Jesús Martinez Laya*
Las nuevas modas relacionadas a la historia, han mantenido confundidos a gran parte de los que se dedican a los estudios sociales, pues han incorporado a este campo, paradigmas que, presentados por nuevos y avanzados de los "tradicionales", no responden a intereses reales que satisfagan un mejor conocimiento de la realidad y resultan ser esquemas teóricos incapaces de formular cambios funcionales y estructurales. Confunden incluso a la izquierda presentándosele como renovadores, siendo solo construcciones estéticas adoptadas por algunos hasta por complacencia personal. Estas reflexiones son parte de otro artículo referido al tema de la historia y del materialismo histórico, pero para la ocasión, deseo relacionar algunos apuntes con el pensamiento de Mariátegui. Qué mejor que haciendo un recorrido por la obra del Amauta, para acercarnos a la tarea urgente de volver al marxismo, reencontrarnos con el método para conocer la historia y hacerle frente a las concepciones neoliberales y desbaratar las posiciones ambiguas dentro de la izquierda misma.
La imagen fragmentada de la realidad. Cuánto más alejado ha estado el pensamiento crítico histórico de las reflexiones sobre la realidad,más se ha asentado la visión parcial de ella, en la que los hechos se muestran inconexos y sin sentido, a tal punto de negar el conocimiento de aquella. Sobre Mariátegui se ha desarrollado también esta imagen fragmentada de su vida y su trabajo. Desde el Mariátegui ensayista hasta el "hereje", pasando por el culturalista y hasta postmoderno, no pocos han pretendido deshacerse de la parte más esencial en él: su línea política, aquella que le inspiró constantemente en toda su obra escrita y labor organizativa.
En los 7 ensayos encontramos un importante esfuerzo por conocerla realidad peruana y sus contradicciones. Como este trabajo, otros responden también a su interés de clase junto con su infatigable tarea de concientizar al proletariado peruano y organizarlo. Desmenuzar el pensamiento de Mariátegui hasta dejarle sin sentido, es quitarle su valor fundamental y presentarlo demanera ficticia.
El falso contexto. No es menos cierto que se ha pretendido también modelar el pensamiento de Mariátegui al libre antojo y encajarlo en postulados teóricos contemporáneos. Algunos escritos no se orientan por ver el "Mariátegui histórico" ni historizar su producción, sacándolo de su tiempo. Por ejemplo,tenemos esta clásica definición de que Mariátegui antepuso al "dogma" su"heterodoxia", interpretación por cierto errada de la idea primigenia de Mariátegui que jamás estableció una equivalencia del dogma (como doctrina) con dogmatismo. Que exista una descontextualización del empleo del concepto "dogma" no tendría mayor significado si no fuera por que quienes siguen sosteniendo esta definición pretendan hacer prevalecer lo "heterodoxo" de Mariátegui y desacreditar al marxismo. Mariátegui (1988) diría:
El dogma no es un itinerario sino una brújula en el viaje. Para pensar con libertad, la primera condición es abandonar la preocupación de la libertad absoluta. El pensamiento tiene una necesidad estricta de rumbo y objeto. Pensar bien es, en gran parte, una cuestión de dirección o de órbita. (p. 126).
Mariátegui, entonces, entiende el "dogma" no como un conjunto rígido de ideas, sino que lo precisa políticamente como una doctrina vinculada a la práctica social, que se dirigeal logro de la realización del socialismo como proyecto histórico de la claseobrera. A propósito, el marxismo, desde sus iniciadores, nunca fue concebidopor Marx y Engels como un sistema cerrado a modo de una filosofía de lahistoria que plantea un esquema de interpretación válido para toda sociedad yen cualquier tiempo, se ha concebido también al marxismo como una fórmulaevolutiva para las sociedades o cómo un número de conceptos que reunidosresultan convertirse en un credo religioso; todo ello ha sido unavulgarización del marxismo, una incorrecta interpretación de este sistema deideas que solo encuentran sentido en la historia, en la práctica social. No escorrecto entonces hablar de un marxismodogmático y un marxismo no dogmático, lo correcto es definir la actitud como sele concibe y practica.
Lo "hereje" en Mariátegui no representaninguna subversión del pensamiento marxista ni una gesta epopeyica individual aislada, que lo muestraaparentemente "novedoso" en el campo intelectual, sino expresa una actitud deseguir enriqueciendo el horizonte marxista, sin contravenir ni alejarse de sumétodo, para que responda cada vez mejor a los intereses de clase que defiende.Esta es la actitud de Mariátegui: dialéctica, por tanto antidogmática. No esque el marxismo cierre la posibilidad de incorporar elementos nuevos, peroéstos, fuera del marco filosófico y político de la doctrina marxista, resultaninservibles e improductivos.
Mariátegui no abdicó de susconvicciones marxistas leninistas, no se apartó en ningún momento de sus presupuestosteóricos ni de su contenido político, tuvo de particular que nutrió al marxismoy con su capacidad creadora supo relacionar la historia, las tradiciones, la culturay su conocimiento amplio a ese proyecto histórico llamado socialismo indoamericano.
El método. ¿Qué distingue aMariátegui?: El uso del método dialéctico. Aplicándolo al conocimiento de lasociedad peruana, trazó un esquema de la historia del Perú y de suscontradicciones principales; por cierto, estudios que jamás diera porterminados-como él mismo señalara-mientras siguiera el curso de la historia.Esta visión dialéctica de la historia correspondía a su concepción de ver almarxismo como un movimiento de ideas que responde al movimiento práctico de larealidad social y también a un interés de clase.
La crítica marxista estudiaconcretamente la sociedad capitalista. Mientras el capitalismo no hayatramontado definitivamente, el canon de Marx sigue siendo válido. Elsocialismo, o sea la lucha por transformar el orden social de capitalista encolectivista, mantiene viva esa crítica, la continúa, la confirma, la corrige.Vana es toda tentativa de catalogarla como una simple teoría científica,mientras obre en la historia como evangelio y método de un movimiento de masas.(Mariátegui, 1988, p. 40-41).
La riqueza de la obra-entoda la extensión de la palabra- de Mariátegui constituye una llave paraabordar el tema de la historia del Perú y del marxismo aplicado a la realidadperuana.
*Licenciado en historia dela UNMSM
Mariátegui,J.C. (1980) Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana.
Lima:Editorial Amauta Serie Popular.
(1988). Defensadel marxismo.
Lima:Editorial Amauta Serie Popular.
Marx, Karl, Engels,Friedrich (1985) La ideología alemana.
BuenosAires: Pueblos Unidos.
Kosik, Karel (1967) Dialéctica de lo concreto.Estudio sobre los problemas del hombre y
delmundo.
México: Ed. Grijalbo