Flores reconoció que Cataño le pagó casi US$ 330 mil, pero asegura que no contribuyó a sus campañas. Faltan solo 8 semanas y media para las elecciones.
Lourdes en el Peldaño
Era cuestión de días para que se abra el caño. O el Cataño.Lourdes Flores marcó los términos de la campaña municipal con efectividad pero mucho riesgo. La pepecista se proclamó la candidata de la decencia en oposición a la corrupción y el montesinismo, en los que encasilló a su contrincante Álex Kouri. Las encuestas le sonrieron casi de inmediato. Y sin embargo, también comenzó a retumbar el tictac de la bomba de tiempo que llevaba el nombre de su principal cliente.
Jaime Bayly la detonó con una irresponsable pero efectiva ligereza. En su programa del domingo 1 entrevistó a Kouri y en un paréntesis dijo que "me han contado" que César Cataño aportó más de US$ 1 millón a la campaña de Flores. "Un político que recibe plata de un narcotraficante se ve mal", disparó.
RETO CON PROBLEMAS
La noche siguiente, Flores respondió con un "strip-tease" financiero. Según documentos enviados a las redacciones, recibió de Cataño US$ 328,551 entre los años 2004 y 2010.
En total, desde el 2001 al 2009, el estudio de abogados de Flores facturó casi S/. 4 millones. Sus ingresos por honorarios profesionales en el mismo período fueron S/. 2.7 millones.
La pepecista anexó los aportes de la campaña presidencial del 2006. Fueron casi S/.1.3 millones. En lo que va de la campaña actual en pos de la municipalidad ya son S/.230 mil. Niega que Cataño haya ingresado un centavo a alguna de las campañas, pero reconoce que en el 2006 "el único aporte fue el de su madre María Porras, que prestó seis camionetas y donó volantes por S/.9 mil".
Flores optó por pisar el acelerador y ensayar una fuga hacia adelante, pues "retó" a sus contrincantes a que, como ella, publiquen en detalle sus ingresos de los últimos diez años. Ahora debe evitar estrellarse.
La candidata Susana Villarán respondió que "hay que decirle a Lourdes Flores que la transparencia no es suficiente. Que publique sus diez años de declaraciones juradas, que se levante el secreto bancario y tributario no es suficiente. ¿Acaso no sabía que Cataño ingresaba autos usados, que estaba siendo investigado por narcotráfico? Aquí hay un problema más grave que ella está queriendo ocultar a través de este reto y es: ¿cómo es posible que una mujer profesional en un solo cliente gane más de un millón de soles, de un señor que estaba vinculado al narcotráfico?".
CHATARRA EN LAS PISTAS
El problema para Flores, la candidata a la alcaldía de Lima, es doble.
Primero, debido a la investigación vigente por lavado de activos contra su cliente, que se describe en los párrafos siguientes.
Segundo, por su desempeño como abogada en la defensa de una política insostenible para el tránsito cada vez más caótico de la capital. Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, el parque automotor del país es uno de los más antiguos de la región y tiene una edad promedio de 18 años. En números del Centro de Investigación de Accidentes de Tránsito (CIDATT), las tres cuartas partes de los accidentes de buses y camiones de carga son provocados por vehículos con más de diez años de antigüedad. El 70% de accidentes fatales en Lima tienen de tristes protagonistas a vehículos station wagon importados del Japón y con timón cambiado en Tacna.
Y ese era el negocio de Cataño.
En el 2000, el gobierno promulgó cuatro decretos para prohibir el ingreso de carros de más de cinco años de antigüedad y vehículos usados con más de nueve asientos. Las empresas de Cataño interpusieron acciones de amparo que fueron rechazadas por el Poder Judicial.
Entonces, a partir del 2002, Flores fue su eficiente abogada ante el Tribunal Constitucional, última instancia que le autorizó a importar 24 mil carros viejos más, de los cuales ya trajo 11 mil. Flores presentó al TC un contrato que aparentemente había sido suscrito por Kanagawa días antes de la promulgación del primer decreto supremo. El equipo de la Dirandro que investiga a Cataño concluye que dicho contrato es "fraudulento". El mes pasado, el mismo equipo recibió del Ministerio de Transportes un informe que concluye que estos autos tienen una antigüedad de entre 10 y 18 años.
Entrevistada en CARETAS en febrero del año pasado, meses antes de que estallara el caso de su patrocinado, Flores argumentó sobre su defensa de la importación de autos chatarra que "nunca he mezclado mis actividades políticas con las profesionales. Los límites que pongo son extremadamente rígidos".
Reiteró que "ese caso lo defendí con total convicción. Es un tema controvertido pero la actividad tiene su razón de ser, cubre un determinado mercado. Jamás he defendido un caso por un móvil político".
A juzgar por las remuneraciones sufragadas por Cataño, Flores no necesitaba razones políticas. Y, lamentablemente, este es un ejemplo en el que su actividad profesional le muerde la cola a su propuesta edil.
LA PISTA DEL DINERO
César Cataño Porras o Adolfo Carhuallanqui Porras es investigado desde junio del año pasado por el Equipo Especial de Investigación (EEI) de la Dirección Antidrogas (Dirandro), que dirige el coronel PNP Carlos Morán. Es el mismo equipo que ha desarrollado los casos más importantes de los últimos años: Fernando Zevallos, Luis Valdez, la familia Sánchez Paredes y, más recientemente, la investigación preliminar a los 'chuponeadores' de Business Track (BTR).
A nivel fiscal, la investigación por lavado de activos es encabezada por el doctor Pedro Pérez, titular de la Sexta Fiscalía Penal de Tacna.
Fuentes policiales del equipo adelantaron que el llamado 'Caso Dos Caras' culminará en menos de un mes. Cataño ha rendido ya su manifestación preliminar indagatoria, pero aún no entrega la totalidad de los balances contables que sutentan sus ingresos desde 1996 hasta el 2009.
Los policías buscan determinar el origen de la fortuna de Cataño.
Según estas investigaciones, Cataño posee un patrimonio que asciende a US$ 50 millones. Fuentes del EEI consultadas por CARETAS afirmaron que se ha encontrado un desbalance de US$ 10 millones.
Tiene dos empresas vinculadas a la importación de vehículos usados: Import Export VIZCAR y Kanagawa Corporation. Cielos Andinos es su compañía dedicada a la carga aérea y la aerolínea Peruvian Airlines fue constituida en el 2007. Tiene 15 casas en Lima, Arequipa y Tacna, así como una flota de 10 autos de carrera. En el 2006 Cataño ganó la edición XXXVI del Gran Premio 'Caminos del Inca' y el año pasado volvió a participar en la misma competencia llegando entre los primeros puestos con un Mitsubishi Lancer Evolution VIII.
El piloto creó en Lima su primera empresa importadora de autos, Bryan Cataños, en 1996. Hasta el 2000, según declaró a la Policía, importó 24,000 autos usados del Japón y por cada uno obtuvo una ganancia aproximada de US$ 1,500, lo que totaliza US$ 36 millones. Hasta ahora no presenta la documentación que sustente dicho monto.
En el 2000 conformó Import Export VIZCAR y Kanagawa Corporation, y se instaló en Tacna. Dos años después contrató a Flores Nano.
La liebre saltó recién cuando en el 2009 la ex congresista aceptó presidir el directorio de Peruvian Airlines, la aerolínea de Cataño. En la junta directiva aparecían también los tres hijos del empresario. Ante el escándalo, la actual candidata renunció al cargo el 22 de octubre.
Peruvian Airlines posee 5 aviones Boeing 737 que, según Cataño, fueron comprados en Panamá y Japón. La Policía envió cartas rogatorias a dichos países, pero aún no corrobora la información.
PRIMERA CARRERA
Según el EEI, el delito de narcotráfico precedente en esta investigación está sustentado en dos expedientes judiciales. El primero data de 1982 y vincula a Adolfo Carhuallanqui Porras en un decomiso de 100 kilos de PBC en las localidades de Colcabamba y Pampas, en Huancavelica y Huari, en Huancayo, de donde es oriundo el piloto. Carhuallanqui fue procesado en calidad de reo ausente hasta que el caso (No 160282) pasa a la Sexta Sala Superior Penal de Junín. Dicho tribunal declara la prescripción de la acción penal por el tiempo transcurrido y elevó el expediente a la Corte Suprema para su ratificación. Pero el documento nunca llegó a la instancia suprema. El expediente, así como el índice y el libro de actas, se extraviaron misteriosamente.
En 1985, Adolfo Carhuallanqui Porras gestionó un nuevo documento de identidad a nombre de César Cataño Porras, pero no anuló el anterior. En una entrevista concedida a César Hildebrandt el año pasado, Cataño, o Carhuallanqui, dijo:
"Lo que pasa es que en el año 1984 yo me inscribo con mi padre político. Me inscriben en los primeros meses del año 84 como Carhuallanqui. Luego, en el transcurso de los meses, cuando tenía 18 años, y durante problemas familiares, (mi padre) me dice: 'Yo no soy tu padre'. Yo le reclamé a mi mamá y ella me dice sí, efectivamente, él no es tu papá. Me dijeron que (mi verdadero nombre) era César Cataño Porras". No supo explicar por qué cambió el nombre de su madre de Filomena a María Porras.
En el 2007, la Policía capturó al narcotraficante Guzmán Rojas Hurtado, quien enviaba a Chile cocaína acondicionada en los autos de Kanagawa Corporation, la empresa de Cataño. Según Lourdes Flores, Rojas, quien por extraña coincidencia posee también otra identidad a nombre de Carlos Olivas, no tiene vinculación alguna con Cataño. La Dirandro cuenta con información según la cual Rojas u Olivas está vinculado a Kanagawa desde el 2003.
FLORES CITADA
La próxima semana, el fiscal Pedro Pérez citará a Flores a la sede de la Dirandro. Una diligencia poco pertinente para una candidata en carrera a la alcaldía. El propio alcalde Luis Castañeda opinó que "no dejo de pensar que estas acusaciones son muchas veces parte de campañas un poco sucias... Espero que no ocurra la guerra sucia y que más bien sea una campaña de transparencia y limpia".
Los buenos deseos del burgomaestre pueden quedarse en intenciones. El debate pinta cargado y es seguro que los demás candidatos, empezando por Kouri y además el APRA, que observa con desconfianza que una aliada de Alejandro Toledo llegue al damero de Pizarro, exprimirán todo lo que puedan la figura de Cataño.
Detrás de las carambolas queda el inocultable error de Flores, que aseguró "poner las manos al fuego y el pecho" por un empresario "hecho desde abajo". Es uno de los peligros que corren los políticos-abogados. A veces lo que se defiende en los tribunales por buen dinero pasa otra factura en las urnas.
Fuente: Caretas