SUTEP: 1° DE AGOSTO: ASAMBLEA NACIONAL DE DELEGADOS
'SUTEP LA LIBERTAD 31 DE JULIO: ASAMBLEA DE DELEGADOS DEL SUTEP LA LIBERTAD '
SUTEP PROV. TRUJILLO: Homenaje al Lider HORACIO ZEBALLOS GÁMES ¡GLORIA ETERNA!
¡UNIDAD PARA LUCHAR,UNIDAD PARA VENCER!

miércoles, 6 de marzo de 2013

Homenaje al Lider HORACIO ZEBALLOS GÁMES ¡GLORIA ETERNA!

De: manuel rodriguez <marrodd@yahoo.com>
Fecha: 6 de marzo de 2013 13:33
Asunto: Homenaje al Lider HORACIO ZEBALLOS GÁMES ¡GLORIA ETERNA!


 Lima 6 de Marzo del 2012

SEÑORES DECANOS REGIONALES DEL COLEGIO DE PROFESORES DEL PERÚ.

Estimados Decanos.

Reciban mis atentos y amables saludos en este nuevo amanecer del recuerdo de mi entrañable amigo HORACIO ZEBALLOS GAMEZ
¡gloria eterna! que un día siete de Marzo hace 29 años (1984 - 2013) falleció, la muerte nos separó del mejor hijo del pueblo, del líder y dirigente magisterial más grande, fundador del glorioso SUTEP, aglutinador, guía y  conductor de masas, honesto forjador de la unidad y del encuentro, leal, consecuente con las aspiraciones de los maestros de base y las luchas del pueblo, luchador social y político, autor de muchos libros entre ellos alegrías de la prisión que nos dice: maestro en tu libro de lucha  he aprendido que no traicionar es un mandamiento.

HORACIO enlazó la educación con la política; el maestro antes de HORACIO no había tomado, las calles, tampoco se expresaba en la lucha multitudinaria para reivindicar sus  conquistas y hacer realidad sus reclamos, los derechos de los estudiantes, del maestro y las luchas del pueblo en su conjunto, siempre forjando la unidad.

Los invito a leer mucho de la obra y el legado del líder, maestro HORACIO ZEBALLOS GAMEZ, abajo de esta carta está parte de su historia, así como en los archivos adjuntos, por favor enseñar a los maestros jóvenes como es un verdadero líder, honesto, desprendido que dejo a su familia en AREQUIPA y se vino a lima a dirigir, organizar, posesionar, levantar y hacer grande la organización sindical SUTEP a lo largo y ancho del territorio nacional, decía HORACIO "En sus arengas donde hay una escuela hay un maestro y donde hay un maestro hay un SUTE base fuerte y combativo, siempre de pie nunca de rodillas, defender el fuero sindical por sobre todas las cosas" también te aviso que el 20 de marzo se cumplen 71 años del nacimiento de HORACIO en la ciudad natal de CARUMAS-MOQUEGUA.

Por favor difundir, entre todos los maestros de tu región, contactos, familiares y amigos de tu red social.

¡VIVA HORACIO ZEBALLOS GAMEZ!  ¡GLORIA ETERNA!
Me despido de ti con un fraternal abrazo de tu colega y amigo.
Manuel Rodríguez Rodríguez.

Decano Nacional del Colegio de Profesores del Perú

Dr. Manuel E. Rodríguez Rodríguez
DIRECTOR DEL PROGRAMA DE ATENCION EDUCATIVA PARA NIÑOS
CON FACULTADES TALENTOSAS SOBRESALIENTES
(P.A.E.N.F.T.S. PERU)
PALMAS MAGISTERIALES DEL PERU AÑO 2005, EN EL GRADO DE EDUCADOR
 MIEMBRO DE LA FICOMUNDYT
MIEMBRO DE LA N.A.G.C. USA.
Y DEL WORLD COUNCIL FOR GIFTED AND TALENTED CHILDREN
 Teléfonos: (011) (511)  323-3522
P.A.E.N.F.T.S. Perú:  www.paenftsperu.com
José Gabriel Aguilar 193- Urb. La Libertad - San Luis - Lima - Perú

HOMENAJE AL GRAN LÍDER DEL MAGISTERIO Y DEL PUEBLO
PROFESOR  HORACIO ZEBALLOS GÁMES
He aquí una síntesis inicial de su vida y obra

          Horacio Zeballos Gámez, nació en el distrito de Carumas, Provincia de Mariscal Nieto, Departamento de Moquegua, el 20 de marzo de 1942. Sus padres don Cerelino Zeballos Medina y doña Sabina Gámez Melgarejo. Bautizado en la parroquia San Felipe de Carumas el 10 de julio de 1942. Estudio primaria en la Escuela de Varones Nº 973, de su pueblo natal, destacó como actor y declamador e inicia su creación poética, Estudia Secundaria en la Gran Unidad Nacional "Simón Bolivar". En Moquegua. A los 15 años trabaja en Toquepala como obrero de la Souther Perú Copper Corporation, la actividad obrera minera marcó su vida. En 1961 viaja a Arequipa, para estudiar en Escuela Normal de Varones de "La Salle", recibiendo formación religiosa. Desarrolla sus inquietudes poéticas, llegando a ser  integrante  de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas en Arequipa (A.N.E.A.).

En 1962 publica su primer poemario "El Eco de mi Voz", (poesía romántica). En 1963 publica "Pluma Esclava" (poemas de contenido social). El 30 de diciembre de 1963 se gradúa de profesor con la promoción "Juan XXIII". El 10 de abril de 1964 inicia su carrera de profesor, como Director Unidocente de la Escuela Primaria Mixta Nº 9678 del pueblo de Pitay, distrito de Santa Isabel de Siguas en Arequipa. En 1965 se matricula en la facultad de letras Universidad Nacional de san Agustín de Arequipa y posteriormente en la de Derecho, estudios que no culmina al incursionar en el campo del sindicalismo y de la lucha política. En 1966 es reasignado a la Escuela Primaria de Varones Nº 968 de Sabandía.  Se casa con doña Amanda Patrón Valdivia. Tuvo seis hijos: Horacio, Luz Marina, Fernando, Inés Amanda, Mónica Sutita y Javier Horacio. Forma por primera vez el Sindicato Distrital de Maestros Primarios de Sabandía, de donde es promovido a Secretario General del Sindicato de Profesores Primarios de Arequipa.

          En 1969 forma el Movimiento Independiente de Unificación Magisterial de Arequipa. En 1970 se traslada a la Ciudad de Arequipa para trabajar en el Centro Educativo N° 943. Allí publica su obra "Los Esclavos de Corbata" dedicado a las condiciones del maestro de entonces. En 1971, forma el Sindicato Único de Profesores de Arequipa – SUPRA, es elegido su primer Secretario General. En 1972 encabeza la Huelga por la repatriación de los maestros y dirigentes populares que habían sido deportados a raíz de la Huelga magisterial del año anterior por el gobierno de Juan Velasco Alvarado; los cuales fueron: Julio Pedro Armacanqui (Huanuco), Lipa Quina (Cusco), Riva Ollarza (Iquitos), Arnaldo Paredes (Arequipa), Arturo Sánchez Vicente (Lima) y Rolando Breña, Presidente de la federación de Estudiantes del Perú. Logrando que fueran repatriados el 15 de abril de ese año. En julio de 1972, en el Congreso Nacional de Unificación llevado a cabo en el Cusco, es elegido como el primer Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación del Perú SUTEP iniciándose una nueva etapa práctica y consolidación del sindicalismo clasista en el magisterio peruano. Entre los años de 1972 y1973 va recorriendo el Perú Profundo organizando los SUTE bases. Como consecuencia del Paro Nacional del 24 de octubre de 1973, Horacio junto a 96 maestros fueron recluidos en la colonia Penal del SEPA, (en plena Selva) donde permanecieron presos cerca de 8 meses como si fueran delincuentes comunes, fueron trasladados del SEPA a la Cárcel del Callao, siendo sometidos a un juicio "Político Militar" siendo arrancados de las mazmorras el 13 de junio de 1974 debido a la fuerte presión nacional e internacional que se ejerció para obtener su libertad.

          En 1973 ingresa al Partido comunista del Perú "Patria Roja" sabía que la mera lucha sindical no podría conducirnos a la Liberación Nacional y el Socialismo. En Patria Roja militó hasta su muerte con el seudónimo de Amaru. Horacio encabezó los diálogos que se dieron entre el SUTEP y la dictadura de Velasco. Combinaba el Trato Directo con la lucha en las calles. En 1975, en el Primer congreso Nacional de Trujillo es designado como Secretario de Asuntos Pedagógicos del CEN del SUTEP, desde ese cargo funda la primera Universidad Popular "José Carlos Mariátegui". En el III Congreso Nacional del SUTEP en Puno, Horacio es elegido Secretario General, desde donde dirigió la heroicas huelgas de 1978 y 1979. Obtiene el apoyo no sólo de los maestros del SUTEP sino de todo el pueblo. El 8 de mayo de 1978 encabeza la Huelga General Indefinida que dura 81 días, que concluye con la victoria del SUTEP. El 4 de junio de 1979 se reinicia la huelga suspendida el año anterior ante la negativa de la dictadura de dar cumplimiento al acta. La huelga duró 118 días. Fue suspendida con miles de profesores despedidos, decenas de muertos. El 30 de noviembre de 1979 muere su padre Don Cerelino en un accidente automovilístico, Horacio estaba preso enfermo en el Hospital de la Policía. El cardenal Landázuri intermedió para que el Ministerio del Interior le conceda permiso al prisionero a fin de que pueda asistir al sepelio. Su madre Sabina, fallece en Moquegua de un infarto cardiaco el 28 de diciembre del mismo año. En 1980 fue candidato a la Presidencia de la República por el UNIR (Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria) , ocupando el quinto lugar en la votación. En la misma contienda electoral resultó electo como Diputado por Arequipa.

          En mayo de 1980 viaja a Alemania invitado por el Comité de Essen para curar su salud, viaje que aprovecha para dar conferencias sobre la situación del país y del magisterio. En 1982 funda el quincenario "Masa", el mismo que dejó de tener continuidad por su enfermedad. Su poemario "Alegrías de la Prisión", publicado y presentado en la Casona de San Marcos en 1980, es un conjunto de 30 poemas que los dedica a su partido y, como su título lo indica, fueron escritos en la prisión expresando en ellos su compromiso con el pueblo y los maestros. En ellos, en gran medida, exterioriza también su vocación amorosa, amical y el cariño filial. Muere en Lima el 7 de marzo de 1984, a consecuencia de un paro cardiaco por "coma hiperglucémico", siendo enterrado multitudinariamente en Arequipa en el Cementerio General de la Apacheta.

          Su obra poética y literaria fue fecunda, allí tenemos: "El Eco de mi Voz" (1962) "Madre mía" - "Las alas" - "La tristeza del poeta" - "Falsedad" - "El Ticsani" - "El eco de mi voz" - "Cuando vuelvan" - "Afloración" - "Los Centauros" - "Carestia" - "La Pleba rimada" - "Primavera" - "Flor del Misti" - "Moquegua" -"Al Maestro" - "La legión de Arica" - "Afloración" - "Indiano" - "Tintinear". "Cisne Amante o Luna del Cisne" (1963) Capítulo I: El Recuerdo - Capítulo II: La promesa y mi desición - Capítulo III: Mi madre y la partida - Capítulo IV: El Camino y la llegada - Capítulo V: Mi ciudad y el lago - Capítulo VI: El Cisne - Capítulo VII: La luna - Capítulo VIII: La luna y el Cisne. "Pluma esclava" (1963) "Los Felinos ciegos bailan" - "La partida" - "Boca sin lengua" - "Poema del pan" - "Espiga" - "Los buitres negros son esclavos" - "Linterna de luz negra" - Pluma esclava" - "El recuerdo es un ave" - "La Partida". "Los Esclavos de Corbata" (1970) (Realidad, Protesta y Pedido del Magisterio Peruano)

La División Nacional y sus Actuales Consecuencias, Las Corrientes Sindicales y el Panorama Mundial, La influencia Histórica del Sindicalismo Internacional, Caracterización Social del Profesor y sus Contradicciones de Clase con la Burguesía, El Magisterio Organizado: Peligro para las Clases Dominantes, El Paralelismo Magisterial y el Estado Peruano, Perspectivas para la Superación Teórica y Practica del Profesor, Columnas Vertebrales de Unidad e Integración. Y "Alegrías de la prisión" (1979) "De los presos soy" - "Hagamos con mi valor un puño" - "Uva vieja dulce" - "Tus pasos de guerrilla" - "Se desnuda el cielo" - "En el mar" - "Soy un corderito Para Yrma y Olinda" - "Maestro en tu libro de lucha he aprendido", etc.

          Este es el Horacio mítico, al que la UFREP homenajea, el paradigma a emular para construir la nueva democracia  y sentar las bases de la Nueva República.
          Homenaje, es el tributo que se brinda al hombre, para cumplir con sus enseñanzas; Horacio siguiendo a JC Mariátegui, se preocupó contribuir con la estrategia de las tres acumulaciones; allí está su producción literaria para la lucha de ideas, allí está el SUTEP, para la lucha de masas y allí estuvieron el ARI y el UNIR, para la lucha política. Sigamos su ejemplo.

 
Vivir no es respirar, es obrar
Una visión de la poesía de Horacio Zeballos Gámes 

Por Julio Yovera Ballona *
 
Parte 1
Un maestro poeta, un maestro combatiente
 
"Maestro,
en tu libro de lucha
he aprendido
que no traicionar es un mandamiento"
 
Estos son los primeros versos del Poema 29 de Alegrías de la Prisión,  de Horacio Zeballos Gamez, el líder histórico del magisterio nacional, quien en el trajinar de su lucha bebió los cálices amargos de las subrogaciones, persecuciones y prisiones en las cárceles sórdidas de la ciudad o en el inhóspito SEPA de la Amazonía. Pese a todo, conservó frescos sus ideales, fortaleció sus principios, defendió sus convicciones, se entregó, como ninguno, a la lucha por el logro de los derechos económicos, sociales y profesionales de los maestros; pero, además, creó una poesía de tono auroral, de ritmo intenso, lamentablemente ignorada por una crítica literaria que tiene sus particulares parámetros de valoración y también por una izquierda, que en algún momento de su historia, se divorció del arte y la cultura. De manera que el postulado mariateguista, de luchar no solo por el pan sino también por la belleza sigue siendo un objetivo a lograr. 
Los pocos poetas que han opinado sobre la poesía de Horacio, por ejemplo, Marco Martos, en la película documental sobre la vida del líder magisterial, hace una valoración positiva de su lírica, señala que Horacio creó una poesía lograda en calidad. A su vez, el escritor arequipeño, Oscar Valdivia, dice:
"Considerando en toda su magnitud el fondo humano y social del que ha sido arrancada la experiencia raigal, no es difícil pensar que Alegrías de la Prisión, cuya palabra nos arranca un tanto, por su frecuente transparencia y plenitud, a la poesía de Carlos Oquendo de Amat que el autor de Alegrías confiesa haber leído solo después de terminar su libro, constituirá una muestra paradigmática de poesía con intención social que no desdeña ni  reniega de la belleza, la hondura y autenticidad del sentimiento y la austeridad verbal más escueta" (VALDIVIA 1980)
Las imágenes poéticas de Oquendo son sencillas y tiernas, como una mañana rural. Expresiones como "músicas humildes", "palomas blancas", "recreo de niños"; devienen espontáneas, como el tiempo; otras como, "mi recuerdo te viste siempre de blanco", "un cielo muere en tus brazos", "mi palabra está primitiva", son naturales, como el discurrir de un río. Ese proceso creador requiere de constancia. Javier Heraud le llamó "oficio de alfarero",  En 5 Metros de Poemas, este oficio fue permanente; de otro modo no habría podido crear imágenes tan perfectamente logradas. Quienes tienen el alma dispuesta para crear poesía asumen la responsabilidad de explorar horas de horas en el bosque de palabras y seleccionan aquellas que servirán como materia prima para tallar la filigrana de imágenes. Sobreviven aquellos que cogen las palabras pero que al mismo tiempo no las depredan.
Veamos el poema 3 de Alegrías de la Prisión, dedicado a Sabina Games, madre del líder magisterial.
"Uva
Vieja
dulce 
convertida en pasa de tanto esperarme
 
De ti aprendí a abrir murallas deshojando las rosas
     del tiempo
a comprender la adversidad con la misma sonrisa
    de un niño
 
Tu tristeza alegre tu lealtad de río
La conservo en el cuadro de mi sala
 
Esta prisión que vivo tiene más de tu aliento
Que de martirio
 
El tiempo abre voluntades cicatriza heridas
 
a  veces hay que perder la guerra para vencer la paz.
 
Madre
desde que nos separamos tu voz que no termina
   viene en el agua
Y tu bastón se va doblando en el heroico
Cotidiano batallar".
 
El amor filial es el mismo en todas las culturas y en todos los tiempos. Cuando de la Madre se trata, los poemas tienen la misma carga de ternura. En afecto, en Carlos Oquendo (1905 – 1936) y Horacio Zeballos (1943 – 1984), laten emociones, tono y musicalidad muy parecidos. Oquendo fue un poeta que dentro de sus células portaba una parte de los sueños de los humildes. Muy temprano se encontró con su destino y su vocación de poeta y estimó que debía entregarse a ella con todo lo que tenía de cuerpo y espíritu. Horacio, a su vez, es reconocido como un hombre dedicado intensa y totalmente a la lucha magisterial, ¿cómo hizo para producir una poética digna de antología?, ¿cómo fue que su espíritu de fuego, con la que alimentaba su palabra y agitaba corazones magisteriales en calles y plazas, pudo hacer poesía?, y más aún, ¿cómo es que preso y perseguido pudo elaborar poesía tierna, serena y bella? ¿Por qué su semejanza no textual, sino de imágenes, de musicalidad y de emociones con la poesía de Oquendo?
Sin dudas la poesía de Horacio fue una poesía intensamente elaborada. Imágenes como:   "Uva/ vieja / dulce/ convertida en pasa de tanto esperarme",  "abrir murallas deshojando las rosas", "tu tristeza alegre tu lealtad de río", "tu voz que no termina viene del agua", etc., no son frases que emergen de manera espontánea del pensamiento, hiervas que brotan de la tierra húmeda, son, sobre todo, acción humana eminentemente estética, que requieren de vocación, de ejercicio.
El poeta cincela y pule las palabras, una por una, fusiona imágenes y combina colores, hasta convertirlas en arte. Esto requiere de tiempo. Deducimos que fue en sus largas temporadas de prisión que Horacio tuvo las condiciones para forjar y pulir su poesía. Entendemos mejor el sentido de su pensamiento cuando dice:
"De qué les sirve mi cuerpo
Si el corazón lo tengo libre"
 
(Fragmento Poema 1, Alegrías de la Prisión)
La poesía no es solo expresión subjetiva. Sin duda, hay una carga de ella, pero ésta surge de vivencias, de experiencias, del sentido de la vida que se asume y del contexto temporal del hombre. Lo que se llama motivación no es más que el sentido que se le da a la vida y los seres superiores viven en función de un alto ideal. Ya que hemos comparado la poesía de Carlos Oquendo con la de Horacio Zeballos, queremos, ahora, dar a conocer de manera muy breve el contexto de la vida del fundador del SUTEP.
 
Parte 2
El hombre, el gremio, el Partido, la historia 
Horacio trenzó su vida con los maestros del SUTEP y con Patria Roja en un periodo político muy especial.  A nivel internacional los pueblos de todas las latitudes empezaban a trocar un camino propio para lograr sus sueños. El Perú de inicios de los 70s era gobernado por una dictadura militar que tuvo dos fases bien marcadas: una nacionalista y contestaría representada en Juan Velasco Alvarado (1910 – 1977) y, la otra, entreguista y a fin al orden establecido, encarnada en Francisco Morales Bermúdez (1921-      )
El magisterio se había incrementado cuantitativamente, eran signos de los tiempos marcados por una forma de capitalismo dado en un país atrasado, que configuran una sociedad que la teoría marxista y las ciencias sociales denominan semi colonialismo, con una forma de desarrollo de relaciones capitalistas que requieren de cierta calificación de mano de obra. El Estado asumió esa responsabilidad, que coincidía con la necesidad de ampliar la cobertura de la educación pública para el pueblo, cuya inmediata consecuencia fue el incremento de la población escolar y docente.  
En las dos fases, el SUTEP canalizó el malestar y la indignación de un magisterio que desde la década del 30 y de manera particular desde el  60 venía exigiendo a todos los gobiernos de turno mejores condiciones profesionales, laborales y sociales. La lucha se intensificó y elevó en sus formas, tanto así que el máximo vocero del Gobierno Militar, Velasco, lanzó una frase que fue  un grito de guerra: EL SUTEP o LA REVOLUCIÓN.
Antes de la creación del SUTEP, los maestros estaban fragmentados por niveles y sectores. Existían los gremios de primaria y de secundaria, que se dividían a su vez, en común, técnica y educación física. Además, las cúpulas sindicales obedecían a consignas partidarias. El principal negociador de la lucha magisterial era el APRA. Las luchas de los maestros, no obstante su contundencia, terminaban neutralizadas, sin lograr sus objetivos.   
En los días previos a la huelga de 1971, con la resistencia y oposición de dirigentes ligados al PCP, se formó el Comité Magisterial de Unificación y Lucha, el que conformaron, entre otros, Ina Socorro Castañeda, Pedro Carrasco, Arturo Sánchez Vicente, Antonia Valer, Laura Ballesteros, Carolina Trujillo, Carlos Salazar Pasache (Testimonio oral de BARRERA, 2012), todos ellos desarrollaron un intenso activismo cuyo objetivo era constituir un gremio de nuevo tipo, que asumiera la concepción mariateguista en su aspecto medular: la unidad de frente único y la independencia política con respecto al gobierno de turno. Para el desarrollo de las fuerzas populares, progresistas y de izquierda era un avance importante puesto que significaba retomar el pensamiento de José Carlos Mariátegui: 
Patria Roja emergió como proyecto político propio a inicios del 70 y contribuyó a la forja de una organización semi abierta: el Comité Magisterial de Unificación y Lucha (COMUL), que fue difundiendo y persuadiendo al activismo magisterial sobre la necesidad de crear un solo gremio, pero que además asumiera la concepción del sindicalismo clasista. A partir de la huelga de 1971, la última que se dio con un magisterio dividido, aparecieron como actores los maestros jóvenes. El gobierno, queriendo dar una "lección" de escarmiento y como demostración de fuerza, deportó a los que consideraba "contrarrevolucionarios", uno de ellos fue Rolando Breña Pantoja, dirigente de Patria Roja y por entonces presidente de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), Su destino fue la España de Franco, el dictador que después de la guerra civil, derrotados los republicanos, impuso sobre el pueblo una larga noche de persecución, represión y asesinatos. Franco, como lo ha declarado el propio Breña, lo calificó de "peligroso" y tuvo que ir a Francia. Su retorno al país se dio casi al mismo tiempo que los militares retornaban a sus cuarteles.  Los otros deportados fueron: Hugo Blanco, Pedro Julio Armacanqui, Hugo Lipa Quina, Ulisis Rivas Oyarce, Luis Paredes Arce (testimonio oral de BARRERA, 2012)
Los SUTES bases emergieron en todo el territorio patrio. En Julio de 1972 los amautas de todas las regiones del país, arribaron al Cusco. Ahí se realizó el Congreso fundacional del Sindicato Único de Trabajadores en la Educación, SUTEP. Se dio inició a lo que con el transcurrir del tiempo llegó a ser parte de la cultura gremial magisterial, el desarrollo de una agenda que comprendía: análisis y debate de la situación política internacional y nacional,  estudio de la problemática magisterial, la táctica y las formas de lucha; y, finalmente, elección de la dirigencia.
Se llegó al último punto de la agenda. Para la Secretaría General hubo dos candidatos. Uno era Horacio Zeballos, postuló con el apoyo de fuerzas convergentes que buscaban derrotar al candidato de Patria Roja, Arturo Sánchez Vicente. En primera votación ambos empataron. Los dos aspirantes dieron su adhesión al adversario. Horacio votó por Arturo y éste por Horacio. En la segunda votación, Arturo Sánchez votó por Horacio, pero éste, en un acto de inspiración que nadie esperaba, votó por Horacio. Así se hizo Secretario General y empezó su entrega y su sacrificio. Protagonizó las jornadas más heroicas de la lucha del magisterio peruano y bien pronto tuvo plena conciencia de la responsabilidad que había asumido, al extremo de buscar inspiración y sentirse fortalecido con el ejemplo de héroes de la resistencia que él admiraba. Lo dice de manera exacta:
"Cahuide
Me ilumina
Con su collar de luciérnagas que sonríen en sus dientes
Y un león bendito se incorpora en mi cuerpo"
 
(Fragmento de Poema 13, Alegrías de la Prisión) 
 
            Parte 3
            Trajinar con fe en el futuro
Patria Roja, organización de la izquierda marxista es una tendencia que a mediados de los 60s se escindió del PCP.  A inicios de los 70s., desarrolló su VII Conferencia Nacional. Sus dirigentes y cuadros se avocaron a la construcción de una estructura organizativa sólida y priorizaron su trabajo en los sectores del proletariado minero, maestros, estudiantes, en las organizaciones vecinales y populares. Fue el primer partido de izquierda que centró su interés en la creación de los Frentes de Defensa de los Intereses del Pueblo (FEDIPs), las Rondas Campesinas y las Asambleas Populares, lo hizo convencido que por esa vía se formaban los embriones de un poder nuevo, de un ejercicio de democracia directa, de una forma de autogestión,  de una ética de respeto y de honradez. Su lema "servir al pueblo, no servirse de él" le dio a su militancia una mística y una identidad. El otro, aquel que decía "el poder nace del fusil" distaba de su práctica pero lo mantuvo como un símbolo que empataba con los tiempos que vivían los pueblos del mundo, en particular los de América Latina.   
A partir del año 72, Horacio empezó a trajinar por todo el país. No era un hombre de Partido pero ambos, Partido y Horacio, se comprometieron el uno al otro bien pronto, de manera muy leal. Parafraseando a  Benedetti, fue una especie de amor correspondido. Por entonces, Patria Roja construía una estructura nacional que la ponía sin recelos y sin reservas al servicio del flamante secretario general.  Asimismo, la amistad que forjaron el dirigente Horacio y los maestros de base del interior del país, comprometidos ya con el proyecto político, le hicieron entender que el Partido era un ente teórico y orgánico, que le permitía no solo transitar, sino orientarse por el camino de lucha. Además, visto con ojos de poeta,  vivir de ese modo tenía su encanto.
Como sucedió con todos los que se hicieron comunistas, los grupos de poder, los regímenes conservadores, los modelos de dominación, el sistema vigente, lo hostilizó primero y acorraló después. En eso, ni el sistema ni sus criaturas se han renovado y siguen ensañándose con los que anhelan y luchan por una sociedad basada en la justicia y la solidaridad. En ese propósito, el sectarismo fundamentalista les sirve perfectamente a los poderosos.
Los tiempos dejan huellas. Las experiencias sociales y colectivas, igual que las vivencias personales, no transcurren en vano. Horacio, maestro de la generación del 70, llegó a la juventud con la lección heroica de la revolución cubana, de la liberación de Vietnam, de la revolución China,  pero también, dentro del país, ocurrieron fenómenos sociales importantes como las tomas de tierras de los campesinos del Perú del 60, de las experiencias guerrilleras de Javier Heraud, de Luis de La Puente, de Edgardo Tello, de las protestas obreras. Todos estos sucesos fueron motivando el pensamiento y la sensibilidad de los jóvenes maestros, quienes se comprometieron masivamente a contribuir a la transformación de la sociedad y la urgencia de arrancar reivindicaciones. Hubo entusiasmo por organizarse en las filas de izquierda y es que ser joven entonces era ser revolucionario.
Horacio, desde el magisterio y desde Patria Roja, levantó a los maestros a la protesta y tuvo la oportunidad para mirar la vida y el paisaje social con ojos de poeta y decir: 
"Se ha levantado el sol con su camisa de franela
hoy que los árboles frondosos y más altos están
de huelga
y silban los estómagos del pueblo como trenes de sierra
 
No hay carne
no hay flores
no hay libros
Las protestas amanecen colgadas
y  los periódicos calumnian toneladas de basura
 
A las vecinas del barrio les han pintado el cabello
con patriotismo amarillo
y banderas  blancas les cuelga del entusiasmo
 
La lucha es una escuela y la victoria
hija mayor del sacrifico"
 
(Poema 14, Alegrías de la Prisión)
 
Parte 4
"Entre pájaros y árboles"
En la primera confrontación importante contra la Dictadura, el SUTEP movilizó  todo su activo y el régimen desató la más feroz de las represiones. El 25 de octubre de 1973, como consecuencia del paro nacional del 24 de ese mes, 500 profesores y profesoras fueron encarcelados. 91 fueron al SEPA, Horacio entre ellos. No era una prisión sórdida ni fría, los barrotes no existían; pero sí era un lugar peligroso que no tenía el menor contacto con el resto del país. Estamos hablando de una cárcel enclavada en el corazón de la Amazonía. Leamos:
"El SEPA es una prisión ubicada en la espesura de la selva virgen, en la provincia de Coronel Portillo, entre los ríos Urubamba y Sapahua; se caracteriza por su total aislamiento y uno siente como si lo hubieran arrancado de la tierra y enviado a otro planeta sin más relaciones que los árboles, los animales y los ríos; los presos que encontramos parecieran resignarse a vivir en una tumba verde que lentamente van consumiendo las  esperanzas de seres libres"
"El SEPA no es duro por sus barrotes de hierro, sino por su aislamiento y su soledad; da la impresión que ese pedazo verde y bullicioso  estuviera en las profundidades de la tierra o danzando en la oscuridad del universo, todos los días y todas las noches las mismas miradas, los mismos hombres, las mismas palabras y el fondo siempre verde, caluroso, en la noche la oscuridad salpicada por los gritos y chirrido de toda clase de animales. Es la rutina de todos los días, prohibidos de escuchar radio, de leer, en las primeras semanas, incluso prohibidos de conversar con los presos comunes o los policías o los empleados civiles, es decir un total aislamiento. Todos nos preguntábamos en voz alta o con el pensamiento ¿Qué será del mundo de donde venimos? ¿Nuestros familiares pensarán en nuestro regreso? ¿Los maestros, el pueblo pensarán en nosotros?  (MARROQUIN, 2012)
Todos los testimonios de sus compañeros de prisión señalan que Horacio en ningún momento se  abatió o cayó en el pesimismo, más bien, sostienen, que les daba ánimo, que se mantenía tranquilo, que nunca cayó en la provocación de los policías que los vigilaban; si coinciden en señalar que en su semblante supo mantener una superioridad moral ante sus guardianes. Desde la prisión, junto a sus colegas, envía una carta dirigida al Director del Diario La Prensa (10 de Noviembre de 1973), Horacio era la voz que daba ánimo y contagiaba optimismo y era también la voz de los prisioneros que denuncia la brutal represión que sufren "inspirada en los cruentos sucesos de Chile" y "precedida por toda una maquinaria de desprestigio que nos achaca el ya gastado argumento de "subversivos" y "contrarrevolucionarios y para cuya justificación a muchos de nosotros –adrede- se nos ha esposado, amordazado, vendado y fotografiado junto a cajas de dinamita y armas de fuego" (Horacio Maestro y Líder Popular,1991)
La voz de Horacio era la del hermano calmo, del revolucionario apasionado, que trasmitía confianza a quien justificadamente y con razón estuviera a punto de atraparlo la nostalgia debido a la ausencia física en el seno del hogar. En ese ambiente se templaron los maestros del SUTEP. Y eso es algo que ni los reaccionarios jóvenes ni los fundamentalistas del pensamiento dogmático están en la capacidad de entender y valorar.   
            "Horacio siempre nos mostraba energía, su estado de ánimo era el mejor, su palabra un aliciente; jugaba, cantaba, tocaba su trompeta con un estilo característico juntando sus manos y moviendo sus dedos y la imitación era casi perfecta; su huayno favorito "el jilguero mañoso" era la canción que más cantaba, también le gustaban los recitales poéticos, con versos que escribía en esta prisión, al término de los mismos nos pedía nuestra opinión pública y se abría una verdadera discusión que muchas veces se convirtió en discusión sindical y política; así hizo los poemas de la prisión" (MARROQUIN, 2012)
            Parte de sus poemas de Alegrías de la Prisión están motivados por la larga temporada de prisión que tuvo en El SEPA.
"Se desnuda el cielo
Y se pone su capote azul
Con estrellas de general se va a la guerra
 
Los relámpagos de flores despiertan en tu boca
Y tú me miras como el agua"
 
Los truenos son cañonazos de los ángeles nublados
Tengo un subterráneo para ocultar tus ojos
 
En la lluvia deshojamos la claridad
Un lujoso hostal de hormigas se levanta entre las ruinas
 
Los arcoíris son ideas
Discutamos sus colores
Si ves un rojo rojo
Muy rojo
No digas que me has visto"
 
            (Poema 5, Alegrías de la Prisión)
Horacio forjó una obra poética que merece ser apreciada no solo como uno de sus más valiosos legados, sino como una producción literaria que debiera ser objeto de estudio dentro de los diseños curriculares, material de lectura, de análisis y crítica.  Más aún cuando no se conoce en la historia de la lucha gremial magisterial el caso en la que el hombre que la encarna sea al mismo tiempo un poeta auténtico, con una obra que tiene condiciones para resistir y mantenerse en pie frente al juicio de la crítica más exigente. Sin embargo, no ha sido así. Horacio es reconocido como un dirigente tenaz pero como poeta es un ser absolutamente desconocido.
 
 
Parte 5
Rocío y fuego
A finales de los 70s., se inició un nuevo periodo en la vida del país. Horacio, había soportado todos los sinsabores, represiones y las privaciones más inimaginables (cuando murió su padre, Don Celerino, en 1979, él estaba preso; tiempo después deja de latir el corazón de Doña Sabina, la: "uva / vieja / dulce").
A pesar de esos golpes, Alegrías de la prisión no es un costal de amarguras, ni siquiera de queja, menos una muestra de desprecio a sus adversarios. No maldijo a nadie, a nada; por el contrario, Alegrías es un libro cargado de lirismo y de ternura. Es verdad que canta a los maestros, pero es también verdad que canta al amor, a la mujer, a la compañera.
"Hagamos con mi valor un puño
Con tus senos que encendieron
Las farolas de mi cuerpo
Encendamos la ciudad
 
Tus palabras de rocío pueden volverse de fuego
Y cubrir la pradera.
Tu belleza y amor nos unen
Si buscamos al hombre nuevo
Forjémoslo con rosas y acero"
 
(Poema 2, Alegrías de la Prisión)
 
            Esa es la línea poética que mantiene Horacio en todo momento. Su poesía no sobresale por la sonoridad de las voces y la energía de los puños. Está lejos de la poesía panfletaria, propagandística, que casi siempre es mala poesía. La visión de la vida que expresa Horacio es una visión optimista, de hombre con fe y de hombre que se siente realizado en el amor. Y esta cualidad poética muy suya y muy íntima tenía que sorprender, incluso a sus más allegados, que siempre fueron los maestros del SUTEP, sus camaradas de Patria Roja y con los cuales más de una vez clandestinizaron su amistad entre la lucha y la bohemia, que de esta última también está hecha la vida de los poetas, incluyendo a los poetas combatientes.
"Sorprende por eso que Horacio Zeballos haya escrito un libro de poemas que lejos de proponer una visión amarga y pesimista de la vida, un retorno angustioso a la desesperanza o una vasta imprecación a los males e injusticias de la sociedad burguesa, se eleva más bien como un canto de amor hondo y verdadero. La voz de Horacio Zeballos, al revés de lo que pudiera esperarse, se distiende y vuelve dulce y esperanzadamente hacia los seres, las cosas y los actos sencillos de la vida. Y aunque es visible en la delicadeza de su palabra poética un sereno renunciamiento, prevalece entre imágenes de inolvidable belleza y ternura, la convicción de la lucha y la victoria del pueblo al que afilia por vida" (VALDIVIA)
Al parecer, Alegrías de la Prisión fue escrito entre los inicios del 1973 hasta finales de 1979, años de las sacrificadas huelgas del magisterio peruano, y salió a la luz recién en octubre de 1980, con una nota que deja entrever el malestar de la editora Obramundo. En efecto, en una página inicial del poemario aparece a modo de NOTICIA:
"ALEGRIAS DE LA PRISIÓN debió aparecer en marzo de 1980, con prólogo del poeta Marco Martos. Pero la temeraria irresponsabilidad del encargado de aquella edición no lo permitió. Ese hecho nos obliga a  lanzar el libro con marcado retraso y sin las características que animaron los propósitos iniciales. El taller de Ediciones OBRAMUNDO se congratula de hacerlo posible"
           
            Parte 6
            A mi Partido
Horacio se había comprometido tanto con el Partido que lo tuvo muy en cuenta a la hora de ordenar su manojo de versos. Con el Partido que había hecho suyo había sufrido, con él había caminado, con su nombre había construido una asociación con el concepto patria, podría haber sido suyos los versos de Otto René Castillo, de Guatemala, "vamos patria a caminar yo te acompaño". Con el Partido mantuvo una relación cotidiana, duradera, de alegría y de cierta melancolía. Con el Partido tuvo la certeza que estaba echando las semillas del porvenir en el pensamiento de los maestros. Y por eso, como para que no quede la menor duda sobre su militancia, escribió a modo de Advertencia en Alegrías de la Prisión, lo siguiente:
"El Partido forma y realiza. Toda su acción retorna al pueblo, del que nace. En él se troca en futuro concreto, en revolución posible. Sólo la militancia política activa, favorece una auténtica y profunda convicción revolucionaria.
Dedico estas Alegrías de la Prisión a mi Partido, el P.C. del Perú."
Son 30 poemas, no son poemas militantes, no invocan a la lucha, no exhortan a la movilización. En realidad no lo necesita. Son poesías de carácter lírico que convierten la lucha en canción, los sinsabores en amor, la realidad en reto, y el futuro en sueño.  
"De los presos soy el último
Dame por descontado en las filas del encanto.
 
De qué les sirve mi cuerpo
Si el corazón lo tengo libre.
 
Difícil no es vivir
Sino entender porqué se vive
 
Bebiendo el cristalino trago de tus senos
Aprendí a no llorar
Y no lloro.
Soy de los que se resolvieron en el vientre
Como la flor en la rama.
 
Flores y pájaros trinan
En la ventana de mi exilio"
(Poema 1, Alegrías de la Prisión)
 
Su vida fue un constante trajinar de perseguido y prisionero. A estas alturas y en este espacio decimos, que la poesía verdadera, cualquiera sea su temática, amorosa, social, existencial, surge de la experiencia vital; y no es verdad que desde la política revolucionaria la poesía tenga asegurada su calidad como arte. Pudiera ser lo contrario, que un revolucionario, al hacer arte entre a tierra minada, y la obra sea mediocre y pésima propaganda.
Los revolucionarios que llegaron a condición de poetas sirven a una causa sin exponer su obra a la mediocridad. Los mejores poetas contemporáneos fueron gente comprometida con los destinos de la humanidad y los que militaron en la causa comunista hicieron poesía, que tenía como la más hermosa de las cualidades: trasuntar la realidad adversa en esperanza, hacer belleza del lenguaje pero además convertirla en instrumento de reflexión y motivación. Esto aconteció con César Vallejo Mendoza, Carlos Oquendo de Amat, Javier Heraud Pérez, Juan Gonzalo Rose, entre los nuestros; y Nazim Kimett, Pablo Neruda, Rafael Alberti, Miguel Hernández, Maiakovsky, Jean Baptiste, entre los de otras latitudes. Todos ellos hicieron poesía trascendente, se convirtieron en los cronistas de su tiempo, ocupan un lugar en la historia pero jamás rebajaron el nivel de calidad de su obra. 
Como hombre de fe, Horacio afirmó. Jamás afloró de su alma la duda fatalista. Jamás el derrotismo se entronó en su espíritu. Esa es una de sus reconocidas cualidades. Durante el régimen de Francisco Morales Bermúdez los maestros protagonizaron una huelga en 1979 que tuvo tal grado de combatividad y beligerancia que despertó la solidaridad de todos los sectores honrados del país. Esta medida de lucha, si bien no logró reivindicaciones gremiales, a la larga, representó la derrota de un régimen militar que tuvo que volverse a sus cuarteles en medio del repudio generalizado del pueblo. El conductor de esta guerra fue Horacio. El gremio había sido duramente golpeado,  debilitado y la actitud de su dirigencia había sido límpida y heroica. La mayoría de los maestros jamás puso eso duda. Cierto, una minúscula parte señaló, como ahora, que la huelga había sido traicionada. Sus objetivos eran desacreditar la dirección del Partido, del SUTEP y manchar a Horacio. Nunca lo lograron.   
"El tiempo abre voluntades cicatriza heridas
a veces hay que perder la guerra para vencer la paz"
(Fragmento del Poema 3, Alegrías de la Prisión)
Parte 7
Valoración del hombre y del poeta
El poeta lírico, Mario Florián, el más representativo de la poesía intimista del hombre rural andino, lleno de una intensa conmoción, cuando el SUTEP luchaba en todo el Perú, en los tiempos de los combates cotidianos del magisterio, en las huelgas del 78 y 79, en los tiempos de la Universidad Popular José Carlos Mariátegui, le dedica a Horacio un poema de corte homérico, que, en ese proceso de revaloración del gremio y de restablecimiento de los lazos entre arte y pueblo, entre lucha social y cultura, entre política e inteligencia, hay que rescatar.  El poeta de Pastorala dijo, además, del fundador del SUTEP:
"Horacio no dudaba nunca. Su estado de ánimo no acogía las acciones adversas del combate de los maestros. Tenía confianza en el triunfo magisterial a la larga. Él era un jefe, un capitán general que procedía con resolución y heroísmo en todo momento" (FLORIAN, 2012).
 
Horacio trascendió. Actualmente su perfil de profeta ocupa todos los locales de los maestros del Perú, se hizo referente y desde sus recuerdos, de su memoria, de su palabra, sigue animando a sus compañeros a quienes le dejó el mejor de su legado: su entereza, su coraje, su dignidad.
"A estas alturas parecería como un Quijote, un soñador o un romántico. Después de todo para los luchadores, los socialistas y comunistas, el bien de los demás es su lema, ese es su inmenso ideal" (BEGAZO, 2012).
La historia es un proceso indetenible. El país, desde la existencia del SUTEP ha experimentado 9 gobiernos, con una excepción acaso, cada uno de ellos peor que el anterior. Fujimori representó el punto más bajo de la escala de los valores y el más elevado de la degradación y corrupción; inició el modelo más perverso de dominación: el neoliberalismo. El SUTEP siempre estuvo permanente y constante en la lucha por los intereses de los maestros y por una educación pública de calidad; por eso cuando el régimen fujimorista organizó su asalto contra la escuela pública, ahí estuvo el SUTEP, con el ejemplo de Horacio, defendiéndola.
"Carisma y decisión, fragua y ternura, punto focal de la protesta, Horacio murió para no morir; está en las calles, en el pavimento ensangrentado, en el fulgor palpitante del presente, en el relámpago que avanza hacia el futuro. Horacio en el Corazón!! (RAMOS, 1991)
Hoy cuando los maestros jóvenes se acercan a los locales del magisterio sindicalizado y se encuentran con el rostro de Horacio, suelen preguntar ¿quién fue Horacio? ¿Por qué los maestros lo reconocen? Los jóvenes empiezan a integrarse al SUTEP. Saben que el gremio ha hecho historia. Se interesan más cuando los grupos de poder hablan de él y lo hacen para denostarlo. Los sectores retrógrados lo culpan de ser los responsables de la crisis de la educación y fingen escandalizarse cuando relacionan Patria Roja con SUTEP. Los jóvenes maestros preguntan ¿qué tiene que ver Patria Roja con el SUTEP? Las respuestas son precisas y entonces salen convencidos que el SUTEP y Horacio, son dos caras de la misma moneda histórica  y que Patria Roja no es la organización terrorista que la derecha quiere hacer creer. Nos acordamos, una vez más, de Maiakosvski y decimos, a nuestro modo: Horacio y el SUTEP son dos seres gemelos. Alberto Moreno, uno de los líderes fundadores y persistentes de Patria Roja, que junto con Rolando Breña, Lourdes Bruckmann, Jorge Hurtado, dieron vida a ese proyecto, ha dicho:
"La historia se construye con la fibra de soñadores como Horacio"
            Efectivamente, Horacio fue un soñador pero con los pies muy bien puestos en la tierra. Cuando ya la dictadura había sido derrotada, Horacio deslindó con el terrorismo, esa banda que cree que revolución es crimen y violencia. En una entrevista declaró:
"El terrorismo es un fenómeno que se inspira en posiciones anarquistas. En el Perú y en todo el mundo. Este es un problema muy antiguo y no es solo nacional sino internacional. Yo creo que son actividades de individuos enajenados de las masas y que llegan a suplantar las organizaciones revolucionarias por estas actividades desesperadas y abortivas de un serio proceso revolucionario"
"no creo que exista ningún marxista leninista qque crea que tumbar puentes, volar escuelas y torres es una forma de hacer la revolución, porque sencillamente los marxistas leninistas no pensamos asi" (Raúl González, 1981)
Horacio fue también el hombre enamorado:
            Soy un corderito
Pastéame que haces las risas del mar
 
Del cuello
amárrame con la piel que besan los jilgueros
quiero que me asegures toda la existencia
Atame
En las margaritas blancas de tus pies
No me vaya ocurrir escaparme entre la guardia
De tus ojos y el mar
 
Mi condena pasará sobre las cuatro circunferencias
Del tiempo
Pero quedarás conmigo en las líneas de la dicha
Y el mar
 
Jardinera
Cércame con los lazos que uniste las estrellas
Decrétame cien años de prisión. 
(Poema 7, Alegrías de la Prisión)

"El 7 de marzo de 1984, muere Horacio. Tenía 41 años de edad.; pudo vivir más tiempo, pero las duras jornadas de lucha contra la Dictadura lo habían diezmado físicamente. De Horacio puede decirse que fue un guerrero toda su vida. Y como él mismo lo expresara murió luchando:
"Por una patria como tú / lucho y lucharé hasta que muera".
"Vuelve a Arequipa, la ciudad que lo recibió un día en condición de estudiante y que luego supo de sus sueños e inquietudes. En el trayecto, de pueblo en pueblo, recibe el homenaje de sus colegas, amigos y camaradas. Lo lloran hombres y mujeres, viejos y niños. "Tanto amor y no poder nada contra la muerte"
La bandera roja del SUTEP envuelve a su líder querido. Puños y corazones se agitan para saludar al combatiente que emergió de las entrañas del pueblo para ponerse al frente de un movimiento vasto cuya  meta final es la construcción de un nuevo orden.
Horacio ha ingresado a la inmortalidad. Ya es eterno. Como dice Alí Primera: "Los que mueren por la vida / no pueden llamarse muertos…" Su pueblo lo sabe y corea con fe: "¡Horacio combativo, el pueblo está contigo!" "¡Cuando un revolucionario muere, nunca muere" (YOVERA, 1991)
Que estas líneas hayan servido para intentar una valoración integral sobre Horacio, el maestro que hizo de su vida una trayectoria de lucha social y poesía. Y que en ese incesante trajinar amó con pasión de poeta guerrero, y se dio tiempo para hacer una poesía amorosa que solo los luchadores como Melgar o como Miguel Hernández, son capaces de crear.
 
           
 
 
 
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS:
1.- VALDIVIA, Oscar, Presentación de Alegrías de la Prisión, Taller de Ediciones Obramundo, 1980, Arequipa, Perú.
2.- MILLA, Rodolfo, Oquendo, Tomo 1, Hipocampo Editores, 2006, Lima, Perú.
3.- Testimonio Oral de Barrera, Bazán, ex secretario general del SUTEP, 2012.
4.- MARIÁTEGUI, José Carlos, Ideología y Política, Empresa Editorial Amauta, Tomo 13, 1984, Lima, Perú.
5.- MARROQUÍN, Moisés, BEGAZO Vladimiro, Moreno, Alberto, Horacio por Siempre, Ediciones Patria Roja Cultural, 2012, Arequipa, Perú.
6.- RAMOS, José, Horacio en el Corazón, A manera de Prólogo de Horacio, maestro y líder popular. Derrama Magisterial, Programa de Cultura, 1991, Lima, Perú.  
7.- GONZÁLEZ, Raúl, Entrevista a Horacio, Caballo Rojo N° 78, 8 de noviembre de 1981, Reproducida en Horacio por Siempre.
8.- YOVERA, Julio,  Horacio, maestro y líder popular, Derrama Magisterial, Programa de Cultura, 1991, Lima, Perú.
 
 
 Adaptado del texto impreso del título y editado por Ediciones Nuevo Curso. 
 
__._,_.___

24 DE JULIO: V ASAMBLEA NAC. DE DELEGADOS DEL SUTEP(LIMA)
Hide Box