A esto se suma, la descarada intervención del Presidente García en el proceso electoral para atacar a Ollanta Humala, y la denuncia del diario LA PRIMERA sobre un plan orquestado entre cierto sector empresarial, periodistas, políticos, servicio de inteligencia nacional y los Fujimoristas para demoler la imagen del nacionalista, plan que se estaría cumpliendo según lo denunciado por el referido medio.
A pesar de toda esta campaña anti-democrática contra Humala, a la cual se ha sumado el Arzopisbo de Lima, el respaldo de la población a las propuestas de Gana Perú se mantiene intacto como signo del rechazo a lo más repulsivo de la política nacional representado por los regímenes corruptos de García y del reo Fujimori, quienes tienen a Keiko Fujimori como mascarón de proa.
Los trabajadores y trabajadoras tenemos un rol fundamental para derrotar a la dictadura Fujimorista y al APRA, teniendo en cuenta que fueron los Fujimori quienes arrebataron los derechos laborales de las familias peruanas, asesinaron a dirigentes sindicales, robaron las arcas del Estado, y profundizaron sus relaciones con el narcotráfico, además de entregar la soberanía nacional a los grupos de poder económico transnacional.
Nuestro voto a favor de Ollanta y la participación en el debate político en todos los espacios de la sociedad debe garantizar el no retorno de la dictadura al gobierno, y demandar el compromiso del nacionalismo con los cambios que el país reclama. Solo así se vislumbra la posibilidad de construir un Estado al servicio de las mayorías y no como ahora sometido a los negociados de empresarios mercantilistas y la corruptela política.
Nuestra lucha es contra los siameses de la corrupción, Alan García y Alberto Fujimori, quienes pretenden seguir en el gobierno para continuar expoliando a las familias, precarizando el presente y futuro de nuestra sociedad. Votar por Keiko significa votar por García y brindar impunidad al recluso Fujimori y a los mismos que usaron la represión y la muerte para imponernos un modelo económico que beneficia a los ricos y quita a los trabajadores el derecho de brindar una mejor calidad de vida a sus familias.
Votar por Keiko Fujimori es provocar el retorno de García el 2016, lo que significaría la continuidad de la corrupción y pobreza para el país. No lo permitamos. Votemos por el cambio.