De: Paul Torres <paul@rimed.cu>
Asunto: SOBRE LA INSTRUCCIÓN, LA EDUCACIÓN Y LA SALUD ESCOLAR o ACERCA DE TU EXPERIENCIA CON LA ENSEÑANZA PROBLÉMICA (2)
Retomo nuestro segundo segmento de intercambios profesionales, generados a partir de tu brillante Nota en Facebook "MI EXPERIENCIA CON LA ENSEÑANZA PROBLÉMICA", de hace dos semanas.
Espero que no sientas algo así como que "los cubanos te están cayendo en pandilla", atendiendo a la coincidencia de Notas dirigidas a ti, por el profesor Mario y por otros compañeros míos de acá, además de las propiamente mías. Todo lo contrario, es una demostración del interés que están causando tus comentarios y observaciones, todos muy atinados.
Yo, en lo personal, me siento muy complacido, pues –entre otras cosas positivas- nos estás ayudando a revivir nuestra List@ de Discusión y a alimentar esos tres nuevos "bebés" que tiene nuestra línea de investigación, que son las páginas comunitarias de Facebook, y (por extensión) de Twitter, que hemos generado sobre la base de los acuerdos tomados en el Simposio No.11 del Congreso Internacional PEDAGOGÍA 2011, donde felizmente pudimos contar con tu valorada presencia.
Yo además -y no sé si te disgustará que haga público un comentario tan personalmente confiado a mí- admiro asimismo el esfuerzo que tienes que hacer para mantener, vía Internet, este intercambio profesional desde aquella apartada comunidad andina donde laboras, por cierto durante casi todo el día. ¡Qué ejemplo de educador consagrado a la profesión y a la superación permanente nos estás dando a todos!
En mi Nota anterior ["ACERCA DE TU EXPERIENCIA CON LA ENSEÑANZA PROBLÉMICA (1)"], te comentaba que, desde mi modesto punto de vista, a la Enseñanza Problémica no se puede llagar así, "de golpe y porrazo". De modo que, me parece importante que en los educadores interesados en este enfoque metodológico –y, en general, en los profesores noveles- sean desarrolladas primero determinadas habilidades básicas, ante de adentrarse en acciones profesionales más complejas, como las que presupone una "enseñanza desarrolladora", de orientación vigotskiana.
Te comentaba también que entre esas exigencias básicas se encuentran las de saber "mover" el pensamiento de sus estudiantes y, en consecuencia, te mencioné algunas de las técnicas didácticas más importantes que debe conocer –y aplicar- un docente "no tradicionalista", en relación con la formulación de preguntas e impulsos didácticos a sus estudiantes.
La lógica de la instrucción debiera conducirme ahora a hablar de un segundo "escalón" de exigencias didácticas, en ese camino hacia la preparación óptima para el trabajo con la Enseñanza Problémica en el salón de clases; el que está constituido por la instrucción heurística, ese arsenal de recursos de búsqueda que tanto han hecho avanzar a las ciencias, en general, y a la Matemática, en particular.
Pero no, no voy a hablar esta vez de principios, ni reglas, ni estrategias heurísticas; ni siquiera del programa heurístico general propuesto brillantemente por el húngaro G. Polya a mediados del pasado siglo, ni las enseñanzas afines desarrolladas por el alemán H. Müller y el norteamericano A. Shoenfeld, más recientemente.
En su lugar voy a dedicar este segundo comentario a otros aspectos tan básicos como la técnica de preguntar y formular impulsos didácticos. Me referiré a la inviolable unidad de la instrucción y la educación en la dirección del proceso educativo y, en general, a la consideración de aspectos tan necesarios como la organización y la higiene escolar, ¡incluso a la salud escolar!
Este último aspecto es una deuda personal que considero que tengo con la Directora Nacional de Salud Escolar de nuestro Ministerio de Educación, consagrada educadora que constantemente nos convoca a no olvidar la necesidad de prestar especial atención a esos otros aspectos durante nuestro trabajo de capacitación de los docentes en ejercicio (y, por extensión, durante la evaluación de la calidad de la educación).
¡Te imaginas!... ¡De qué vale intentar desarrollar el pensamiento lógico y creador de los estudiantes si nos olvidamos de velar porque nuestros alumnos estén aseados, alimentados y saludables!... ¡De qué "enseñanza desarrolladora" podemos hablar si tenemos alumnos en el aula que no pueden divisar bien la pizarra, ni leer el libro de texto, porque no están usando los espejuelos que necesitan para corregir su vista, o si la gripe los agobia entre sudoraciones y tos, o si las tripas le gritan al alma por la desnutrición acumulada! ... Es una verdad como un templo, sin salud escolar no hay, ni podrá haber educación, mucho menos elevación de la calidad de la educación. Y, por suerte, ese no es el caso de nuestro pueblo, lo que no significa que no podamos seguir avanzando en ese frente.
Por otra parte, un tema muy debatido en los últimos años por acá es sobre si debemos prestar más atención a lo formativo que a la instrucción, o viceversa. Por suerte somos muchos los que pensamos que esa "unidad dialéctica" es indivisible. Amén de que los contenidos de ambos tipos de actividades pedagógicas tengan espacios de preferencia (la instrucción en el salón de clases y la biblioteca escolar, y la formación en el acto cívico, en las actividades deportivas y culturales y -en general- en las extra-docentes, incluyendo las de carácter familiar, comunitario, y social), ¡se educa mientras se enseña y se enseña mientras se educa!
Por lo tanto, además de saber formular las preguntas con logicidad, hacer las pausas oportunas, etc., es muy importante que nuestros docentes sepan emplear –también durante la clase- el ejemplo (¡comenzando por el ejemplo personal del propio docente!), la educación en el colectivo escolar, la crítica y el estímulo, la emulación, la asignación de responsabilidades, la elevación de la autoestima y el autodesarrollo personal y esos otros muchos y valiosos métodos y procedimientos educativos.
Vibrar de entusiasmo con los avances alcanzados por sus discípulos; exclamar: "¡Muy bien, están avanzando!...", "¡Adelante, razonen, ustedes pueden!...", "¡Ya tenemos parte de la solución del problema, busquemos ahora lo que nos falta!"... Todo ello debe ir de la mano de las técnicas propiamente didácticas... ¡Así lo aprendimos de los fundadores de la Pedagogía!... ¡Así lo concibe esa disciplina científica que llamamos Pedagogía!
Como expliqué, me siguen faltando cosas, de modo que tendré que volver nuevamente más adelante….
Un abrazo,
Paul
(Tomado de DIDÁCTICA DE LA MATEMÁTICA ELEMENTAL, página comunitaria de Facebook y Twitter asociada a la List@ de Discusión del Programa Ramal No.10 de Evaluación de la Calidad de la Educación, del MINED, Cuba)
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