Vuelven los búfalos. ¿Este es el Apra, qué le parece?
La desesperación creciente de Alan García por el efecto demoledor que los narcoindultos pueden tener sobre su candidatura presidencial lo ha llevado a empujar al Apra a una regresión al tiempo en que sus mejores argumentos eran la violencia y matonería de los búfalos apristas, con sus cachiporras y manoplas.
Al día siguiente de que el propio García insinuara en una entrevista periodística sobre la falta de un reconocimiento de un hijo de alguien vinculado a Palacio de Gobierno, un grupo de matones apristas irrumpió en el Hotel Riviera cuando estaba por empezar un foro ciudadano.
El título del foro era ‘Megacomisión en debate: análisis del trabajo en la comisión investigadora del Congreso sobre el segundo gobierno de Alan García’, con la participación del congresista Sergio Tejada, el presidente de ese grupo de trabajo.
Los búfalos apristas –donde hay algunos ex candidatos del partido– ingresaron al hotel con insultos contra Tejada aludiendo al supuesto no reconocimiento de una hija, algo falso pues su caso es el de un padre al que no se le permitió reconocerla.
Eso, en todo caso, es un asunto que pertenece estrictamente a la intimidad y la privacidad del congresista Tejada debido, básicamente, a la inexistencia de una denuncia hecha por las personas supuestamente perjudicadas, la hija o la madre.
Es una pena que el Apra y García recurran a esta bajeza. Hacia el año 2007, siendo yo director de Perú.21, y cuando ya se había revelado la existencia del hijo extramatrimonial, el entonces premier Jorge del Castillo me pidió una reunión urgente, por encargo del presidente, para pedirme que no publicara un documento migratorio que me había llegado, vinculado a su hijo, que podría llevar a la conclusión errónea de que no lo había reconocido.
En mi casa, antes de que me diera la explicación del documento, le dije a Del Castillo que yo ya había decidido no publicar ese documento pues sigo el principio de que el periodismo solo puede invadir la intimidad y la privacidad de cualquier persona en una situación de interés público, lo que no era el caso por no haber una demanda por parte de la madre supuestamente perjudicada.
¿Este es el Apra, qué les parece? Entre la desesperación por los narcoindultos, y la confianza por sentirse apoyado por la mayoría de la prensa, es una lástima que García no respete un principio elemental y recurra a la bajeza. Y es una lástima que en eso arrastre al Apra, regresándola a la época de los búfalos.
Esto daña al Apra y a la política peruana, y constituye un adelanto de lo que se viene en la campaña presidencial 2016, que puede estar marcada por el estiércol y la violencia.