De: MARCO SIPAN TORRES <marcorai@hotmail.com>
Ollanta y la desilusión de su izquierda.
Por: Marco Sipan
Desde nuestra perspectiva militante del PC del P Patria Roja, expusimos antes de la primera vuelta electoral que el Programa de Gana Perú en lo político y en lo económico no representaban las aspiraciones de la Izquierda socialista y no era el cambio profundo que requiere el país.
Tras el pase a la segunda vuelta de Ollanta, no medimos esfuerzos en apoyar orgánicamente, sin ilusionarnos, pues veíamos como el programa inicial daba un rumbo contundente hacia posiciones liberales, pero en términos concretos al frente se tenía a Keiko Fujimori que representaba lo peor de la sociedad y por tanto iba ser un retroceso para la acumulación política en pos de una sociedad más justa e igualitaria. ¿Cual gran transformación? Quizá redistribución, a través de programas hacia sectores vulnerables. La hoja de ruta marca un camino en ese sentido.
Sus Izquierdistas hoy, expresan su desenfado porque Ollanta no los convoca para escuchar sus opiniones, pero siendo cultos, como lo son nuestros camaradas, sabrán que el perfil cultural y psicológico de nuestro amigo Ollanta, combinado con su formación militar, lo hace ser: un caudillo más en nuestra historia y que poco interés toma en cuestiones doctrinarias y de participación orgánica. ¿Entonces?
Ollanta, es un individuo que representa a determinado sector de la sociedad, ¿acaso nos olvidamos de que en la sociedad existen clases sociales? Y ¿A qué sector representa?. En un proceso electoral y cualquier candidato que realmente tiene aspiración de ganar tiene que utilizar un discurso amplio y conquistar a los sectores populares, (trabajadores de la urbe y del campo que son la mayoría, y pequeños funcionarios del último eslabón del aparato público y privado) para que voten por él. Si antes decíamos quienes quieren ganar la guerra deben conocer sus leyes, esta vez no cabe duda que Ollanta con sus asesores brasileros conocían las leyes en que se rigen la lid electoral.
Desde la sociología se viene entendiendo que un gran sector de la sociedad se mueve de forma ascendente, los llamados sectores "emprendedores emergentes". Pero para ser más exacto los llamaríamos una nueva burguesía nacional de procedencia chola, que busca también integrarse a los poderes facticos en el país. El ejército también ha pasado por un proceso de cholificación. Esta nueva burguesía chola quiere desde el poder del estado renegociar su participación de las riquezas del país, quiere integrarse en esta democracia que ha sido dirigida como toda la historia de la república del país, por los criollos, antes como oligarquía semifeudal y ahora como oligarquía burguesa. Lamentablemente el país es tan retrogrado en sus relaciones de producción que esto es un paso progresista.
Esta burguesía nacional chola y sus trabajadores - cuya relación es mas horizontal, en su trato, que la relación que tienen la burguesía criolla y sus trabajadores- se han movido en todo el país, han invertido sin medida, han entendido el mercantilismo de la concepción de la democracia liberal y si bien han estado divididos en las distintas candidaturas, para la segunda vuelta se han sujetado al comandante. Como ellos han estado ausentes en los medios (la burguesía chola). Y la izquierda aliada con Ollanta creyó que eran dueños de este proyecto y se asumieron que eran los que tenían el derecho de repartirse la torta.
La burguesía criolla pro imperialista era la única que tenía acceso natural al comercio mundial, a las finanzas y a los grandes contratos con el estado y lo garantizaba con una elite técnica que trabajaba cada cambio de gobierno. Con el ascenso al poder de Ollanta esta elite técnica – por que se requiere así en la gestión de un estado actual – va tener que estar ocupada en los puestos del aparato estatal por su calificación. Pero cambiaran de patrón. Seguirán sirviendo a la burguesía criolla, sí. Pero, ahora también en sus planes y proyectos tendrán que integrar a los nuevos actores. Ganaran las licitaciones los burgueses criollos?: si; pero no todos, en algunos negocios tendrán que participar los nuevos actores. Los acuerdos internacionales les beneficiara a los burgueses criollos, si ; Pero también tendrán que incluir temas que beneficien los negocios de los nuevos actores para que se sientan parte su proyecto.
Habrá matices entre los discursos políticos de estos nuevos actores, si, quizá por el grado cultural que hayan tenido pero en esencia, por su ubicación social y por sus intereses económicos es la reconfiguración política de lo que ya hace algunos años pasaba en lo económico. ABC del marxismo camaradas, el ser social condiciona (no determina, valga la aclaración) la conciencia social. Marx en su cuestión judía, aclaraba, cualquier reivindicación política fortalece la democracia liberal.
¿Y para el pueblo, qué? Beca 18, sueldo de 750 soles, cuna más, pensión 65. Y quizá algunas cosillas mas. Se supone que sus nuevos ministros le han asegurado, sin cambio de modelo. Si bien a Ollanta le faltará cultura, ha demostrado que sí tiene inteligencia y también voluntad de poder. Y sabe que más que acuerdos, con los grupos políticos que dicen representar a los sectores populares, tiene que mantener su colchón electoral asegurando para ello: redistribución, inclusión, focalización y todos los rollos que se quiera. Y ha encontrado en los técnicos de la derecha la fórmula para su populismo -y sus aliados de izquierda desde fuera, aun embriagada por la victoria popular, porque no está preparada para gobernar, no supo lograr imponer una agenda propia.
Esta nueva burguesía chola quiere ser ella la que negocie con los capitales internacionales, para muestra un botón: Alexis. Oh! sorpresa la burguesía criolla, dice: porque va ese cholo, a quien le ganado, el no es nada, eso es inmoral. Veremos cómo seguirá el desenlace.
Ah! Y para la izquierda que se juntó con Ollanta, para ellos programas tipo SINAMOS. Para que se enfrenten o mejor dicho negocien con los sindicatos, los conflictos sociales y todos los revoltosos. Y así pueda haber la tan mencionada: PAZ SOCIAL.
