Por: Mirko Senda
(Publicado el 10 de mayo 2010)
Atreverse a escribir unas líneas de reflexión vísperas al día de la madre, sobre las perspectivas electorales municipales y en abierta y solidaría actitud a Susana Villarán, una mujer a la que como muchos Limeños y peruanos no conocemos de manera personal pero si por la voz popular de los peruanos, sobre su firme actitud contra la corrupción, la pobreza, la defensa de la soberanía nacional y los DD.HH, creo que no es una osadía y ni abandono ideológico, muy por el contrario considero que es una muestra de avance a posiciones de unidad y reorganización del movimiento popular peruano, afirmando que somos aliados tácticos frente a un sistema institucionalmente inmoral y corrupto qué impone la derecha a sangre y fuego.
La lealtad con uno mismo implica ser autocritico, como muchos limeños y peruanos hemos dicho siempre que el gobierno municipal de Barrantes fue insuficiente, que el de Jorge del Castillo no sirvió, que el de Andrade tampoco sirvió y que este ultimo que hace obras plagadas de corrupción a cambio de votos es inservible y que el que vendrá auspiciada y monopolizada por la derecha entre Lourdes y Kouri solo servirá para perpetuar la corrupción. Sin embargo el problema no solo está en lo ladrones, ineptos y mudos cómplices que presentan estos sino en lo permisivos que somos nosotros, donde nuestra viveza está valorada en hacerse rico de la noche a la mañana y nuestra voluntad se compra con baratos regalos o sueldos miserables para unos cuentos y el resto que se joda.
Lastimosamente tenemos una prensa aliada de la corrupción y defensora de los círculos de poder económico, trabajadores burócratas y deshonestos que más parecen sirvientes del alcalde que se alegran si ponen una multa a un humilde taxista, se emborrachan desalojando a pobres ambulantes o quemando chozas de empobrecidos invasores de terrones sin plantearles ninguna solución, y son tan cobardes a la hora de exigir que los ricos paguen sus impuestos y generen trabajo digno con salarios dignos.
Siempre he dicho que ser progresista, es defender la vida y la madre tierra, y aquí en el perú ningún alcalde ha propuesto reciclar o industrializar la basura, no existen vertederos con control sanitario fiables y los vecinos tiran la basura en las calles con la escusa de que no hay mantenimiento de calles y jardines.
Nadie se preocupa por generar una cultura ciudadana, un habito por la lectura, por eso no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica, los Kouri, las Lourdes, Las Keiko, las Castañedas, los Del Castillo convictos guardianes de mafias Fujimontecinistas y Apristas, parece decir burlonamente que aquí no pasa nada.
Si muchos regidores, ministros o funcionarios públicos compran sus títulos profesionales no debe sorprender a nadie que una licencia para un negocio o para chofer también se obtenga coimeando y si una combi mata a peatones los jueces absuelvan a los asesinos, no te atrevas a pedir asiento para tu mujer embarazada o para aquel que lleva a su hijo en brazos en un ómnibus porque te responderán con una lisura. Asi disfruta la gente, ignorando o callando ante el padecimiento ajeno mientras critican a los gobernantes y envidiando el aparente éxito de unos cuantos.
Como muchos peruanos he repetido indignado: ratero, falso, asesino y vende patria a muchas autoridades políticas, pero he visto a muchos de ellos rehusarse a participar políticamente en los destinos de su comunidad, de su región y del país. Quizás porque nadie se ha preocupado en tender puentes confiables de diálogo y participación directa en la gestión municipal, regional y nacional. Todos los intentos vistos hasta ahora siempre fueron traicionados y vilmente perseguidos sus líderes populares.
La seguridad ciudadana no existe, por que la pobreza crece a vista y paciencia de la lacra política que representa la derecha aprista, fujimorista y unidad nacional, los cinturones periurbanos de las capitales están a punto de estallar por que los pobladores piden cambios radicales, ante ese temor el serenazgo es utilizado como perro guardián de las zonas residencial con las calles enrejadas o playas con muros divisores racistas.
Francamente soy consciente que arrastramos viejas costumbres y malvados hábitos que nos impusieron desde la conquista y que nuestra independencia fue falsa, por ello tanta falsedad y cobardía hay en los políticos y somos pocos los que nos atrevemos a decirles sus verdades y por ello nos llaman terroristas, anti-sistemas y tantas estupideces propias de aquellos pobres en ideas, pusilánimes que se envalentona solo si tiene una pistola entre sus corrompidas manos. De igual modo soy sincero al decir que tenemos esperanza, no puedo garantizar que el próximo gobierno será puro, pero si garantizar que Susana Villarán implementara una nueva forma de hacer política, fiscalizar y auditara todo lo hecho hasta ahora, implementara una gestión productiva y de desarrollo sostenible por que quiere una Lima para todos.
Susana Villarán ya demostró que es posible gobernar a favor del pueblo lo demostró como co-fundadora del Vaso de Leche, Defendió a la Mujer durante su gestión en el ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, como Defensora de la Policía, como exsecretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) y como participante del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Su sencillez y firmeza junto al pueblo es garantía de buen gobierno municipal.
Basta de sentirnos derrotados, tenemos buenos talentos, capital humano que la derecha desprecia, los peruanos tenemos muchas cosas buenas, nuestra tierra es generosa abunda la flora, fauna y los hidrocarburos, digamos basta a la estupidez, la permisividad y la indiferencia, participemos unidos apoyando a la mejor opción de Lima para romper la trampa de la derecha que solo busca la impunidad hasta y después del 2011.
Hoy todos estamos decididos a cambiar, nuestra resistencia es pacífica y democrática aun sabiendo que nos enfrentamos a un poder económico doblemente fuerte y blindado por la impunidad, estoy convencido que los corruptos tienen los días contactos, la conciencia de los peruanos se levanta y exige cambio.