"No puedo ser ajeno a los intereses de Arequipa" Jorge, el hijo del pueblo La historia de Arequipa, desde la revolución de los pasquines, siempre ha marcado dos caminos. Con Mariano Melgar se escogió el camino de la revolución burguesa de integración de criollos, mestizos e indios. Una república de iguales. Su derrota cortó ese derrotero pero no la esperanza. El camino republicano encontró en la Academia Lauretana la fortaleza para asumir la tarea de la construcción de la república a partir de los ideales de igualdad, fraternidad y libertad. Allí se encuentra el nacimiento de la ideología que más adelante los librepensadores amalgamaran con la ideas socialistas. Es, con la fundación de la Columna Inmortales por Javier Sánchez –a quien rendimos profundo homenaje- con cientos de artesanos, los que establecen la necesidad de que el pueblo se organice, que tenga la fuerza, la dirección y el valor de la defensa de los ideales y principios que impulsan el sacrificio y la entrega de la vida. Herederos de esa tradición Santiago Mostajo, Lino Urquieta, Francisco Mostajo junto a intelectuales y artesanos encontraron en la ideas de Melgar, Corbacho y la Columna Inmortales los cimientos para construir una nueva hegemonía. Romper definitivamente con el control social que ejercía la oligarquía arequipeña mediante el clero y la religión. La celebración del Primero de mayo, como dijo Santiago Mostajo: "la pascua roja del proletariado" estableció el contenido de la ruptura. Los triunfos electorales de los liberales de izquierda de Lino Urquieta y Francisco Mostajo sobre la oligarquía y la organización del Centro Social Obrero, son los hitos del triunfo de las ideas de cambio sobre el conservadurismo. La culminación de ese proceso es la fundación del Partido Comunista en el Jardín Primavera. El socialismo está en Arequipa a partir de ese momento y acompañará, orientará y dirigirá las luchas de nuestro pueblo. Son muchos los hombres y mujeres que se pueden citar, no lo haremos hoy, pero si diremos que estuvieron en la primera fila del combate. En 1950 organizaron la lucha, la resistencia y la seguridad. La forja de la FDTA es la muestra de la necesidad de organizar a los trabajadores. Arequipa siempre ha tenido la virtud de ser un actor central en la historia de la patria. Aquí se hicieron paros abiertamente políticos, la solidaridad ha marcado su comportamiento y a asumido siempre las banderas contestatarias. Así nos enfrentamos a los enemigos del Perú, tal es así que pusimos a Alan García en el basurero de la Historia. Iniciamos la derrota del fujimontesinismo con la tremenda pifiada al dictador Fujimori, paramos totalmente en el único paro cívico contra la dictadura Fujimontesinista. Y en junio del 2002 dimos una lección de dignidad y colocamos al neoliberalismo, ahora de forma abierta, como el principal enemigo del pueblo. Tal es el camino que iniciaron los artesanos del siglo XIX y que ahora continuamos. En cierto sentido todos pertenecemos a la Columna Inmortales. Pero ser artesano es ser trabajador, responsable, que nadie nos "pisa el poncho". Abiertos a la modernidad y la innovación. Aquí siempre marchamos a tono de los tiempos. Por ello hemos resistido las crisis, hemos creado alternativas y estamos dispuestos a vencer. Nuestra tradición esta marcada por la rebelión y la revolución. También esta marcada por el sacrificio y la lucha, igualmente esta marcado por el trabajo tesonero y la innovación. No nos quedamos atrás marchamos con el mundo, por ello también somos ciudadanos del mundo. Arequipa, el Frente Amplio te saluda. Somos parte de tu historia. Por ello nos reafirmamos en las bases sociales del cambio. Hoy más urgente. Se trata de continuar el camino de Javier Sánchez construyendo la alternativa del pueblo, que afirme un sujeto social que sigue dando muestra de vitalidad, que se enfrenta al gran capital y que define un camino de integración, bienestar, redistribución y democratización. Viva Arequipa rebelde y revolucionaria. |