Como ex Secretarios Generales del SUTEP, conmemorando el 6 de julio el Día del Maestro Peruano y el 39º aniversario de la fundación de uno de los sindicatos más importantes de América Latina y del mundo, expresamos nuestro fraterno y clasista saludo a todos los maestros peruanos, activos y cesantes y, al mismo tiempo, nuestro homenaje a los maestros caídos en la lucha, a los fallecidos luego de haber desarrollado, en condiciones difíciles, su labor docente.
Más allá de individualidades en el nivel de dirección sindical, la historia de nuestro sindicato se nutre y explica por esfuerzo y sacrificio colectivos en las coyunturas más difíciles que enfrentamos frente a los distintos gobiernos desde hace casi 40 años. La propia fundación del SUTEP fue la convergencia de distintas tendencias políticas de izquierda que trataron de dar una orientación a las grandes luchas campesinas, obreras y de los trabajadores del sector público desde fines de los años 50 del siglo XX, hasta levantarse como un torrente renovador en la década de los 70 de aquel siglo.
La historia del SUTEP no se relata engrandeciendo individuos o hablando de "conquistadores" o "reconquistadores", como alguien ha tratado de introducir en reciente acto en el local central del sindicato en Lima. Esta vieja forma de relatar los hechos fue, hace tiempo, sepultada por la ciencia histórica. Que hoy siga existiendo en algunas mentalidades, es prueba de que a los maestros nos falta mucho aún para comprender lo que nos viene ocurriendo.
El maestro peruano, a despecho de los insultos y tergiversaciones de ciertos gobernantes, se siente, por un lado, orgulloso de su labor educativa en condiciones materiales y culturales de crisis; pero, por otro lado, vive también la angustia de sentir la pobreza de millones de estudiantes que acuden a las escuelas públicas, soportando las limitaciones que el propio maestro experimenta a través de un salario miserable y del cercenamiento abusivo de sus más caros derechos laborales.
En estos momentos nos encontramos frente a una reforma educativa neoliberal que, en lugar de resolver la crisis de la educación peruana, larga y velada por medidas políticas efectistas, la ha profundizado. Quienes predican los "avances" que supuestamente vienen ocurriendo, están hundidos en el charco de la corrupción y de la prepotencia, con muchos ciudadanos asesinados en las calles y campos del país. En un país de profundas desigualdades, como es el Perú, se pretende una "educación de calidad", amputando del currículo aquellos aspectos críticos del conocimiento científico de la sociedad, buscando formar ciudadanos competentes para ser explotados por la economía del libre mercado, manejada por los monopolios nacionales y extranjeros.
Pero este día del maestro es, además, un día especial, pues estamos en las vísperas de un nuevo gobierno que ha ofrecido un cambio económico y social y "una revolución educativa". En realidad, casi nadie conoce todavía cuál es el programa de ese cambio educativo, pero se insinúa que será importante como para dejar atrás el neoliberalismo, por lo menos en sus aspectos más perniciosos.
Hay maestros que están sumamente esperanzados, pero todos están a la expectativa frente a lo que se hará a partir del 28 del mes en curso. Si bien es cierto que los maestros y el sindicato no podemos hacer variar, en lo sustancial, las políticas educativas de los gobiernos de turno, sí estamos obligados a plantear nuestras propuestas y nuestras reivindicaciones, pues no solo educamos con nuestra capacidad, sino bajo ciertas condiciones materiales y culturales de la sociedad. Tenemos un proyecto educativo elaborado en 1992 y tantas veces presentado, en forma de Proyecto de Ley, al Parlamento peruano. Refirmémonos en sus lineamientos fundamentales para seguir luchando y enseñando por una nueva educación en el Perú.
Como miembros del sindicato, retomemos la responsabilidad de defenderlo y fortalecerlo desde las propias escuelas, renovando la visión de los problemas de la educación y del país en su conjunto, uniendo a todos los maestros jóvenes que no han asimilado, hasta hoy, la historia de las luchas del pueblo peruano y, en particular, de los maestros y del SUTEP.
¡Viva el día del maestro peruano!
¡Viva el 39º aniversario de la fundación del SUTEP!
¡Honor a nuestros mártires y maestros caídos en la lucha!