estos últimos si no hacemos que lo nacional-popular tenga el mayor peso posible. Mi idea es que hay que cerrar el período de los cálculos y las confusiones, y armar un núcleo izquierdista-nacionalista y apuntar desde ahí a la mayor amplitud posible de todos los que no queremos volver al peor pasado.
23.02.15
Publicado en Hildebrandt en su Trece.

EN HUACHO: ASÍ NOS QUITARON NUESTRA SAL


Alberto Fujimori, lo llamó "promoción de la inversión privada" al regalo que hizo de nuestra riqueza y patrimonio huachano ubicada en Las Salinas.




24 DE JULIO: V ASAMBLEA NAC. DE DELEGADOS DEL SUTEP(LIMA)
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