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martes, 2 de abril de 2013

Carlos Rojas Galarza: Pedagogía Constructivista-cognitiva y Pedagogía Emancipadora

De: Clemente Moron Palacios <c.luto@hotmail.com>
Fecha: 31 de marzo de 2013 22:00
Asunto: NOTA DE ACTUALIDAD



¡Que tal!
 
Para su análisis y nueva visión de la pedagogía contemporánea.
 
Por favor difundir.
 
Cordialmente,
Clemente Morón
 
Desarrollando el Modelo Pedagógico Emancipador para la Transformación (MPET)
Pedagogía Constructivista-cognitiva y Pedagogía Emancipadora
Por Carlos Rojas Galarza *
Conceptualmente la educación es un proceso social – cultural – histórico que formaa los seres humanos, de manera sistematizada, en dos dimensiones interconectadas. La dimensión ideológica (formación de la personalidad) y la dimensión laboral (económica), con la finalidad de insertarlos en un determinado sistema económico – político – cultural (predominante y vigente) para los fines de desarrollo social (reproducción y/o transformación). La pedagogía es la ciencia que estudia los procesos y problemas de la educación (realidad educativa). Analiza e investiga las leyes que regulan la relación, por ejemplo: sociedad- educación; educación-personalidad en desarrollo; psicología-ideología y educación; nutrición y educación.
El análisis de la pedagogía debe ser integral y dinámico en sus relaciones internas y externas, considerando que es parte del fenómeno supraestructural de una determinada formación histórico-social. Generalmente, al estudiarse los fundamentos del saber pedagógico, estos son separados y aislados, incluso contrapuestos, lo cual dificulta la comprensión de los problemas didácticos y curriculares.
En primer lugar, es de necesidad imprescindible la ubicación del contexto socioeconómico para la debida identificación sociológica de los procesos educativos a estudiar. La diversidad de intereses sociales se constata precisamente en el tipo de escuela, donde se muestra nítidamente las concepciones filosóficas y políticas como económico-sociales, consecuentemente, se pueden caracterizar los valores, objetivos e ideales principalmente de los sectores que dirigen y controlan los destinos de un determinado país.
La fuente sociológica de la educación y por tanto de la pedagogía, son las relaciones económico-sociales diferenciadas y dinamizadas por las contradicciones de intereses de las clases sociales en una determinada formación social. Históricamente esta diferenciación y conflictivización de afanes económico-sociales ha conducido a la generación y evolución de la institución de Estado como árbitro "imparcial" en las luchas sociales en aras del orden y paz social para el desarrollo; sin embargo, la tan mentada imparcialidad jamás existió. El Estado es básicamente una institución de control social en toda sociedad de clases. Y en la educación, este control social se ejerce por un subsistema institucional en el cual resalta la célula básica que es la escuela, su núcleo el currículo y la ciencia que las estudia como es la pedagogía.
En las sociedades clasistas, como por ejemplo los países capitalistas dependientes y por tanto atrasados, (Latinoamérica), la educación, en el ámbito de caracterización social, es notoriamente diferenciada. Existe la educación oficial que es la que hegemoniza, con sus concepciones burguesas, toda la escuela, expresándose principalmente en el currículum, por tanto es lo que podría llamarse la educación dominante; sin embargo, de modo simultáneo, existen también manifestaciones germinales en diferente grado y de variado tipo, una educación resistente a lo hegemónico; de una pedagogía emergente en sentido contrario a la dominante; una educación que expresa los intereses generales del pueblo; de una educación (en muchos casos) que se apoya en las concepciones científicas del mundo, la sociedad y el pensamiento: una educación que se ha dado en llamársela educación popular. Ésta se da al interior del sistema educativo formal, como también fuera de él, en las instituciones nacidas en los sectores populares (sindicatos, ONGs, partidos políticos, etc.). Es lógico afirmar entonces que la pedagogía está determinada por el sistema educativo oficial, pero en aquélla también se exponen y trabajan concepciones educativas que procuran darle una mayor base científica a los contenidos temáticos como también expresar las vivencias, problemas, y alternativas populares de avances y cambios, sobretodo en el ámbito de potenciar la formación de conciencias y personalidades críticas, democráticas, cultas, laboriosas, patrióticas y humanistas.
Sobre esta base sociológica, se articula la red gnoseológica y epistemológica que entreteje la estructura de la pedagogía: se trata de justificar ésta, filosófica y científicamente. Resuelve o intenta resolver el problema fundamental del conocimiento: en general, el hombre en su cerebro ¿va conociendo el mundo tal como es, reflejándolo gradualmente en su mente o va construyendo ese mundo de manera personal, validando su apreciación individual como "su" verdad? Pérez Miranda escribe: "Al respecto, cabe señalar como principio fundamental, que los seres humanos en comunidad construyen ideas sobre el mundo, las cuales evolucionan y cambian; así mismo, que todas sus elaboraciones, en todos los tiempos y lugares, han servido para regular las relaciones consigo mismo, con la naturaleza y con la sociedad; y que en mayor o menor grado, todas ellas, han tenido un relativo éxito en sus propósitos." [1] En ese sentido, Ricardo Lucio A. apunta: "Los resultados del proceso de construcción son, como su nombre lo indica, construcciones o constructos mentales, que adquieren la forma de esquemas de acción (lo que sabemos hacer), operaciones y conceptos (lo que sabemos sobre el mundo). Este saber (teórico o práctico) sobre el mundo no es por tanto una copia fotográfica de él sino, más bien, la reconstrucción que de él nos hemos hecho, a partir de nuestra interacción con él. Los conceptos, por ejemplo, esas ideas que tenemos sobre el mundo, sobre los acontecimientos, sobre las relaciones entre las cosas, sobre sus propiedades son, por tanto, resultados de procesos activos e interactivos de construcción. No existen en este sentido, para el constructivismo, conceptos verdaderos o falsos; sólo conceptos en estadios previos o más avanzados de elaboración"[2]. Si se afirma que no hay conceptos verdaderos o falsos, ¿qué significan los conceptos? Son elaboraciones humanas acerca de lo que se cree que es el mundo; la realidad es la construcción personal del o los individuos desde la óptica constructivista. Nuestro cerebro es incapaz de captar la realidad, sencillamente porque se duda de la existencia del mundo real; más aún, se niega la existencia de la materialidad de las cosas. Al respecto, Ezequiel Ander-Egg, haciendo alusión a este sofisma, anota: "Un constructivista como Paul Watzlawich afirma que toda realidad es, en el sentido más directo, la construcción de quienes creen que descubren e investigan la realidad. En otras palabras, la realidad supuestamente hallada es una realidad inventaday su inventor no tiene conciencia del acto de su invención, sino que cree que esa realidad es algo independiente de él y que puede ser descubierta. El mundo no es real, para los constructivistas, sino en cuanto dado a un sujeto; lo que conocemos del mundo (utilizo aquí el término como equivalente a realidad) no es el mundo, la realidad en sí misma, sino la construcción subjetiva que hace el sujeto cognoscente."[3]Este problema gnoseológico y epistemológico está ligado al asunto sociológico. Los sectores sociales controladores y dominadores en las sociedades contemporáneas capitalistas son los más interesados en crear en las mentes de la población visiones del mundo y la sociedad que correspondan a sus intereses, necesidades, vivencias e ideales. Necesitan de un remodelamiento permanente de la cultura dominante, poniendo al servicio de la misma, a la ciencia y la tecnología. En la era del conocimiento y de la globalización, el remodelamiento de la cultura les es imperioso para que la población se adapte a las impuestas condiciones materiales de vida y adopte el espíritu, vivencias y valores dominantes. Este remodelamiento permanente de la cultura conlleva a generar y reciclar visiones metafísicas de la realidad en el conjunto de la población; ésta debe ser alejada lo más posible de una comprensión realista y científica del mundo y la sociedad y, por supuesto, del hombre mismo. Los extraordinarios avances de la ciencia y la tecnología y los beneficios concretos que generan no llegan o demoran en llegar a las grandes poblaciones, particularmente de los países del Tercer Mundo. Son los gigantescos monopolios y transnacionales y sus propietarios los grandes beneficiarios de la globalización neoliberal. Por ello, el interés de las clases dominantes, principalmente de las grandes burguesías financieras a escala mundial, para que las grandes colectividades tengan una concepción subjetiva, fantasiosa y personalista de lo que sucede en el planeta. Y el intento de reciclaje mental-ideológico en estos tiempos es el heterogéneo constructivismo, como la forma más sofisticada de la filosofía idealista y metafísica.
Este problema filosófico es cardinal en la pedagogía. Tanto es así que en el currículum actual, el constructivismo, en sus variadas versiones, pretende asumir, como respuesta a la posibilidad de conocer la realidad a través del aprendizaje, una posición personalista y unilateral. El constructivismo no es una concepción caracterizada por una teoría en correspondencia con una sola metodología y sus propias técnicas de estudio y/o investigación. En realidad, como dicen Pérez y Gallego, son corrientes constructivistas (1995); así también el conocidísimo Andrés Ander-Egg (1977) señala que con esa palabra se alude a cosas muy diversas; por otro lado, Solé y Coll (1999), afirman: no es en sentido estricto una teoría, sino un marco explicativo con aportaciones diversas. (Lo resaltado con negrita es del suscrito).
De tal manera que el constructivismo contiene una diversidad de corrientes epistemológicas, psicológicas, pedagógicas, etc., símiles, disímiles y hasta antagónicamente contradictorias, como el caso de haberse incluido a Vigotsky como constructivista cuyo pensamiento es sustancialmente opuesto al de Piaget. Hay literatura (interesada diría yo) por ejemplo, en encapsular de manera ecléctica a Piaget, Ausbel, Vigotsky y Watzlawich (este último constructivista radical), lo cual me parece incorrecto. En la actual propuesta de diseño curricular del Ministerio de Educación se afirma: "El aprendizaje es una actividad de construcción personal de representaciones significativas de un objeto o de una situación de la realidad, que se desarrolla como producto de la actividad del sujeto dentro de ella. Las personas construyensus conocimientos cuando están en interacción con su medio sociocultural y natural, a partir de sus conocimientos previos. La actividad mental constructiva, generadora de significados y sentido, se aplica a los saberes preexistentes, socialmente construidos y culturalmente organizados."[4]En otro pasaje del mismo documento se señala: "La Nueva Secundaria, al optar por una educación centrada en los aprendizajes de los púberes y adolescentes, reconoce que tales aprendizajes son producto de una construcción personal..."[5]Consecuente con esta percepción individualista, en el mismo diseño curricular del área de Desarrollo Social, por ejemplo, se señala como competencia general:"(el alumno) asume su identidad y ejerce su ciudadanía... y plasma su juicio personal en el proceso de construcción de su proyecto de vida y de país."[6]El sentido constructivista y personalista que se le da al currículum es una demostración de la concepción filosófica idealista y pragmática de la educación neoliberal contemporánea, a fin de que los niños y jóvenes, como parte de la población, tengan precisamente una visión y actuación acorde con los propósitos de quienes dirigen y controlan el mundo de hoy. Julián de Zubiría anota: "Hoy en día las presiones radicales (para reformar la educación) provienen de los sectores vinculados en especial con el sector empresarial. Las industrias e instituciones están siendo golpeadas por la baja calidad de la oferta de trabajo ofrecida por el sistema educativo. Debido a ello, e irónicamente, se pueden encontrar mejores análisis de la problemática y prospectiva de la educación en agudos administradores y asesores conglomerados económicos, que incluso en algunos de los propios pedagogos contemporáneos". Por ello y para ello: "El constructivismo representa la posición más desarrollada y sustentada de las vanguardias pedagógicas de la naciente sociedad del conocimiento. Expresa la concepción dominante de la pedagogía y psicología en el mundo contemporáneo y debido a ello, los principales sicólogos educativos y los más importantes pedagogos lo han acogido como el enfoque más prometedor en el ámbito pedagógico, el cual se presupone que permitirá abordar de la mejor manera los retos de la educación futura". Y ligando lo filosófico con lo pedagógico, Zubiría señala: "Sin abordar la pregunta en torno a las categorías centrales y básicas de la ciencia resulta imposible garantizar en la escuela que los estudiantes aprehendieran las categorías científicas que les garantizaran la adquisición de una comprensión básica del mundo. Con los contenidos actuales, o con los ajustes que a ellos le plantean activistas y constructivistas en relación a la importancia del entorno, no es posible desarrollar en los alumnos una representación explicativa, fiel y clara de la naturaleza ni de la sociedad."[7]No pocos educadores, psicólogos y otros profesionales que trabajan en el campo educativo afirman que los dos portentosos teóricos de la educación, particularmente, de los procesos de aprendizaje son Jean Piaget (1896-1980) y Vigotsky (1896-1934). Ambos han tenido y tienen influencia en la educación contemporánea, teniendo seguidores y también críticos. Lamentablemente Vigotsky murió a los 38 años, siendo un científico muy joven, sin embargo su vasta obra es todavía de estudio e investigaciones, cuyos frutos recién -hace algunas décadas- se están dando a conocer y todavía hay que descubrir y mucho que desarrollar en la teoría vigotskiana.
Se ha catalogado a ambos científicos como representantes del paradigma constructivista. Sin embargo, debe aclararse que el constructivismo no constituye un paradigma, sino un conjunto de corrientes denominadas constructivistas, en oposición al conductismo, en la medida que el sujeto conoce y aprende las cosas a través de un complejo sistema cognitivo interno que les va permitiendo "construir" sus saberes; y, no siendo el aprendizaje un simple proceso de estímulo-respuesta vara lograr determinadas conductas externas y medibles.
Entre Piaget y Vigotsky hay notorias diferencias, partiendo de las diferentes concepciones filosóficas que les sirvieron de base para sus respectivas teorías sobre el aprendizaje y desarrollo cognitivo de la persona.
En las fuentes epistemológicas, mientras que Vigotsky parte de la filosofía de la dialéctica marxista, Piaget tiene como base filosófica del idealismo objetivo con influencia hegeliana. Es muy necesario tener en cuenta esta diferenciación esencial.
Vigotsky consideró que dialécticamente hay una correspondencia entre el desarrollo cognitivo de la persona y el contexto social del cual es aprendiz, siendo este último lo que va a determinar el desarrollo. Entre estos aspectos (desarrollo-aprendizaje) hay una actividad interrelacionadota y a su vez interpenetradora. Si bien es cierto que Piaget considera la actividad externa del sujeto cognoscente como muy importante en el proceso cognitivo en desarrollo, éste es el que determina los cambios conductuales. Esto significa para el docente de aula que el conocimiento que por naturaleza es social, debe procurar que haya una mayor aproximación entre la escuela y el entorno social; entre los maestros y alumnos y entre los mismos alumnos: se debe priorizar los trabajos y tareas para resolverlos en equipo. Hay que ir superando la tradición piagetana de que los procesos internos del desarrollo cognitivo son determinantes y que los aprendizajes están definidos por el desarrollo psíquico. Es decir, el aprendizaje individual – no estamos diciendo personalizado- no rinde sus frutos como el grupal.
Como se sabe, es una tesis vigotskiana que el aprendizaje humano como manifestación de la función psicológica superior, se expresa primero, a nivel social (interpersonal) y luego lo interioriza a su estructura cognitiva (intrapersonal). Esto puede servir para que los maestros formen equipos estudio donde los integrantes puedan trabajar las tareas y discutirlas, para aprender con mucha más efectividad los temas, afianzándose en la acción intrasicológica. Al mismo tiempo, aprovechando la tesis de la Zona de Desarrollo Potencial (ZDP), durante la formación de los equipos de trabajo se pueden hacer asociaciones heterogéneas, combinándose a los alumnos que saben más con los que saben menos a fin de que los primeros colaboren con los segundos, en las tareas donde se requiere la correspondiente ayuda para pasar y avanzar hacia la Zona de Desarrollo Potencial partiendo de la Zona de Desarrollo Real, convirtiendo aquélla en la zona de dominio-aprendizaje real del alumno y así avanzar cualitativa y dialécticamente.
En el caso de Piaget, a nuestro parecer, una de sus contribuciones calificadas es la de la teoría de los estadios del desarrollo cognitivo en un proceso escalonado de las asimilaciones y los acomodos. Explica que se conoce el mundo en un determinado momento y también es posible comprender el cambio del conocimiento sobre el mundo. Es decir explica el porqué del conocimiento y el cambio de este conocimiento y así se va construyendo los saberes. La asimilación se produce cuando el sujeto cognoscente incorpora nuevos conocimientos a su estructura cognitiva en función a sus esquemas cognitivos sin producir cambios internos, más bien los enriquece; en cambio, la acomodación se produce cuando la nueva información no concuerda con los esquemas de su estructura mental establecidos, de tal manera que necesariamente éstos tienen que modificarse en función a la nueva información. Caso contrario, la nueva información no se comprendería y como dice Victoria Trianes[8]"Cuando la persona no percibe un buen emparejamiento entre una experiencia con el ambiente y cualquiera de sus esquemas existentes, pueden ocurrir dos cosas: o bien que fracase en la comprensión total de la experiencia o que tenga que cambiar los esquemas existentes para producir una variante nueva que se adecue a la experiencia".
En la escuela los docentes deben tener presente estas enseñanzas de Piaget porque son aportes importantes en los procesos de aprendizajes. En la didáctica de la asignatura de historia por ejemplo, generalmente los alumnos del primer grado de secundaria llegan a este nivel trayendo de la primaria un conjunto de conocimientos y esquemas históricos en su estructura cognitiva, que necesariamente variarán con las nuevas informaciones de la ciencia histórica, produciéndose constantemente las acomodaciones y asimilaciones y por lo tanto el desarrollo del conocimiento y los aprendizajes en una dialéctica interrelación de desequilibrios y equilibrios a través de los shock cognitivos que conllevará a las adaptaciones que proporcionarán nuevas experiencias " a través de los procesos de asimilación de los elementos del medio a las estructuras mentales existentes. Estas experiencias se integran y reorganizan en elementos internos de la inteligencia"[9]


* Magíster en Docencia Universitaria, Profesor Asociado de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, La Cantuta , Chosica, Lima-Perú
[1]Royman Pérez Miranda y Rómulo Gallego-Badillo, 1995, CORRIENTES CONSTRUCTIVISTAS, Ed. Cooperativa editorial MAGISTERIO, Colombia, Pág.10.
[2]Ricardo Lucio A., 1996, EL CONSTRUCTIVISMO Y LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA , en la revista AUTOEDUCACIÓN, No.49, del Instituto de Pedagogía Popular (IPP), Lima.Pág.27.
[3] Ezequiel Ander-Egg, 1996, LA PLANIFICACIÓN EDUCATIVA , Ed. Magisterio del Río de la Plata , Argentina, Pág. 241.
[4] Ministerio de Educación, 2002, Ibid, (Pág. 8).
[5] Ministerio de Educación, 2002, Ibid, (Pág. 20).
[6] Ministerio de Educación, 2002, Ibid, (Pág.75).
[7] Julián De Zubiría, 2001, DE LA ECUELA NUEVA AL CONSTRUCTIVISMO, Un análisis crítico, Ed. Aula Abierta, Bogotá, (Págs. 63, 163, 215).
[8] Victoria Trianes, 1996, PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN PARA LOS PROFESORES, Ed. Pirámide, Madrid.
[9] Victoria Trianes, Ibíd., pág. 6.
 
 
 
Estimado c. Carlos:

Para saludar el artículo que has escrito sobre pedagogía.

Una sola apreciación. Sobre la educación. En sociedades escindidas en clases sociales, como la nuestra, las dimensiones de la educación no pueden reducirse a dos: La ideológica y la laboral. Aun cuando se reconoce que son esenciales. Las dimensiones de la educación, el conjunto de influencias sobre la formación y el desarrollo de la personalidad del educando son:
Ideológicas, económicas (no solo laborales), políticas, culturales, psicológicas y somáticas.

Fraternal
Julio Mendoza García
 
 
 
Estimado Julio:

Totalmente es cierto lo que señalas cuando en el proceso educativo (en lo institucional y no institucional) hay un conjunto de influencias en las sociedades de clase, que se entrecruzan en la formación de las personas y esto es lo que se puede comprender a lo largo de artículo enviado a pdgmrx. En este entrecruzamiento de mensajes o influencias me refiero a las ideas predominantes como a las insurgentes y/o resistentes y que se manifiestan en el batallar permanente de la educación opresora y alienante vs la educación popular concientizadora y emancipadora, ambas con contenido de clase, respectivamente.

Cuando me refiero a las dimensiones ideológicas y laborales interconectadas, no digo que sean las únicas, sino quiero señalar que son las esenciales en tanto son las determinantes en el tipo de personalidad que va a tener una persona y sus roles (relaciones) en los procesos de producción, distribución y consumo.

Cuando menciono el concepto personalidad tengo en cuenta lo volitivo, sentimental, tipológico, lo ético, emotivo, psicicosomático, etc., pero considero que lo ideológico es el aspecto fundamental y determinante en la formación de la personalidad en una sociedad de clases, donde hasta lo que se respira -en términos metafóricos- está contaminado de ideología pragmática, en el caso concreto del neoliberalismo,

En relación, con la dimensión laboral (que lo utilizo en términos más didácticos), me refiero exactamente a lo económico en el sentido del rol que va a cumplir el sujeto en las relaciones sociales de producción. Y la educación está relacionada con ello. Me cuido de utilizar el concepto de formación profesional, porque la realidad nos dice ello: no todos los trabajadores son profesionales o técnicos calificados.Prefiero escribir en forma genérica de formación laboral, porque al fin y al cabo, tarde o temprano, eventual o permanente, la persona va a cumplir un rol ocupacional en la maquinaria productiva, que en el neoliberalismo es de una raquítica economía extractiva y primaria, que la misma Confied hace días ha declarado que el Perú necesita por lo menos 200,000 trabajadores técnicos para una industria casi artesanal.

Ese es el sentido de las dimensiones interconectadas de lo ideológico y laboral de los que señalo en el artículo, sin menor asomo de ser las únicas que participan en la formación del ciudadano en una sociedad de clases.

Saludos,
Carlos.
 
 
 
 
 
 
 

24 DE JULIO: V ASAMBLEA NAC. DE DELEGADOS DEL SUTEP(LIMA)
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