Lucha de ideas.
Por: Oscar Felipe Ventura
El mensaje presidencial del pasado 28 de julio ha causado diversas reacciones. Unos lo critican; otros lo respaldan. No comparto el criterio de quienes al opinar dicen: estuvo bien esto, pero estuvo mal lo otro; no dijo tal cosa; etc. Por supuesto que cada quien tiene derecho a reclamar por su sector; pero soy de opinión que el análisis debe ser integral y sobre todo, penetrar a la esencia del mismo.
¿Qué importancia tiene un mensaje presidencial desde el Congreso de la República? ¿Todos los mensajes tienen el mismo significado e importancia? ¿Cuál es la relación entre el primer mensaje de un presidente cuando asume su gobierno y el último mensaje, al ingresar al año final de su mandato?. El mensaje clave es el primero, cuando un nuevo gobierno empieza su gestión, porque es la oportunidad en la que el Presidente de la República diseña los ejes fundamentales de su plan de gobierno para los cinco años. Los mensajes de los años siguientes estarán en el marco del primero. El ascenso de Alan García a la presidencia de la República tuvo mucho de azar. Fue la carta que encontraron la derecha y el imperialismo a mitad de camino para impedir el triunfo de Ollanta Humala.
Al comentar el mensaje de Alan García del 28 de julio del 2006 sostuvimos que se inauguraba un gobierno de superconvivencia entre la derecha y los representantes del gran capital y las transnacionales, construido en torno del programa neoliberal que venía desde el fujimorismo y pasó por Toledo. Hoy, la derecha gobierna con García, reencarnación del Haya del crepúsculo. Esa derecha que tiene los bolsillos chorreando de sangre y los nefastos antecedentes del contrabando, del robo descarado del erario público, la evasión fiscal; las conversas con Montesinos para ganar juicios, etc.
En suma, el segundo gobierno aprista se comporta y se muestra como heredero de la vieja derecha entreguista y corrupta. Ha asumido el continuismo neoliberal, depredador y saqueador de los recursos naturales.
En un mensaje rutinario y efectista, lleno de artificiosidad, pretendió ser autocrítico y se refirió a la corrupción; pero se quedó corto; sólo mencionó los casos de los "petroaudios" y "cofoprí". La corrupción comprende mucho más que eso. Hay corrupción al más alto nivel en los siguientes casos: cuentas negras u oscuras, ventas de activos del estado, operaciones de rescate financiero, licitaciones de obras públicas y compras estatales, exoneraciones y evasión tributaria, venta de bonos soberanos, negociaciones de la deuda externa, fondos de campaña de origen oscuro, arreglos de juicios a empresas, etc.
¿Esperaba Ud. un mensaje de esperanza?
Publicado en el Diario La República 05/08/2010