De: <dsanchezlihon@aol.com>
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRAConstrucción y forja de la utopía andina2014 AÑODE LA BATALLA DE LA LECTURA YESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓNDE UN MUNDO MEJORENERO, MES DE LA DEFENSA DE LIMADEL NACIMIENTO DE ARGUEDAS, HERAUDY LOS PARADIGMAS DE MACHUPICCHUCAPULÍ ESPODER CHUCO*****HOMENAJEA DOS CONOTADOSVALLEJISTASGEORGETTE DE VALLEJOY JORGE PUCCINELLIEL DÍADE SUS NACIMIENTOS,7 DE ENEROPANELDE EXPOSITORESSIGNIFICACIÓNDE GEORGETTEEN LA VIDA Y OBRADE CÉSAR VALLEJOFLORENCIA ROLDÁNEMILIO SÁNCHEZ LIHÓNSIGNIFICACIÓNDE JORGE PUCCINELLIEN LA CULTURA NACIONALMANUEL VELÁSQUEZ ROJASACTUACIÓN ARTÍSTICAFREDERIK SOTOMAYORPALABRAS DEL EMBAJADORHARRY BELEVAN MACBRIDEDIRECTORDEL INSTITUTO RAÚL PORRASBARRENECHEACONDUCCIÓN GENERALDANILO SÁNCHEZ LIHÓNIngreso libreSe agradece su gentil asistenciaMARTES 7 DE ENERO, 6.30 PM.INSTITUTO RAÚL PORRASBARRENECHEA DE LA UNMSMJR. COLINA 398. MIRAFLORES,LIMA, PERÚ*****4 DE ENEROACUARELADEMI TIERRAFOLIOSDE LAUTOPÍALOSCELAJESEN EL CIELODanilo Sánchez Lihón1. ElMiradorLo primero que miramos al despertar en mi tierra, luego de tender las frazadas de lana de carnero multicolores del lecho donde dormimos, y salir al corredor o al patio, es el cielo.Y, si en él hay nubes suponer qué día ha de hacer según el presentimiento que tengamos de qué humores embargarán a los nimbos plateados que ya se arremolinan en el cielo.En mi casa de infancia, que más bien es una torre hacia lo alto, hay una escalera que da al hueco del terrado y frente a él se sostiene una explanada entre la pared y el techo que se eleva sobre la morada colindante que es la casa de mi abuela, lugar al cual llamamos El Mirador.2. MisteriocotidianoEn ese lugar me he cimbrado sobre el vacío, con el espanto de mi madre, porque cuelgan allí del techo pedazos de soguillas con que se amarran los magueyes y los carrizos que se tienden entre madero y madero, y se sujetan a las vigas, que a su vez sirven para que sobre ese tejido se sostengan las tejas.De aquellas soguillas desprendidas o sueltas solemos cogernos para no perder el equilibrio y columbrar los cerros lejanos.Luego alzar la vista a los copos de nubes que se apelotonan en lo alto y en lo bajo de la bóveda celeste. Misterio el de arriba como el de abajo, aunque lo recorran las gallinas cotidianas picoteando entre las piedras.3. El cieloinfinitoDesde aquí miramos el cielo y sus mudanzas, desde que amanece.Con los copos de nubes silenciosas subiendo de los valles, navegando en el cielo azulino.Desde aquí seguimos su rumbo impredecible, su suerte y su destino de almas errantes.– ¿De quién?– ¡De las nubes!Ora se entrelazan apacibles, ora se revuelven furiosas.Desde aquí divisamos las hondonadas de los ríos y el cielo infinito, abierto con todos sus secretos, estrellas y planetas, sobre nuestras pobres almas indefensas.3. Alfombrasde floresArriba, en el cielo azul, los celajes son rebaños apiñados y mugientes.Son manadas que plañen y en sus balidos adoptan todos los perfiles y fulgores, matices y tonos de color.Los celajes son olores y fragancias ante el asombro y prodigio que se hunde y se eleva en lontananza.Algunos son vellones de ovejas trasquiladas que buscan sus majadas, vagando dispersas y desorientadas.Los celajes deambulantes sin saber que con sus hebras los pastores del cielo van tejiendo el arco iris.Y las alfombras de flores que se riegan por el suelo en las poblaciones de los pueblos entrañables.5. Cunasy tumbasHay vellones que se han vuelo vellocinos que son fantasmas ululantes que se alejan hacia una luz difusa que apenas se esboza en el horizonte.Y van recogiendo de algo o de alguien sus latidos y su vida.Son los que al final como nubes extraviadas se unen a los espíritus de los cerros.Los celajes son a ratos calmos y en otros momentos compulsivos y frenéticos.Son estables como a veces furtivos. Son a la vez cunas y tumbas estremecidas.6. Que dos miradascoincidanLos celajes son clarines de batallas y responsos fúnebres en el cielo pasmado.Son el silencio meditativo y el estallido de una hora que nada piensa y todo lo avasalla.Hacia ellos crecen y se dirigen las espigas que crecen en los tejados ingenuos e indefensos.Hacia ellos se dirige la tristeza y la melancolía cuando se ama, y se busca que dos miradas coincidan.Primero en mirarse ellas mismas y después en mirar hacia el mismo sentido.7. BienseaHacia los celajes vuelven los ojos los amantes compungidos. Bajo ellos cobijan sus esperanzas los idilios rotos, que es cuando las nubes con sus mantos regios los cubren y ellas mismas se encienden de colores.En esta vida doméstica o épica es cuando, en el escenario de las nubes que bogan en la bóveda celeste, inventamos mil historias subyugantes según la danza o el estrépito que hacen.Y según sea el temperamento de nuestros latidos, bien sea que se sientan regocijados, bien sea que los desgarre una pena o melancolía.*****El texto anterior puede serreproducido, publicado y difundidocitando autor y fuenteTeléfonos: 420-3343 y 420-3860Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.comEditorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.peInstituto del Libro y la Lectura: inlecperu@hotmail.comEdiciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es*****PÁGINA WEBHACER CLIC AQUÍ:*****Teléfonos Capulí:420-3343 y 420-386099773-9575Si no desea seguir recibiendo estos envíosle solicitamos, por favor, hacérnoslo saber