De: ALFONSO CALDERON OTOYA <saratoga_1915@hotmail.com>
Fecha: 25 de marzo de 2012 23:11
¡Querida, encogí el canon!
Gracias a un regalo legal, las dos principales empresas de telefonía móvil dejaron de pagar por lo menos 460 millones de soles por canon radioeléctrico durante los cinco años del gobierno de Alan García.
A la izquierda, Cayetana Aljovín, durante su gestión como viceministra de Comunicaciones se dio Decreto Supremo que redujo drásticamente el pago del canon radioeléctrico. A la derecha, Enrique Cornejo, en su periodo como titular del MTC se contrató a empresa inexperta para calcular cuentas por cobrar del canon (Fotos: Andina).
Por Emilio Camacho.-
En los últimos cinco años, en el período 2007-2011, las dos empresas de telefonía móvil más importantes del país obtuvieron ganancias millonarias. Telefónica Móviles sumó 2661 millones de soles en utilidades netas; mientras que las cifras de Claro se dispararon al pasar de 5 millones de clientes en 2007 a 11 millones en 2011. Pero, a pesar de este impresionante crecimiento, ambas empresas se beneficiaron con una serie de decretos supremos que les permitieron pagar cada vez menos por canon radioeléctrico.
El canon radioeléctrico es el pago que hacen las empresas de telefonía móvil por el uso del espectro radioeléctrico, la vía para las telecomunicaciones. El canon, si se quiere, es una suerte de peaje que se paga por transitar en las frecuencias del espectro radioeléctrico.
Hasta el 2004, el pago por canon era comparativamente alto. Se calculaba el monto a través del número de celulares vendidos por las empresas y de sus antenas transmisoras (o estaciones base). Ambas cantidades se multiplicaban por un porcentaje de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) y luego se sumaban. (Ver Decreto Supremo).
Hubo una primera reducción de canon el 2005. Se dejó de lado el número de antenas y solo se multiplicó el número de celulares por un porcentaje de la UIT. Además, por los celulares de provincia se pagó un porcentaje menor que por los celulares de Lima. (Ver Decreto Supremo)
Otra reducción se produjo el 2006. A mayor número de celulares por empresa se determinó el pago de un porcentaje menor de la UIT. (Ver Decreto Supremo)
Pero, el cambio más radical vino en diciembre de 2006. Justo cuando el crecimiento de ambas empresas se disparaba, se dejó de calcular el canon en base al número de celulares vendidos y se dispuso que se calculara con una fórmula compleja que incluía variables como coeficiente de ancho de banda, coeficiente de área y número de canales. La complejidad tuvo, sin embargo, un simple resultado: pagos mucho menores. Ello se hizo a través del Decreto Supremo 043-2006-MTC, firmado por Alan García.
El fuerte beneficio de este Decreto, que se otorgaba del 2007 al 2011, suponía un compromiso de las empresas privilegiadas: estas debían expandir su cobertura a 250 distritos seleccionados por el Ministerio de Transportes (MTC).
Esta exigencia fue suavizada mediante unas adenda firmadas por Telefónica Móviles S.A y América Móvil Perú S.A.C. (Claro). Estas –cuya legalidad pudiera ser cuestionable– precisaban que no era necesario cubrir todo el territorio de los 250 distritos. Bastaba con brindar cobertura en la capital del distrito, o en uno, dos o más centros poblados que sumaran entre ellos más de 80 viviendas.
Gracias a esta ventaja legal, Telefónica Móviles y Claro dejaron de pagar por lo menos 460 millones de soles por canon durante los siguientes cinco años, hasta el fin de 2011. Y ese pago menor es solo en relación con el estatus legal inmediatamente anterior, el del DS 030-2005, que ya suponía una considerable rebaja sobre los criterios anteriores. Ambas empresas pagaron 301 millones de soles desde el 2007 hasta el 2011, pero con régimen legal de 2006 hubieran desembolsado 761 millones. (ver infografía).
¿Cuánto gastaron por expandir su cobertura a los 140 distritos que se comprometió Telefónica y los 95 que finalmente aceptó Claro? Es más fácil obtener la fórmula de la Coca Cola, porque ambas empresas han sido absolutamente herméticas respecto al tema; y también el ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Cayetana Aljovín, que era viceministra de Comunicaciones cuando se aprobó el generoso DS 043-2006, sostiene que esta decisión no redujo el pago de canon – afirmación que las cifras refutan contundentemente. Aljovín indica que lo que se hizo, en base a una consultoría de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, fue cambiar la manera de calcular este concepto para promover la expansión de las empresas.
"No es que se haya rebajado el canon" dice Aljovín, "lo que se hizo, en base a un informe de la UIT, la Unión Internacional de Comunicaciones, fue modificar el cálculo del canon radioeléctrico, porque antes se pagaba en función de usuarios… Por más usuarios, más canon se pagaba y eso era un desincentivo para seguir creciendo. ¿Qué decía la UIT? En los países se cobra por cantidad de ancho de banda".
Ya hemos visto que hubo una gran rebaja en el pago de canon. Hasta Telefónica Móviles lo dijo cuando se le consultó por el DS 043-2006: "(La empresa) se encuentra de acuerdo a la modificación propuesta por el ministerio de incentivar a los operadores a expandir sus servicios en zonas aisladas estableciendo un menor pago del canon radioeléctrico". (Ver)
IDL-R también le preguntó a la ex viceministra Aljovín por qué en las adenda a los contratos de América Móviles y Telefónica Móviles se precisaba que no era necesario cubrir todo el distrito y que bastaba con llegar a un centro poblado con más de 80 viviendas. Aljovín respondió inicialmente que no recordaba y luego sostuvo que eso se hizo por un "tema de medición" de la cobertura.
Efectivamente, la medida se tomó por sugerencia de Telefónica Móviles, como se puede ver en la respuesta de la empresa al Ministerio.
Finalmente, Aljovín señaló que si se seguía cobrando más canon por más usuarios "iba a llegar un momento en que (las empresas) iban a decir acá me quedo [en Lima] porque voy a pagar más canon cuando tenga más usuarios […] Nadie tiene porqué llevar servicio a Timbuktú".
Sin discutir la peculiar geografía de la ex viceministra, el argumento no parece tener mucho sentido. Las utilidades crecieron tanto, que las compañías telefónicas hubieran podido pagar sin ningún problema el canon anterior y el negocio hubiera seguido siendo muy lucrativo.
Por ejemplo, el 2009 Telefónica hubiera tenido que pagar 101 millones de soles por canon (pagó solo 30 millones), pero su utilidad neta ese año fue de 661 millones. El 2010, Telefónica hubiera pagado 120 millones por canon (pagó solo 29.6 millones), y tuvo utilidades netas de 731 millones de soles.
Por su parte, Telefónica afirmó que cumplió con llevar cobertura a "los 140 centros poblados" que le correspondían luego de la formalización del compromiso con el Estado y que esto fue supervisado por Osiptel. Si esto es cierto, la fiscalización debió hacerse el año pasado, pues Osiptel, antes del 2011, nunca realizó verificación de la cobertura que reportan las empresas de telefonía. (Ver 'Cobertura Ficticia').
A Claro se le preguntó lo mismo que a Telefónica, pero la empresa respondió primero que su portavoz "está de vacaciones" y luego que no iba a dar ninguna respuesta.
En los últimos cinco años, en el período 2007-2011, las dos empresas de telefonía móvil más importantes del país obtuvieron ganancias millonarias. Telefónica Móviles sumó 2661 millones de soles en utilidades netas; mientras que las cifras de Claro se dispararon al pasar de 5 millones de clientes en 2007 a 11 millones en 2011. Pero, a pesar de este impresionante crecimiento, ambas empresas se beneficiaron con una serie de decretos supremos que les permitieron pagar cada vez menos por canon radioeléctrico.
El canon radioeléctrico es el pago que hacen las empresas de telefonía móvil por el uso del espectro radioeléctrico, la vía para las telecomunicaciones. El canon, si se quiere, es una suerte de peaje que se paga por transitar en las frecuencias del espectro radioeléctrico.
Hasta el 2004, el pago por canon era comparativamente alto. Se calculaba el monto a través del número de celulares vendidos por las empresas y de sus antenas transmisoras (o estaciones base). Ambas cantidades se multiplicaban por un porcentaje de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) y luego se sumaban. (Ver Decreto Supremo).
Hubo una primera reducción de canon el 2005. Se dejó de lado el número de antenas y solo se multiplicó el número de celulares por un porcentaje de la UIT. Además, por los celulares de provincia se pagó un porcentaje menor que por los celulares de Lima. (Ver Decreto Supremo)
Otra reducción se produjo el 2006. A mayor número de celulares por empresa se determinó el pago de un porcentaje menor de la UIT. (Ver Decreto Supremo)
Pero, el cambio más radical vino en diciembre de 2006. Justo cuando el crecimiento de ambas empresas se disparaba, se dejó de calcular el canon en base al número de celulares vendidos y se dispuso que se calculara con una fórmula compleja que incluía variables como coeficiente de ancho de banda, coeficiente de área y número de canales. La complejidad tuvo, sin embargo, un simple resultado: pagos mucho menores. Ello se hizo a través del Decreto Supremo 043-2006-MTC, firmado por Alan García.
El fuerte beneficio de este Decreto, que se otorgaba del 2007 al 2011, suponía un compromiso de las empresas privilegiadas: estas debían expandir su cobertura a 250 distritos seleccionados por el Ministerio de Transportes (MTC).
Esta exigencia fue suavizada mediante unas adenda firmadas por Telefónica Móviles S.A y América Móvil Perú S.A.C. (Claro). Estas –cuya legalidad pudiera ser cuestionable– precisaban que no era necesario cubrir todo el territorio de los 250 distritos. Bastaba con brindar cobertura en la capital del distrito, o en uno, dos o más centros poblados que sumaran entre ellos más de 80 viviendas.
Gracias a esta ventaja legal, Telefónica Móviles y Claro dejaron de pagar por lo menos 460 millones de soles por canon durante los siguientes cinco años, hasta el fin de 2011. Y ese pago menor es solo en relación con el estatus legal inmediatamente anterior, el del DS 030-2005, que ya suponía una considerable rebaja sobre los criterios anteriores. Ambas empresas pagaron 301 millones de soles desde el 2007 hasta el 2011, pero con régimen legal de 2006 hubieran desembolsado 761 millones. (ver infografía).
¿Cuánto gastaron por expandir su cobertura a los 140 distritos que se comprometió Telefónica y los 95 que finalmente aceptó Claro? Es más fácil obtener la fórmula de la Coca Cola, porque ambas empresas han sido absolutamente herméticas respecto al tema; y también el ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Cayetana Aljovín, que era viceministra de Comunicaciones cuando se aprobó el generoso DS 043-2006, sostiene que esta decisión no redujo el pago de canon – afirmación que las cifras refutan contundentemente. Aljovín indica que lo que se hizo, en base a una consultoría de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, fue cambiar la manera de calcular este concepto para promover la expansión de las empresas.
"No es que se haya rebajado el canon" dice Aljovín, "lo que se hizo, en base a un informe de la UIT, la Unión Internacional de Comunicaciones, fue modificar el cálculo del canon radioeléctrico, porque antes se pagaba en función de usuarios… Por más usuarios, más canon se pagaba y eso era un desincentivo para seguir creciendo. ¿Qué decía la UIT? En los países se cobra por cantidad de ancho de banda".
Ya hemos visto que hubo una gran rebaja en el pago de canon. Hasta Telefónica Móviles lo dijo cuando se le consultó por el DS 043-2006: "(La empresa) se encuentra de acuerdo a la modificación propuesta por el ministerio de incentivar a los operadores a expandir sus servicios en zonas aisladas estableciendo un menor pago del canon radioeléctrico". (Ver)
IDL-R también le preguntó a la ex viceministra Aljovín por qué en las adenda a los contratos de América Móviles y Telefónica Móviles se precisaba que no era necesario cubrir todo el distrito y que bastaba con llegar a un centro poblado con más de 80 viviendas. Aljovín respondió inicialmente que no recordaba y luego sostuvo que eso se hizo por un "tema de medición" de la cobertura.
Efectivamente, la medida se tomó por sugerencia de Telefónica Móviles, como se puede ver en la respuesta de la empresa al Ministerio.
Finalmente, Aljovín señaló que si se seguía cobrando más canon por más usuarios "iba a llegar un momento en que (las empresas) iban a decir acá me quedo [en Lima] porque voy a pagar más canon cuando tenga más usuarios […] Nadie tiene porqué llevar servicio a Timbuktú".
Sin discutir la peculiar geografía de la ex viceministra, el argumento no parece tener mucho sentido. Las utilidades crecieron tanto, que las compañías telefónicas hubieran podido pagar sin ningún problema el canon anterior y el negocio hubiera seguido siendo muy lucrativo.
Por ejemplo, el 2009 Telefónica hubiera tenido que pagar 101 millones de soles por canon (pagó solo 30 millones), pero su utilidad neta ese año fue de 661 millones. El 2010, Telefónica hubiera pagado 120 millones por canon (pagó solo 29.6 millones), y tuvo utilidades netas de 731 millones de soles.
Por su parte, Telefónica afirmó que cumplió con llevar cobertura a "los 140 centros poblados" que le correspondían luego de la formalización del compromiso con el Estado y que esto fue supervisado por Osiptel. Si esto es cierto, la fiscalización debió hacerse el año pasado, pues Osiptel, antes del 2011, nunca realizó verificación de la cobertura que reportan las empresas de telefonía. (Ver 'Cobertura Ficticia').
A Claro se le preguntó lo mismo que a Telefónica, pero la empresa respondió primero que su portavoz "está de vacaciones" y luego que no iba a dar ninguna respuesta.
El concurso Pero junto con los regalos del Estado a las muy lucrativas empresas de telefonía móvil, lo que es también escandaloso es que el Estado ni siquiera sabe cuánto se le debe por canon y, según parece, realmente no tiene mucho interés en saberlo. Las bases de datos del MTC son un caos o son inservibles. Según advirtió en 2008 la auditora F. Iberico y Asociados, "no existe base de datos que permita determinar el número de estaciones concedidas a los usuarios del espectro radioeléctrico y consecuentemente verificar la conformidad de los cálculos efectuados para determinar los importes del canon a pagar". En octubre de 2010, durante la gestión del ex ministro aprista Enrique Cornejo al frente del MTC, se organizó un concurso para contratar a una empresa que "sincerara [sic] las cuentas por cobrar por concepto de canon" de Telefónica del Perú S.A.A, Telefónica Móviles S.A, Telefónica Empresas Perú S.A.A., Nextel del Perú S.A, América Móvil Perú S.A.C., Telmex Perú S.A. y Gilat Home Perú S.A. El concurso fue contradictorio desde el comienzo. En primer lugar, en enero del año pasado, ante la consulta de uno de los postores, las bases de la licitación fueron cambiadas pese a la opinión contraria de dos de los tres miembros titulares del Comité Especial encargado del concurso, el economista Jorge Huertas, de la oficina de abastecimiento del MTC, y la contadora Ana Espino de la Dirección General de Concesiones en Comunicaciones del mismo sector. (Ver acta). En cambio, la modificación contó con el visto bueno del Director General en Concesiones y Comunicaciones del MTC, Carlos Valdez. Bajo puntaje Patricia Chirinos, presidenta del Comité Especial del MTC que entregó buena pro a firma PCI (Foto: Servindi). IDL-R consultó al MTC sobre el concurso y además pidió una entrevista con Patricia Chirinos, la presidenta del comité especial para ese concurso. El ministerio se limitó a mandar una ayuda memoria y no autorizó que ninguno de sus funcionarios declarara. Así que la empresa PCI se hizo con la responsabilidad de calcular cuánto se le debe al Estado por canon radioeléctrico. No lo hizo precisamente bien. El contrato firmado por el gobierno y PCI establecía que la revisión de las cuenta por cobrar de canon debía terminar en seis meses. Es decir, en diciembre de 2011. Pero la empresa entregó su trabajo final recién el 10 de marzo y actualmente está en revisión en el MTC. Pero ese solo es un detalle. PCI ha demostrado escasa pericia a la hora de calcular los montos por cobrar, tanto que su primer reporte, referido a la deuda de América Móviles y Nextel, no fue aprobado por los auditores del propio MTC. En una comunicación enviada a IDL-R el ministerio reconoció que "los montos reportados por la empresa carecían de sustento, por lo que no se le dio la respectiva conformidad". (Ver informe en que se revisan cifras de PCI)
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