Último Momento
HUELGA GENERAL
"Siesta". De cientos de manifestantes en el centro de Madrid. |
Foto: AFP. |
Arrestado. Una de las tantas detenciones durante las protestas. |
Foto: AP. |
Al son de los pitos y agitando miles de banderines rojos sindicales, una marea humana desfiló hoy por el centro de Madrid y de otras grandes ciudades españolas. Los manifestantes mantienen la esperanza de frenar las reformas y las políticas de austeridad de un gobierno dotado de mayoría absoluta.
"Es importante estar aquí para que empiecen a notar que por mucha mayoría que tienen no pueden hacer esto, quitarnos todos los derechos", lanza José María Gálvez, de 43 años, mientras empuja en un cochecito a Julia, su bebé de ocho meses.
Gálvez optó por no hacer huelga, "fundalmentamente por razones económicas" dice, ya que le habría costado 150 euros de sueldo.
Como él muchos españoles decidieron trabajar para no dañar unos bolsillos muy duramente golpeados por la crisis y las sucesivas curas de austeridad.
Sin embargo se unieron por cientos de miles a las marchas que recorrieron las calles de toda España al finalizar la jornada.
"Se han perdido muchos derechos que costaron años conseguir, en muy poco tiempo. Ya empezó el gobierno anterior y ahora éste lo está quitando todo: el despido ahora mismo es gratuito", lanza su esposa, María Victoria Lamparero, economista de 37 años.
Los sindicatos, organizadores de la manifestación, denuncian la reforma del mercado laboral aplicada por el gobierno conservador para combatir un desempleo récord de 22,85%, unos seis millones de personas.
La huelga general fue evaluada como un "éxito", según los sindicatos alcanzó un 77% adhesión. Además habla de casi un millón de personas manifestándose en las calles.
Pese a estas cifra medios españoles sostienen que en Madrid marcharon unas 170.000 personas mientras que en Barcelona la cifra se eleva 275.000 personas.
Desde el gobierno matizaron esas cifras. Voceros del presidente Mariano Rajoy señalaron que la huelga fue "muy moderada" e inferior a la convocada contra su antecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Las marchas transcurrieron generalmente sin incidentes, salvo en Barcelona, donde la policía cargó contra un centenar de manifestantes que quemaron contenedores y destrozaron vidrieras del centro de la capital catalana en los únicos altercados violentos del día.
La jornada se saldó con 176 personas detenidas en todo el país y 104 heridos de carácter leve, según informó el Ministerio del Interior.
Pese a la magnitud de las protestas el gobierno recalcó que no se tocará una coma de la parte troncal de la reforma del mercado laboral, que entre otras medidas rebajó de 45 a 33 días por año trabajado la indemnización por despido.
"La agenda reformista del gobierno es imparable", señaló la ministra de Empleo, Fátima Báñez.
En base a agencias