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miércoles, 22 de mayo de 2013

Rolando Astarita: Corrupción y capitalismo

De: IAS CLARIDAD <iasclaridad@yahoo.es>
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Enviado: Miércoles 22 de Mayo de 2013 5:06

Rolando Astarita Corrupción y capitalismo (1)  [Blog]

Marxismo & Economía

con 18 comentarios

Descripción: http://rolandoastarita.files.wordpress.com/2011/10/marxista_economista_autodidactaii.jpg?w=100&h=100En las últimas semanas la corrupción ha vuelto al primer plano de la atención pública, a partir de las denuncias realizadas por Jorge Lanata y su equipo de "Periodismo para todos". Como no podía ser de otra manera, las opiniones están muy polarizadas. La oposición burguesa y los críticos del gobierno sostienen que la corrupción existe y está muy extendida, y es la causa última de los altos niveles de pobreza, la falta de obras de infraestructura y otros problemas. Los K-defensores y el gobierno, por el otro lado, minimizan el problema, o desvían la discusión. Algunos afirman que la corrupción no existe, o es despreciable ("están buscando el pelo en el huevo"); otros recurren al cómodo argumento de "no hay que hacerle el juego a la derecha" o "los que denuncian son desestabilizadores golpistas". Y están los que, más o menos en privado, justifican el robo diciendo que es necesario hacerse de fondos para "enfrentar a los grupos concentrados" (también a la oligarquía, a los golpistas, etc.); o para generar una burguesía "antiimperialista". Así, la corrupción podría llegar a ser una palanca del desarrollo nacional. Es un abordaje opuesto al que dice que la corrupción es la principal traba al crecimiento económico. En esta nota presento algunos elementos para ayudar al análisis y la reflexión. La he dividido en dos partes.

Relación histórica entre corrupción y desarrollo económico

La primera cuestión a señalar es que, contra lo que sostienen muchos, no existe una relación clara entre corrupción y desarrollo económico. Éste es un punto que establece con meridiana claridad Ha-Joon Chang (2009). Sostiene que países considerados muy corruptos, han tenido un desarrollo económico más elevado que otros con menos corrupción, y viceversa. También recuerda que hubo países que se industrializaron, a la par que "su vida pública fue espectacularmente corrupta". Por ejemplo, en Gran Bretaña y Francia la venta de cargos públicos fue una práctica corriente hasta el siglo XVIII. En Gran Bretaña los ministros normalmente tomaban fondos públicos para su beneficio personal. En Estados Unidos el nepotismo dominaba la asignación de cargos públicos. También en Gran Bretaña y EEUU las elecciones eran claramente fraudulentas.

Desde el punto de vista teórico, el argumento central de Chang es que la corrupción genera transferencias de riqueza, pero esto no implica necesariamente estancamiento, ya que el desarrollo depende de si esas ganancias "sucias" se invierten, o no, en el país. Podemos decir que si bien el planteo debería matizarse -pueden existir efectos negativos que Chang no considera-, socava la idea simplista, de Lanata, Carrió y tantos otros, de que basta con eliminar la corrupción para que haya desarrollo. En Argentina, en la época del tan elogiado (por los neoliberales) "modelo agroexportador", la corrupción y el fraude en las elecciones eran la norma. Los negociados que se hacían con la obra pública, o la apropiación de tierras por parte de la elite gobernante, no tienen nada que envidiarle a lo que hizo el menemismo, o a lo que hacen los funcionarios K. Sin embargo, Argentina creció a altas tasas, hasta 1929. Es cierto que la economía argentina estaba atrasada con respecto a los países industrializados, pero esto no se debió a la corrupción.

Otros ejemplos históricos son las industrializaciones de Japón, o Corea del Sur, atravesadas permanentemente por las vinculaciones oscuras y corruptas entre los políticos a cargo del Estado, los altos funcionarios y las grandes corporaciones. También en China es famosa la burocracia roja, que se apropia de una buena tajada a partir coimas y otras formas de extorsión, así como robo y apropiación de riquezas por parte de directivos de empresas. La situación es tan grave que ha sido reconocida por el propio Partido Comunista Chino. Sólo en 2009, y de acuerdo a informes internos del partido, 106.000 funcionarios habían sido encontrados culpables de corrupción. Sin embargo, China es el país que ha tenido las más altas tasas de crecimiento en las últimas tres décadas. Agreguemos que algunos autores (véase Girling, 1997) incluso encuentran que la corrupción ha sido parcialmente funcional para el desarrollo en países como Tailandia e Indonesia, en que las estructuras políticas eran muy rígidas: aunque sin dejar de reconocer que también es fuente de distorsiones y problemas.

En cuanto a Marx, tampoco otorga una importancia central a la corrupción como factor de desarrollo, o no desarrollo. En El Capital, o en otras obras centrales, no se encuentra un tratamiento de la cuestión. La idea es que la generación de la plusvalía y la acumulación del capital proceden a través de un mecanismo económico, donde la extracción de plusvalía con violencia directa está ausente (la violencia actúa como "telón de fondo", pero la explotación es económica). De todas maneras, en repetidos pasajes del capítulo 23 del tomo 1, dedicado a la acumulación originaria, Marx se refiere al rol que tuvieron el fraude, el robo y la corrupción, en la formación de las grandes fortunas que se volcaron luego al circuito de valorización del capital. Asimismo, era consciente del elevado grado de corrupción que existía en Gran Bretaña, en el siglo XIX (véase, por ejemplo, "Corruption at Elections", New York Daily Tribune, 4 de septiembre de 1852) y en otros países capitalistas. Todo indicaría que en su visión la corrupción constituía una transferencia de plusvalía entre fracciones de la clase dominante. Pero a lo largo de su obra, el foco está puesto en la explotación del trabajo que, por supuesto, subsiste exista o no corrupción. Por este motivo, los marxistas nunca podemos coincidir con el diagnóstico burgués, o pequeño burgués, de que la corrupción es "el" problema de la sociedad capitalista. Lo esencial es que se trata de una sociedad sustentada en la explotación; la cuestión de cómo se reparte el botín tiene una importancia secundaria. Aunque, como veremos luego, la corrupción sí puede jugar un rol importante como factor de desmoralización, desorganización y división en las filas del movimiento obrero y en las organizaciones revolucionarias (una cuestión que subrayaron Marx, Engels y Lenin).

Generalidad del fenómeno

La segunda cuestión que debería tenerse presente es que la corrupción K es parte de un fenómeno generalizado. Las denuncias y escándalos por corrupción se extienden por los más diversos países: Italia, Francia, Brasil, México, Corea del Sur, India. En algunos casos se habla de fortunas de miles de millones de dólares: Suharto de Indonesia, Marcos de Filipinas, Mobutu de Zaire, Collor de Mello, de Brasil, Carlos Salinas (hermano del ex presidente Salinas) de México, y otros. El Banco Mundial calcula en un billón de dólares anuales los sobornos que pagan las empresas u hogares a funcionarios gubernamentales. Esto sin contar dineros obtenidos por desfalcos, robo o mal uso de los activos estatales. Tampoco se toma en cuenta el fraude del sector privado. La Unión Europea calcula en 1,3 billones de dólares anuales los ingresos que se pierden anualmente por evasión o elusión fiscal, solamente en el área europea. También se calcula que unas 120.000 empresas y trusts están en paraísos fiscales. De acuerdo a Tax Justice Network, una organización con sede en Gran Bretaña, personas adineradas, hacia finales de 2010, ocultaban unos 32 billones de dólares en refugios offshore. Según una investigación realizada por economistas de McKinsey & Co, actualmente menos de 100.000 personas poseen activos en paraísos fiscales por 9,8 billones de dólares (datos tomados de Bloomberg). De acuerdo al Bloombergs Billionaires Index, más del 30% de las 200 personas más ricas del mundo, que poseen una riqueza colectiva por un valor neto de 2,8 billones de dólares, controlan parte de sus fortunas personales a través de alguna empresa offshore, o alguna entidad doméstica donde los activos son tenidos de manera indirecta.

Además, habría que contabilizar los fondos provenientes de actividades ilícitas: de la droga, de la trata de personas, del comercio ilegal de armas, y similares. Estos flujos se blanquean a través de los circuitos financieros, nacionales o internacionales, o con empresas pantalla; alternativamente, se reinvierten en mantener, o ampliar, las actividades ilícitas. De conjunto, en 1996 el FMI estimaba que el lavado de dinero representaba entre el 2 y el 5% del PBI mundial; aunque, por su propia naturaleza, no hay forma de conocer cuánto es el monto exacto que se mueve. La misma estimación hace hoy la Oficina sobre Drogas y Crimen de las Naciones Unidas. Según otras estimaciones, realizadas a partir de audiencias tenidas por el Congreso de EEUU, a comienzos de los 2000 los bancos norteamericanos y europeos lavaban entre 500.000 millones y 1 billón de dólares anualmente, provenientes del crimen.

Salida de dinero

Un argumento de Chang es que la corrupción no afecta el desarrollo, siempre que quede en el país. Pero la realidad es que buena parte del dinero sale de los países atrasados. Es parte del fenómeno más general de transferencia de plusvalías y capitales desde el tercer mundo a los centros adelantados. En algunos países estas salidas representan montos importantes. Según Global Financial Integrity, un grupo con sede en Washington, en la década que va del 2001 al 2010 salieron de China fondos por un total de 2,74 billones, provenientes de la evasión fiscal, el crimen y la corrupción. Aunque una parte de este dinero, probablemente, volvió a entrar en China, una vez lavado. En 2011 el país habría perdido otros 600.000 millones de dólares. Se piensa que sólo la familia de Wen Jiabao, ex primer ministro, tiene una riqueza acumulada de 2700 millones de dólares. También de acuerdo a GFI, entre 2001 y 2010 salieron de México 476.000 millones; y de Malasia 285.000 millones. India también padece una salida endémica de dinero, del cual una parte importante es producto de ilícitos. En 2006 los bancos suizos dijeron que los indios tenían más de 1,4 billones en cuentas en sus bancos; algunos consideraban que si se agregaban las cuentas mantenidas en todos los paraísos fiscales, se llegaba a 2 o 3 billones de dólares. Pero éstos son solo algunos casos notables, porque el fenómeno es muy general.

En cuanto Argentina, todo indica que buena parte del dinero proveniente de la corrupción sale del país y se integra a las tenencias de argentinos en el exterior, que algunos calculan en unos 202.000 millones de dólares. Posiblemente, solo una pequeña fracción vuelve al país. Un ejemplo sería la compra de la gráfica Ciccone por el oscuro Old Fund (no es casual que los legisladores hayan estatizado la empresa sin averiguar el origen de esos fondos).

Vinculación con el capital financiero

Lo anterior demuestra la íntima relación entre las llamadas "burguesías nacionales" (y los gobiernos "nacionales y populares") con el capital financiero internacional. No sólo porque la colocación en activos financieros internacionales es un destino favorito de muchos fondos, sino también por la misma naturaleza de las operaciones involucradas en hacer "productivos" los flujos de dinero sucio. Es que entre el atesoramiento de los flujos líquidos, y su lanzamiento al circuito de acumulación, debe mediar el lavado. Como es conocido, el lavado es el proceso por el cual el dinero recibido por una acción criminal, que no ha pagado impuestos, etc., se convierte en dinero aceptable legalmente, borrando las vinculaciones con su origen. Puede realizarse al interior del país, o en el exterior, y se realiza de diversas maneras, que involucran, en diferentes grados, la colaboración del Estado y del sistema bancario. Por ejemplo, se montan negocios que mueven mucho líquido; la mafia norteamericana, por caso, operaba con restaurantes, lavanderías y similares para blanquear dinero. Naturalmente, los órganos de recaudación y fiscalización, hacen "la vista gorda". También se lava dinero mediante la confección de facturas apócrifas. Otra forma de lavado se da cuando los gobernantes aumentan sustancialmente, año tras año, sus declaraciones patrimoniales, en la seguridad de que la Justicia no averiguará sobre el asunto, o desestimará cualquier denuncia. Apuntemos que todas estas operaciones implican sumas destinadas a actividades improductivas; desde ese punto de vista, y contra lo que afirma Chang, se trata de un factor negativo para el desarrollo de las fuerzas productivas.

A su vez, cuando se trata del blanqueo en el exterior, es imprescindible la cooperación de las instituciones financieras internacionales, tanto para abrir cuentas, como para mover el dinero. Es que una de las operaciones más usuales consiste en mover el dinero muchas veces entre diferentes países y cuentas, a fin de que se pierda su rastro. Dado que en la actualidad el sistema financiero está altamente conectado, el dinero puede ser transferido a través de muchas jurisdicciones en cuestión de minutos. Los lavadores de dinero explotan la complejidad de estas interconexiones, así como las diferencias entre las leyes nacionales sobre lavado de dinero. Evidentemente, no es posible el lavado de esas siderales sumas de dinero sin el concurso de grandes bancos de las principales potencias. Al respecto, existen múltiples investigaciones y denuncias. Por ejemplo, Global Witness ha denunciado muchas veces la renuencia de los grandes bancos de EEUU a rechazar fondos sospechosos. Un caso representativo es lo sucedido con el HSBC. Según Global Witness, entre 2007 y 2008 la sucursal de México introdujo 7.000 millones de dólares en EEUU, que solo podían provenir de los negocios de la droga. En 2012 un subcomité del Senado de EEUU llegó a la conclusión de que el HSBC había permitido a lavadores de dinero, traficantes de drogas y terroristas mover sus dineros a través del sistema financiero estadounidense. La Justicia probó que por lo menos había lavado 880 millones de dólares para el cartel de Sinaloa, y fue condenado a pagar 1.900 millones de dólares en multas.

Global Witness también ha dado una lista de otros bancos que operan en grandes centros financieros y hacen negocios con funcionarios corruptos de Nigeria, Angola, Turkmenistán, Liberia, Guinea Ecuatorial y República del Congo. A su vez, en 2011 un estudio realizado por las autoridades reguladoras del sistema financiero británico encontró que los bancos de Gran Bretaña sistemáticamente no realizaban los controles anti lavado, en especial cuando se trataba de cuentas sospechosas. El sistema también colabora para que capitalistas de todo el mundo estén a salvo de los impuestos de sus países. Por ejemplo, en 2011 los miembros de la Delegación Florida de la Cámara de Representantes sostuvieron que, debido a las leyes de privacidad vigentes en el país, habría depósitos de no residentes en instituciones financieras estadounidenses por unos 1,3 billones de dólares. Indudablemente, con la extensión de las relaciones mercantiles, "todo se vuelve venal y adquirible" (Marx), y afecta incluso a las almas más puras y santas: en 2012 el economista Gotti Tedeschi, al frente del banco del Vaticano (el Instituto para las Obras de la Religión), encontró que detrás de algunas de las cuentas cifradas del banco se ocultaba dinero sucio de empresarios, políticos y jefes de la mafia. Entre estos últimos, estaba Matteo Denaro, jefe de jefes de la Cosa Nostra. Como vemos, no se trata solo de los paraísos fiscales, o de Suiza.

En cualquier caso, y con lo visto en este punto, se hace insostenible el argumento "nacional" de que la corrupción contribuye a las fuerzas "progresistas antiimperialistas". Más bien parece tratarse de un intento de fracciones de burguesías atrasadas, y sus agentes y representantes, de insertarse en la mundialización financiera. Desde el punto de vista de la acumulación global, los fondos que salen del país -que no se destinan a ampliar la infraestructura productiva, la obra pública, etc.- constituyen una sangría de excedente.

Acumulación "primitiva", corrupción y la deidad del dinero

La persistencia y extensión de la corrupción, y sus conexiones con el crimen, obligan a pensar en las razones del fenómeno. Como hemos señalado antes, desde el punto de vista de la teoría marxista, la explotación del trabajo y la acumulación de lo producido, no exigen, necesariamente, el fraude y la corrupción. Tampoco se puede sostener que las grandes orientaciones económicas son regidas por la corrupción, como piensa una parte del progresismo izquierdista argentino (véase aquí). Esta tesis (aunque aplicada sólo al menemismo) constituye el reverso de la que sostiene que "el" problema del país es la corrupción.

Sin embargo, es un hecho que el fraude, el robo y la apropiación violenta de riqueza, jugaron y siguen jugando un papel en la acumulación. Sucedió cuando la acumulación originaria, esto es, durante la acumulación que es previa a la acumulación capitalista (caracterizada por el ciclo Dinero – Mercancía – Dinero acrecentado). Históricamente, se trató del proceso por el cual se crean las condiciones para la existencia del capital: la concentración de la propiedad de los medios de producción, y la generación de una clase de trabajadores "libres". Y en la actualidad este proceso se repite para fracciones de la clase dominante que pueden acceder a las vías del enriquecimiento rápido. Esto ocurre a partir del dominio directo de palancas fundamentales del Estado; o por vinculación con estamentos del Estado. También cuando se desarrollan actividades en las cuales la violencia, el pillaje y el fraude juegan un rol de primer orden (y sólo se pueden desplegar en combinación o complicidad con el Estado). Es claro que ya no se trata de crear una clase de hombres libres; pero sí de apropiarse y concentrar riqueza con el fin de lanzarla al proceso de valorización.

Así, los métodos de la acumulación primitiva se reproducen, parcialmente, una y otra vez, en diversos países y circunstancias. Tal vez uno de los ejemplos más claros ha sido la apropiación, por medio de la violencia, de los medios de producción "socialistas" desde fines de la década de 1980, en los territorios de la ex URSS. Las mafias en Rusia y otros territorios de la ex URSS, y el despliegue de la violencia, fueron las parteras del surgimiento de fortunas colosales, de la noche a la mañana. Se trató de una suerte de nueva "acumulación originaria". Un dato ilustrativo es que a comienzos de los años 90 hubo, en Rusia, unos 800.000 guardias armados privados, y las mafias llegaron casi a administrar justicia y a erigirse en un "Estado" paralelo. Aunque una vez obtenido el botín, lo que se busca es legalizarlo, normalizar la situación, imponer el imperio de la ley. Esto se acompaña de la construcción de algún relato que permita justificar el robo ante los ojos de los desposeídos (algo así como el cuento del "abogado exitoso" que hizo fortuna trabajando).

Algo similar ocurrió en China, como ya hemos señalado. Y en menor escala, se reproduce en muchos países capitalistas. La corrupción K, y de tantos otros regímenes, tendría este rol objetivo: permite a fracciones de las clases dominantes realizar "su" acumulación originaria. En Argentina incluso asume formas "clásicas": la apropiación de tierras fiscales a precios viles y los negociados con la obra pública, han sido recurrentes en la historia del sistema capitalista. ¿O acaso en la época del viejo modelo agroexportador, o en la década infame, fue tan distinto?

Pero también la envergadura que adquiere la corrupción debería vincularse a la extensión y profundidad de las relaciones mercantiles y capitalistas. Nunca debería perderse de vista que la sociedad capitalista tiende a la mercantilización de todas las relaciones. Por eso, en última instancia, las virtudes y la decencia, incluidos votos de parlamentarios, y sentencias judiciales, se compran y venden, como cualquier otra mercancía. Detrás de las promesas de "nos preocupamos por la gente", está el contenido de toda política burguesa (esto es, de toda política que defiende la propiedad privada y la explotación). Y el dinero, la encarnación misma del valor y del poder social, es el centro de la atracción. "La triste esclavitud en que el dinero mantiene al burgués se trasluce claramente en el mismo lenguaje de la burguesía. Es el dinero el que da valor al hombre. … Quien tiene dinero es respetable, figura en la "mejor clase de gentes", escribía Engels en una de sus obras juveniles (1981, p. 513). Y por la misma época Marx, inspirado en Shakespeare, anotaba que "el dinero es la deidad visible que se encarga de trocar todas las cualidades generales y humanas en lo contrario de lo que son, la confusión y la inversión general de las cosas…. el dinero es la ramera universal, la alcahueta universal de los hombres y los pueblos" (1987, p. 643). Ante esta "deidad-ramera-alchahueta" todo se sacrifica. ¿Qué importa que no se hagan obras para evitar inundaciones? ¿Qué importa que se desvíen fondos destinados a mejorar los ferrocarriles? ¿Qué importa que se utilicen subsidios para afianzar mi poder? ¿Qué me importan los muertos por inundaciones, por accidentes ferroviarios? ¿Qué me importa la gente sin trabajo ni recursos? ¿Qué me importa todo esto, si yo me enriquezco de la noche a la mañana? ¿Qué me importa si "el dinero convierte la lealtad en felonía, el amor en odio y el odio en amor, la virtud en vicio y el vicio en virtud, el siervo en señor y al señor en siervo, a la estupidez en talento y al talento en estupidez"? Ésta es la civilización burguesa "en acto"; y es la razón última de la corrupción generalizada.

Textos citados:
Chang, H-J, (2009): ¿Qué fue del buen Sanmaritano? Naciones ricas, políticas pobres, Bernal, UNQ y AEDA.
Engels, F. (1981): "La situación de la clase obrera en Inglaterra", Escritos de juventud, México, FCE.
Girling, J. (1997): "Corruption, Capitalism and Democracy", Londres y Nueva York, Routledge.
Marx, K. (1999): El Capital, México, Siglo XXI.
Marx, K. (1987): "Manuscritos económico-filosóficos de 1844", Escritos de Juventud, México, FCE.

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Escrito por rolandoastarita

02/05/2013 a 12:15

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18 comentarios

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1.      excelente su articulo, un placer leerlo. Muchas gracias.

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ricardo

02/05/2013 a 12:47

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2.      excelente nota, Rolando. La comparto.
Solo una cosa, la nota de página 12 es de su hijo?
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/cash/17-6775-2013-04-28.html
A veces nos pasa eso con los hijos, uno quieren que sean de boca y se hacen de river.
Con mis hijos es una lucha constante.
Un saludo camarada.

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nancy

02/05/2013 a 13:26

Responder

o    No es mi hijo, es un sobrino. Mi hijo mayor, Diego, colabora con el blog (se encarga de toda la parte gráfica) y tiene ideas afines al marxismo.

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rolandoastarita

02/05/2013 a 13:48

3.      Muy buen artículo. Espero la segunda parte que, imagino, quizás me equivoco, que tendrá alguna referencia a la cuestión subjetiva de la conciencia, ya esbozado sobre el final. Marx, en el tomo III.7. de El Capital, al citar declaraciones de banqueros ante la Cámara de los Comunes, da una idea de los corruptos que han sido esos señores, a lo largo de su historia. No por nada decía, en el capítulo XXIV, sobre la acumulación originaria, que el capitalismo había nacido chorreando lodo y sangre por todos los poros. Respecto de la ley, ya decía Marx que el burgués "la burla siempre que puede, en todos y cada uno de los casos concretos, pero quiere que los demás se atengan a ella y la respeten." (La ideología alemana, capítulo dedicado a Max Stirner). Es así. Me cuentan las malas lenguas que en La Plata, abundan los créditos blandos para gente bien de barrios no inundables, y le ponen todo tipo de trabas a los verdaderos damnificados. La podredumbre social no tiene límite en el capitalismo.
Saludos

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LGJP

02/05/2013 a 16:52

Responder

4.      Muy interesante tu análisis, faltan en el marxismo opiniones claras acerca de la corrupción. Y dado que citas a Chang, aprovecho para preguntar, ¿cuál es tu opinión acerca de sus planteos más generales sobre el desarrollo y la idea de que los países ricos "patean la escalera" de los países pobres? Saludos y desde ya muchas gracias.

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Juan

02/05/2013 a 22:22

Responder

o    Sería bastante largo para responder. Chang pertenece a una corriente que podríamos llamar "institucionalismo desarrollista", que también integran Amsden, Evans, y algunos otros. Tienen como referencia central el desarrollo de los NICs (Corea, Singapur, Hong Kong y Taiwan), y el rol del Estado como "disciplinador del capital". Presentan sus tesis como una alternativa a las recetas del Consenso de Washington, que dicen que liberando los mercados el desarrollo está garantizado (Adam Smith y seguidores). Dos cuestiones fundamentales que objeto de Chang y compañía:

a) Parecen pasar a segundo plano el hecho de que el desarrollo de Corea (centro de la admiración de Chang) y otros países asiáticos se basa en una altísima tasa de explotación del trabajo. Chang se refiere al asunto diciendo que "el milagro de Corea no estuvo exento de sombras". Fue algo más que "sombras". Fue un régimen terrible de explotación. La condición para la acumulación de plusvalía es la explotación del trabajo, y esto no es una cuestión de meras "sombras".

b) Chang sostiene la misma tesis que la mayoría del progresismo izquierdista nacional: las políticas neoliberales fueron "impuestas" por fuerzas externas al tercer mundo, el FMI, el Banco Mundial, la OMC, EEUU y las otras potencias. Pareciera que las burguesías locales no tuvieron nada que ver en el asunto. De ahí los problemas que tienen para explicar por qué, por ejemplo, el PJ de Argentina aplicó en los 90 los programas de "ajuste neoliberal" (en mi opinión, son las políticas económicas que responden a la lógica del capital en general frente a la crisis).

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rolandoastarita

03/05/2013 a 09:57

5.      Buena nota, espero la segunda parte porque sería adelantado intentar evadir dudas tan tempranamente. No obstante, noto en los dos últimos párrafos una especie de tesis que sería algo así como; "el fenómeno de la corrupción en la Arg, en tanto fenómeno social, es un intento de determinada fracción burguesa (o en aburguesamiento) e acumular velozmente. En cuanto emergente individual, es expresión de la búsqueda de enriquecerse a cualquier precio y asegurar el rancho propio" ¿Es alejado esto de su tesis o lo interpreté bien?

Un saludo.

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Ilichito

03/05/2013 a 01:40

Responder

o    Sí, es así, en la segunda parte de la nota trato de extenderlo un poco. El capital "en general" solo existe a través de los múltiples capitales en particular. Y esto es fuente de tensiones y conflictos al interior de la clase dominante.

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rolandoastarita

03/05/2013 a 09:48

6.      Compañero Rolando. La nota da plenamente en el clavo, en un momento en que se hace vox populi (aunque era archisabido por quien está familiarizado con la política) el monstruoso entramado de corrupción de la dinastía K. La corrupción es consustancial a la existencia del capitalismo y diría a todo régimen social asentado en la explotación del hombre por el hombre. Solo varía en su grado de un momento a otro y de un lugar a otro. La casta política y funcionarial que maneja la maquinaria del estado capitalista, es producto de una división funcional al interior de los explotadores. Es lógico que junto a los emolumentos privilegiados que se fija, reclame participación en la cuota del león y, en la medida que pueda , aplique una sistemática punción sobre la plusvalía que le permita estabilizarse como capitalista o potenciar su condición previa, dado que la mayoría son empresarios o socios de empresas capitalistas. El planteo revolucionario debe tomar nota de la corrupción y denunciarla con vehemencia, poniéndola en el contexto que se explica en la nota, es decir, como subsidiaria de la necesidad de abolir el sistema capitalista. Lamentablemente, esto se hace muy poco. La mayoría de las denuncias se quedan en eso y la propia izquierda, a lo sumo remarca la conexión con los males propios del capitalismo, pero se priva de plantear la necesidad de su abolición revolucionaria, como forma de acabar de raíz con el mal y sus frutos amargos. No es que no lo entiendan, sino, que, se autocensuran invocando las limitaciones de la conciencia de las masas, pero, en realidad, por razones de autopreservación. El mensaje es conciso: Vote un gobierno de trabajadores y se acabó la corrupción. Todos los caminos conducen a Roma. Para traducir la posición marxista al plano político hay que recuperar la propaganda de máxima. No estoy hablando de llamados extemporeos a las armas ( aunque haya un cúmulo de organizaciones que sostienen explícita o veladamente, que en Argentina hay una situación pre revolucionaria¡) sino de llamar a las cosas por su nombre. Pero proceder de esta manera atenta contra la posibilidad de crecer electoralmente especulando con acaparar una fracción de voto 'anticorrupción'. Son las paradojas de la política socialista realmente existente.

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AP

03/05/2013 a 11:48

Responder

7.      Hombre, Taiwan o Corea del Sur no deben ser comparados con China. No hay salarios de miseria en los tigres asiáticos. No digo que no haya habido explotación o que la haya, pero como en cualquier parte(o es que en Argentina la gente trabaja al ritmo que les parece bien?), Corea del Sur se ha destacado más por su represión política. Es más, los tigres destacan por tener mucha menor desigualdad que en América Latina o el resto de Asia. Hay un historiador chileno, maestro de Chang creo, llamado Gabriel Palma que tiene artículos interesantes comparando el desarrollo de Asia oriental con América Latina en las últimas décadas y viendo por qué unos se han desarrollado y los otros siguen en el camino.
Me consta que ni Palma ni Chang son anticapitalistas, pero son anti neoliberales, y en el contexto de América Latina, y no digamos ya Argentina que padece la burguesía más "apátrida" del mundo, tiene mucho que aportar.
Y lo de disciplinar al capital es real. Samsung es hoy lo que todos conocemos porque un dictador de derecha Park Chung-Hee amenazaba a los directivos de las grandes empresas con meterles en la cárcel sino innnovaban y lograban vender un tercio de la producción al exterior.
Estoy de acuerdo contigo en que las medidas del FMI no han sido impuestas sino aceptadas por una parte importante de la población, pero incluso esa población no tiene la culpa de tener una clase dirigente-dominante tan inepta. Además, la argumentación de Chang es extensible al desarrollo de países anglosajones como EEUU, Canadá o Australia.
En los EEUU fueron minoría los que decían que había que dedicarse solo a plantar trigo, maíz y algodón, por una supuesta "ventaja comparativa", y comprar las manufacturas a los ingleses. Que todavía haya gente en Argentina que se oponga a la industrialización es para matarles. Claro que eso habría que haberlo hecho hace décadas para destruir el poder latifundista de la oligarquía pero no se hizo. Hay un artículo muy interesante de Carl Solberg sobre el desarrollo económico comparado de Argentina y Canadá que lo deja bien clarito. Evita lo tenía claro: o les matamos o nos matan. Como ustedes conocen las historia de su país, no hace falta añadir más. España, un Katyn sobre la oficialidad del ejército nos hubiera ahorrado una guerra y 40 años de fascismo.
Saludos, y perdón por el sermón.

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José de España

03/05/2013 a 17:56

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o    Muchacho:A que llamas desarrollo económico????de un país,por que no estamos hablando de un país teórico,estamos hablando de Argentina :pais con un sistema democrático y que en los últimos 10 años cambó la matriz del reparto de lo que vos llamas "el botín" y esto no es secundario como vos afirmas,aunque quizá lo sea para vos ,pero no para los 5 millones de trabajadores que lo consiguieron entrar nuevamente al sistema productivo,y pueden recuperar dignidad cosa que no entra en una estadística económica y mensurable,ni que hablar de jubilados y madres con Asignación por hijo,te cuento que tampoco en tú análisis no figura el poder judicial ,órgano que se da una sociedad para poder convivir sin "devorarse unos con otros"y que cuando decís "todo indica"dando por hechola presunta corrupción "k",me pregunto QUE ES EL TODO INDICA?????.Además que carajo tenemos que ver con Park chung-Hee rima con Azereje he aje?Digo :en el medio de este análisis hay personas y a quién votan?estas personas?:Respuesta:a quién ven que los benefician en la cotidianidad de sus vidas pues el desarrollo humano no pasa por una vida de tiempo biológico!
Si tienen datos de corrupción vayan a la justicia y denuncie……..y si le parece que la justicia es corrupta ACOMPAÑE EL CAMBIO QUE ESTE GOBIERNO PROPONE PARA UNA JUSTICIA AL SERVICIO DE LAS MAYORIAS POPULARES.

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Fer

04/05/2013 a 00:40

o    Yo no comparto varias cosas que escribio Jose. Sin embargo es muy impresionante la ira mal contenida de Fer porque le tocaron su religión. Sin entrar a debatir varias falacias K que recita como padrenuestro, y haciendo la vista gorda a la tipica prepotencia de la gente carente de argumentos con la que escribe no puedo dejar de señalar la frase:

"cuando decís "todo indica"dando por hechola presunta corrupción "k""

Impresionante, y luego lo de vaya a la justicia y denuncia, los religiosos estan dispuestos a toda ceguera con tal de poder seguir creyendo. Aparte de ser exactamente la misma frase con la que los Menemistas defendia la mugre del menemato.

Saludos.

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Gerardo Daniel

04/05/2013 a 08:32

o    Quisiera hacer alguna aclaración. En primer lugar, el contenido del "disciplinamiento del capital" es la colaboración con el capital, particularmente con la gran empresa, por parte del gobierno (y del estado). Es la idea de Amsden de "reciprocidad", o de Evans de "autonomía enraizada". Los gobiernos colaboran con los grandes conglomerados (el crédito estatal subsidiado,por caso) y en contrapartida los capitales deben ser competitivos en el mercado mundial. Debería decirse también que la crisis de 1997-8 puso en crisis buena parte del relato sobre la burocracia "weberiana", cuando aparecieron a la luz del día los inmensos negociados que había posibilitado esta colaboración.
En segundo término. y vinculado a lo anterior, es la colaboración con el capital para que se desarrolle a plenitud la explotación del trabajo. Los reportes sobre las condiciones terribles existentes en las empresas de Corea del Sur, por caso, fueron constantes y muy conocidos. Las condiciones en muchas fábricas "recordaban a los oscuros molinos satánicos del siglo XIX o a las fábricas explotadoras de la China actual. En el sector textil y de la ropa, que eran las principales industrias exportadoras, los obreros solían trabajar 12 horas o más en unas condiciones muy peligrosas e insalubres por un sueldo bajo. Algunas fábricas se negaban a vender sopa en la cantina, so pena de que los trabajadores necesitaran otro descanso que liquidara su pingües beneficios. La situación era mejor en las emergentes industrias pesadas -automóviles, acero, química, maquinaria, etc.- pero, por encima de todo, los trabajadores coreanos, con su semana laboral de 53-54 horas de media, invertían más horas que nadie en el mundo en aquella época".
En resumidas cuentas, el estado colaboraba con el capital para mantener esta situación.

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rolandoastarita

04/05/2013 a 14:57

8.      Oye Fer, no entiendo tu embestida contra mí. Yo no niego los logros K, Rolo es mucho más escéptico con esos logros que yo. El gobierno K ha sido lo mejor que le ha pasado a la Argentina desde Perón.
Dicho esto, con el peronismo, aunque no sé mucho, siempre me ha dado que pensar una cosa: ¿por qué no acaban de una vez con sus enemigos en vez de tanta retórica incendiaria? Id a sus guaridas asquerosas(¿te suena la expresión,no?) para acabar con ellos y que dejen de conspirar contra el pueblo y la nación. ¿Cuando vais a acabar con lo que representa La Nación? ¿Para cuando una reforma agraria? Lo mismo en Venezuela.
Mira, la Thatcher era una HP, pero tenía claro cuales eran las bases de poder de sus enemigos: los sindicatos concentrados en la industria pesada y el sector manufacturero. Como además no era una industria muy boyante, se permitió el lujo de cerrarla. Resultado: la izquierda marxista inglesa que tanta influencia había tenido en los 70, se esfumó. Yo quiero que la izquierda haga lo mismo con las bases de poder de la derecha. Porque si no lo hacemos, puedes ganar muchas elecciones como Cristina o Chávez pero como le dijeron en el barco a Kicillof "nosotros seguiremos aquí cuando ustedes se vayan".
Y esto es solo una opinión humilde, España no está ahora para dar ejemplo de nada a nadie, así que no me trate como un colonialista porque he defendido la nacionalización de Repsol aquí, que es casi como defender las Malvinas inglesas en BA.
Los países tienen que invertir en I+D siempre y crear poderosas industrias, diversificadas, con alto valor añadido. Eso es válido para España que también perdió mucha industria en el período 1976-1985 y para cualquier otro.

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José de España

04/05/2013 a 06:57

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9.      Integridad Financiera Global (GFI por sus siglas en inglés) dijo en su reporte "Flujos financieros ilícitos provenientes de países en desarrollo: 2001-2010″ que los flujos ilícitos —generados por actividades delictivas, corrupción, evasión fiscal y sobreprecios— representaron pérdidas para el mundo en desarrollo de 859.000 millones de dólares solamente durante 2010.

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Luke N. Dunn

05/05/2013 a 05:09

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10.  Reblogged this on Humano Buenos Aires.

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Leonardo Sai

06/05/2013 a 11:47

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11.  Quisiera añadir un comentario más sobre el tema de la centralidad de la corrupción como falsa explicación de la mala situación económica de un país.
El ejemplo es España. Es triste oir a tanta gente decir que el problema del país son los corruptos, y que "si devolvieran lo que se han llevado, ya no habría crisis". Ésta frase la habré oído ya como más de cien veces sin exagerar. Y es triste porque presentar explicar una crisis económica de la magnitud de la actual en función de la corrupción es absurdo. Pero lo más grave de todo es la mentalidad, o quizás ideología que hay detrás.
Sobre por qué es absurdo, simplemente decir que antes había más corrupción que ahora sencillamente porque había más actividad económica que ahora. Si la corrupción se ha basado en comisiones por obras adjudicadas, permisos, etc.(un ejemplo expuesto por Chang), no puede ser causa de que ahora no haya obras públicas y privadas.
Y sin embargo, son muchos los que así piensa. ¿Por qué? Pues porque muchos han chupado de la economía del ladrillo. Para los argentinos que lean esto, significa simplemente que en España en 2007 se llegaron a iniciar 800 mil viviendas, se consumía más cemento que en UK+Francia+Italia+Alemania, se construían autopistas, aeropuertos, puertos deportivos, tranvías, trenes de alta velocidad que al final se demostró que no eran rentables porque no había suficientes compradores/usuarios.
Consecuencias: aeropuertos semi vacíos, trenes que apenas tienen pasajeros, 3 millones de viviendas vacías y sin vender, autopistas de peaje que al no tener usuarios no cubren ni los gastos de mantenimiento(no digamos ya recuperar la inversión). Sobre todas esas obras existió corrupción, el alcalde de un ayuntamiento que recalificó tierras para construir una urbanización al lado de la costa, seguro que se llevó una buena comisión por adjudicar los terrenos a un constructor y no a otro. Pero el problema final ha sido que llegó un momento que no se podía vender todo lo que se construía, consecuencia también de unos precios inflados que no respondían a los salarios que disponían los ciudadanos.
Y entonces, ¿por qué tanta gente echa la culpa a la corrupción? Unos por ignorancia y por la mala influencia de los mass media, pero otros muchos porque les conviene. Les conviene porque sus empleos dependían del sector de la construcción y derivados, porque han conseguido que sus casas aumentaran de precio, etc. Por eso en vez de cuestionar el modelo, se centran en lo secundario.

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José de España

07/05/2013 a 05:05

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12.  El análisis expone que el Banco Mundial (BM) calcula que el flujo a través de las fronteras por actividades criminales, corrupción y evasión de impuestos es de entre un billón y 1.6 billones de dólares, de los cuales 40 mil millones de dólares son producto de corrupción en países en desarrollo y en transición.

Entrada nueva en Rolando Astarita Corrupción y capitalismo 2  [Blog]

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by rolandoastarita

Descripción: http://rolandoastarita.files.wordpress.com/2011/10/marxista_economista_autodidactaii.jpg?w=100Continuación de la parte (1)

Estado, capital en general y capitalistas

La posibilidad de que la corrupción se transforme en una palanca de acumulación reconoce un anclaje, en última instancia, en la contradicción que existe entre las funciones del estado, en tanto representante de los intereses del capital "en general", por un lado, y los intereses de los capitales particulares, por el otro. Es a través de esta articulación específica que se despliegan las tensiones y conflictos en torno a la problemática de la corrupción.

El enfoque teórico más general de lo que sigue es tributario de la "escuela de la derivación". La idea es que las leyes del movimiento del modo de producción capitalista, que actúan como tendencias, se relacionan siempre con el capital social total; pero éste sólo existe bajo la forma de capitales particulares, los cuales necesitan las condiciones materiales adecuadas para desplegar el proceso de valorización. El problema es que muchas de esas condiciones no pueden ser creadas por los capitales en particular; a veces, porque se trata de actividades que no rinden beneficios, otras veces porque no tienen la envergadura necesaria para encararlas, o por otras razones. "Se requiere entonces una institución especial que no esté sujeta a las limitaciones del propio capital, una institución cuyos actos no estén determinados así por la necesidad de producir plusvalor, una institución que es especial en el sentido de estar 'junto a la sociedad burguesa y el margen de ella' (Marx y Engels)" (Altvater, p. 91).

Esta institución es, por supuesto, el estado; "una forma específica que expresa los intereses generales del capital" (idem, p. 92). Por eso, el estado, junto a la competencia, "es un momento esencial en el proceso de reproducción social del capital" (idem), que por su naturaleza tenderá a expresar los intereses del capital en general. Pero esto no ocurre libre de contradicciones, ya que "el capital en general" solo existe a través de la guerra competitiva de los capitales singulares. De aquí que haya múltiples fuentes de tensiones. Por caso, el estado requiere trabajo burocrático (además del ideológico y represivo) que implica gasto improductivo. Ello implica un drenaje de plusvalía (a través de los impuestos), que cada capital en particular intentará reducir al máximo, pero que en interés del capital en general, no pueden bajar de ciertos mínimos. Asimismo, en muchas ocasiones el estado debe garantizar los intereses generales, por sobre intereses particulares. Por ejemplo, cuando impone reglamentaciones por las "deseconomías externas" que generan determinadas actividades (por caso, contaminación ambiental). Y a veces el estado debe imponerse sobre el conjunto del capital, para defender el interés de este mismo capital en general. Para dar un ejemplo histórico, en los orígenes del capitalismo industrial el afán desmedido de ganancias y la explotación pusieron en peligro la existencia misma de la clase obrera, por lo cual el estado británico impuso restricciones (a la jornada laboral, al trabajo infantil, etc.), a fin de preservar a "la gallina de los huevos de oro".

Todo esto también explica por qué el estado no se adecua automáticamente a los intereses del capital en general, y por qué no siempre los gobiernos, o las instituciones, responden a esos intereses. Las fracciones en disputa permanentemente tratan de posicionarse de la mejor manera en la lucha competitiva, y el apoyo de organismos del estado es un recurso siempre deseado y buscado. A su vez, la actuación del estado, o de instituciones estatales, también estará condicionada, o respaldada, por las posiciones políticas e intereses que asuman las otras clases sociales, que pueden verse favorecidas, o perjudicadas, por la resultante de los conflictos en curso. Todo esto explica también que haya un impulso a la institucionalización de un "contra-poder" (Offe, p. 67), el cual actúa como "el mecanismo regulador destinado a garantizar una relativa autonomía al gobierno nacional" (idem) y a los diversos organismos estatales.

Esta dialéctica de unidad-fragmentación que subyace a la relación entre el estado y el capital, a su vez, puede explicar por qué la corrupción tiene una base estructural en la sociedad capitalista. Por un lado, es palanca de acumulación originaria para algunos sectores o capitales singulares. Por otra parte, los capitales que no acceden a las instancias que la posibilitan, tratarán de activar los mecanismos de contra-poder (jueces "independientes", imperio de la ley, etc.) que garanticen la igualdad de las condiciones competitivas. Tengamos presente que esta última es una condición esencial de la acumulación del capital (la hermandad en la explotación del trabajo), a través de la cual opera la tendencia a la igualación de la tasa de ganancia. Si las condiciones de igualdad competitiva se debilitan, se entorpecen los mecanismos a través de los cuales se comparan y distribuyen los tiempos de trabajo social, se imponen sobrecostos a los capitales no favorecidos, y aumenta el gasto improductivo. Por eso, cuando desde fracciones de la clase dominante se exige acabar con la corrupción, no se está pidiendo acabar con la explotación: sólo se está reclamando el derecho democrático a participar en igualdad de condiciones en la extracción y reparto de la plusvalía. En este respecto, el estado no representa el bien general sino "sólo la articulación particular de intereses de una clase particular" (Marx).

En el plano ideológico, las fracciones desplazadas harán todo lo que esté a su alcance para que su causa sea leída como una "causa nacional" y democrática por la opinión pública. Es comprensible también que cuando los mecanismos de contra-poder se debilitan, y algunas fracciones del capital se apropian de "excesivas" porciones del botín, se intensifiquen los reclamos de "transparencia y moralidad". Esto puede verse agudizado si los mecanismos de la corrupción van acompañados -como suele suceder- de formas bonapartistas en el régimen político. Los negociados, los sobornos, el blanqueo de dinero y similares, demandan el mantenimiento de los "secretos de estado" y el alejamiento de las amplias masas de lo que se cuece en las "altas esferas de la alta política". Pero esto también puede afectar a las fracciones de la clase dominante que está excluidas de la fiesta. En cualquier caso, la intensidad de estos conflictos, sus ritmos y formas de resolución, incluidas las formas institucionales, estarán sujetos a las circunstancias sociales y políticas de cada coyuntura. Dejemos anotado que una cuestión a investigar es qué relación puede existir entre el nivel de desarrollo del capitalismo, y la medida en que los capitales "en general" hacen valer los mecanismos de contra-poder, que debilitan la posibilidad de que sectores advenedizos accedan a las palancas de la acumulación originaria.

Lumpen burguesía

Los mecanismos de la corrupción posibilitan que fracciones del capital mejoren sus posiciones frente a sus competidores, y también que personajes carentes de recursos se conviertan, casi de la noche a la mañana, en grandes capitalistas. Es una historia repetida, que reconoce tres pasos característicos: el saqueo originario, el blanqueo del dinero (que puede darse por vías ilegales, pero también legales cuando los gobiernos disponen "amnistías tributarias amplias") y la puesta en marcha del negocio "legalizado". Así, pasados algunos años, ¿quién se acuerda de que el ahora exitoso empresario X hizo sus primeros dinerillos en escandalosos negociados con la obra pública, o el contrabando, o la especulación dolosa en el mercado financiero, o por cualquier otro medio fraudulento? El dinero no tiene olor, y una vez puesto en el circuito del valor que da valor, todo se puede olvidar y perdonar.

Pero también está la alternativa del que no deviene capitalista "hecho y derecho", sino permanece en la condición de lumpen burgués, vinculado al estado y a los circuitos financieros. El término lumpen burgués fue utilizado por André Gunder Frank para referirse a que los poderes coloniales buscaban adquirir recursos en las colonias y para esto incorporaban a las elites locales al sistema, las cuales se convertían en intermediarias entre los ricos capitalistas coloniales y los productores locales, explotados. Estas elites dependían de la intermediación y se quedaban con una tajada del excedente, pero no tenían raíz propia.

Pues bien, hoy podríamos hablar de lumpen burguesía estatal para significar esa capa de altos funcionarios del estado, que no sólo recibe plusvalía bajo la forma de salario, sino también se apropia de otra tajada en tanto intermedia y habilita el enriquecimiento, o la formación, de nuevos capitalistas, sin transformarse por eso en explotadora directa del trabajo. Por lo general, estos sectores acumulan en los mercados financieros internacionales (bonos, acciones, depósitos en cuentas externas), o en propiedad residencial (en Miami, por caso). Tienen una lógica especulativa, que ni siquiera es la del prestamista que gana en el circuito "dinero – más dinero"; aquí es "dinero que surge de la nada" y se reproduce de la nada, para blanquearse y fundirse luego con el capital financiero internacional. Se trata de una lumpen burguesía estatal y financiera, que no pasa al estatus de capitalista productivo; es una especie particular de parásito, un tipo humano desfachatado y dilapidador sin límites, habituado a realizar todo tipo de fraudes y engaños, en combinación con fracciones del capital privado, interno o externo. Es curioso cómo un amplio abanico de la izquierda K (peronismo de izquierda, militantes y ex militantes del PC, intelectuales estilo 6,7,8 y similares) disimulan, o incluso justifican, con las más diversas excusas, la existencia de este fenómeno.

Corrupción, clase obrera y movimientos sociales

Si bien los marxistas rechazamos la idea de que la corrupción es la principal causa del atraso económico, o de los sufrimientos de la clase trabajadora, en el socialismo siempre existió una aguda conciencia de sus efectos negativos sobre la clase obrera y los movimientos revolucionarios, o incluso democrático reformistas. La preocupación ya estaba en Marx y Engels. Por ejemplo Marx, en carta a Liebknecht del 11 de febrero de 1878, decía que la clase obrera inglesa había sido "la más corrompida desde 1848 y había terminado por ser el furgón del gran partido Liberal, es decir, lacayos de los capitalistas. Su dirección había pasado completamente a manos de los corrompidos dirigentes sindicales y agentes profesionales". Marx y Engels también estaban convencidos de que la clase obrera británica se beneficiaba de la explotación que realizaba Gran Bretaña en el resto del mundo, lo que daba lugar a un "proletariado burgués" (carta de Engels a Marx del 7 de octubre de 1858). Y Marx se refirió incluso al rol negativo de las cooperativas obreras sostenidas por el gobierno prusiano; en carta a Engels, del 18 de febrero de 1865, decía que "el apoyo del gobierno real prusiano a las sociedades cooperativas... carece de valor alguno como medida económica, pero en cambio extiende el sistema de la tutela, corrompe a un sector de los obreros, y castra el movimiento".

La idea de que la corrupción es un factor de dominio de la burguesía, y de desmoralización y desorganización de la clase obrera, también está presente, incluso de manera más aguda, en Lenin y en Trotsky. Este último, por ejemplo, llegó a decir que la burocracia sindical "es la columna vertebral del imperialismo británico", y "el principal instrumento de la opresión del estado burgués"; pensaba que en los países atrasados el capitalismo creaba "un estrato de aristócratas y burócratas obreros", y que los sindicatos se transformaban (era el caso de México) "en instituciones semiestatales" que asumían "un carácter semitotalitario" (véase Trotsky, 1977). En un texto de los años 1920 sostenía que la burguesía norteamericana, como antes había hecho la británica, "engorda a la aristocracia obrera para mantener maniatado al proletariado" (1975, p. 67).

Todo esto es aplicable a la actualidad argentina (y sospecho, a la actualidad de la mayoría de los países capitalistas). Históricamente, la clase dominante -a través del capital privado, o del estado- ha buscado dividir, desmoralizar, desorganizar a los movimientos sociales o críticos. Es conocida la historia de los sindicatos. Hoy la burocracia sindical es socia del capital y del estado, a través de múltiples conexiones, como el manejo de obras sociales, la administración del ingreso de trabajadores a las empresas, la participación directa en negocios capitalistas, con colaboración, o no, de instancias estatales, y otras vías. La burocratización trae aparejadas, inevitablemente, las prácticas burguesas y represivas al interior de las organizaciones obreras.

Pero el mal se extiende también a los movimientos de desocupados, a organismos defensores de derechos humanos, y de cualquier tipo. Por ejemplo, actualmente las cooperativas de desocupados opositoras del gobierno K son discriminadas en la asignación de recursos, en tanto las adictas son recompensadas de múltiples formas. De esta manera, se consolida un sistema de tutelaje y corrupción de dirigentes sociales, a cargo del estado. Los casos son muy conocidos, y no hace falta abundar en ello. Señalemos también el rol de la corrupción para convertir a intelectuales críticos en apologistas del sistema, o defensores de alguna fracción de la clase dominante. En esta vena, es frecuente encontrar esos sujetos en los cuales, y al decir de Marx, "el charlatanismo en la ciencia y el acomodo en la política son inseparables". Como es costumbre, estos intelectuales "progres" dirán -sesudamente, faltaba más- que no hay que denunciar esta corrupción porque "le hace el juego a la derecha" o porque "desprestigia a los sindicatos, a los movimientos sociales, o a la política". Según esta tesis, no habría que denunciar la corrupción y la represión de la burocracia sindical, aunque son principales factores del debilitamiento de los sindicatos, para no debilitar a los sindicatos. Y lo mismo se aplicaría al resto de las organizaciones; y a ellos mismos. Es, por supuesto, un razonamiento absurdo (aunque acomodaticio). Los marxistas son conscientes de que la emancipación de la clase obrera no se logrará ocultando los problemas y las contradicciones. La crítica debe ir hasta la médula, y el principio de toda crítica es el rigor.

Textos citados:
Altvater, E. (1977): "Notas sobre algunos problemas de la intervención del estado", en H. Sonntag y H. Valecillos, edit.,
El estado en el capitalismo contemporáneo, México, Siglo XXI.
Marx, K., y F. Engels (1973):
Correspondencia, Buenos Aires, Cartago.
Offe, C. (1988): "La abolición del control del mercado y el problema de la legitimidad", en Sonntag y Valecillos, edit, citado.
Trotsky, L. (1977):
Sobre los sindicatos, Bogotá, Pluma.
Trotsky, L. (1975):
Sobre Europa y Estados Unidos, Buenos Aires, Pluma.

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Corrupción y capitalismo (2)

 

rolandoastarita | 08/05/2013 en 13:05 | Etiquetas: Altvater, burocracia sindical, capitalismo, corrupción, Engels, estado, Lenin, lumpen burguesía, Marx, Offe, Trotsky | Categorías: General | URL: http://wp.me/pYWkd-101

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